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Mons. Kodithuwakku: «Las mujeres son constructoras naturales de paz»

El pasado enero se celebró en Roma una conferencia internacional titulada "Las mujeres construyen una cultura del encuentro interreligioso". En ella se pudo ver con claridad que "las mujeres dan forma a este proceso de paz" necesario para el diálogo interreligioso.

Federico Piana·21 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
Janakaratne

Monseñor Indunil Janakaratne Kodithuwakku con mujeres que participaron en la conferencia

Las mujeres son cada vez más protagonistas en el desarrollo del diálogo interreligioso. Prueba concreta de esta revolución, en marcha desde hace varios años, es la reciente conferencia internacional titulada «Las mujeres construyen una cultura del encuentro interreligioso». Se celebró en Roma a finales de enero y la organizó el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, en colaboración con la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas.

Monseñor Indunil Janakaratne Kodithuwakku, secretario del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, lo juzga un acontecimiento sin precedentes. Explica que la conferencia de Roma fue histórica porque «participaron 30 mujeres de 23 países y pertenecientes a 12 religiones. Además, la conferencia se diseñó específicamente para escuchar los relatos de las mujeres, especialmente de las que proceden de las periferias y están implicadas en el diálogo interreligioso e intercultural. Todas las ponentes eran mujeres y fue una experiencia nueva y enriquecedora conocer, desde sus perspectivas femeninas, todo el importante trabajo que están realizando en tantos ámbitos diferentes de la sociedad».

Este acto, sin embargo, no fue el único que el ministerio organizó en este sentido…

–Sí. La conferencia fue la culminación de una serie de eventos organizados por este Dicasterio para promover el papel de la mujer en el diálogo interreligioso. Por ejemplo, la Asamblea Plenaria del Dicasterio en 2017 tuvo como tema «El papel de la mujer en la educación hacia la fraternidad universal«. «Acción contemplativa y contemplación activa: monjas budistas y cristianas en diálogo» fue, por otro lado, el tema de la primera conferencia internacional conjunta entre mujeres consagradas de las dos religiones, celebrada en Kaohsiung, Taiwán, en octubre de 2018. Por último, el mensaje para la fiesta budista de Vesak de 2019 se tituló «Budistas y cristianos: promover la dignidad y la igualdad de derechos de las mujeres y las niñas».

¿Por qué sintió la necesidad de organizar el pasado enero la conferencia dedicada al papel de la mujer en el diálogo interreligioso?

–En primer lugar, para realzar el papel de la mujer en el ámbito del diálogo interreligioso: diálogo de vida y de acción, diálogo teológico y espiritual. A continuación, hacer hincapié en que el diálogo es un viaje que hombres y mujeres deben emprender juntos, y subrayar que la igualdad de dignidad y derechos de las mujeres también debe reflejarse en el diálogo interreligioso: más mujeres deben ocupar un lugar en las mesas de debate y toma de decisiones, donde siguen siendo superadas en número por los hombres. Además, en la conferencia también se escuchó la presentación de la imagen de la mujer en diferentes escrituras y enseñanzas religiosas. En esencia, todo esto sirve para promover la «cultura del encuentro», un concepto muy querido por el Papa Francisco.

¿Cuáles eran los objetivos de esta conferencia?

–Los objetivos eran celebrar a las mujeres y sus logros; redescubrir cómo los elementos específicamente femeninos de nuestras tradiciones religiosas pueden despertar la energía espiritual para sanar nuestro mundo herido; escuchar y aprender de los esfuerzos actuales de las mujeres de todo el mundo por crear sociedades más fraternas a través del diálogo.

¿Cuáles fueron los resultados concretos?

–Creo que la conferencia logró sus objetivos: las mujeres fueron reconocidas y apoyadas en su importante labor; hicieron excelentes presentaciones sobre sus respectivas tradiciones religiosas y las formas en que las religiones defienden la dignidad de la mujer. Junto con los demás participantes en la conferencia, las mujeres también nombraron y combatieron los elementos de discriminación contra la mujer y sus causas. Relataron su trabajo concreto en educación, sanidad, defensa de los derechos humanos, derecho y preservación cultural. Compartieron testimonios sobre la construcción de puentes entre diferentes grupos culturales y religiosos en sus contextos locales. Los resultados fueron, en definitiva, el enriquecimiento de la comprensión y la construcción de relaciones.

¿Cuál es hoy el papel de las mujeres, cada una en su religión, en la construcción de una cultura del encuentro?

–Muchas mujeres destacaron las características específicamente femeninas que contribuyen a construir una cultura del encuentro y que trascienden las diferencias religiosas: la crianza maternal y la protección de los demás, especialmente de los más vulnerables; el equilibrio que las mujeres ofrecen a los hombres; su capacidad para crear espacios de diálogo incluso en medio de conflictos; y su acción pacífica contra la injusticia. Estas características deben estar presentes en diversos aspectos de la sociedad, incluido el liderazgo, para la construcción de un mundo más fraterno. Por supuesto, también ofrecieron testimonios vivos de una forma femenina de hacer diálogo, que deja más espacio a toda la gama del discurso humano, incluidas las narrativas, las emociones y la relacionalidad.

¿Por qué la acción de las mujeres es hoy crucial para el desarrollo del diálogo interreligioso?

–Es necesario conocer mejor las experiencias y preocupaciones de todos, lo que implica la inclusión de las mujeres en el diálogo. Uno de los principales objetivos del diálogo interreligioso es la paz, y las mujeres son constructoras naturales de paz, gracias a su comprensión innata de la dignidad de todo ser humano y del daño que les causan las situaciones de discriminación y violencia.

¿Cómo pueden participar más las mujeres en el diálogo interreligioso?

–Las mujeres siempre han participado en el diálogo de la vida, por el que personas de distintas tradiciones religiosas conviven y resuelven pacíficamente las tensiones derivadas de las diferencias. También están tomando la iniciativa de participar más en el diálogo interreligioso a nivel formal y teológico. Aunque los diálogos separados por sexos pueden ser fructíferos, es necesario que haya más diálogos compuestos por hombres y mujeres, especialmente a la hora de tomar decisiones importantes sobre cómo pueden trabajar juntos los fieles de las tradiciones religiosas para construir una cultura del encuentro.

¿Cómo puede influir positivamente el diálogo interreligioso entre mujeres en el camino hacia la paz en un mundo cada vez más beligerante?

–Las mujeres a menudo dan forma a una manera de escuchar y hablar que está abierta a un camino de paz. Como suele decir el Papa Francisco, el diálogo es el camino a seguir, mientras que la guerra es una pérdida para todos. Por su capacidad natural de acoger la diversidad del otro, las mujeres dan forma a este proceso de paz, que está en curso y nunca termina. Las mujeres también tienen cierta perseverancia y paciencia ante las dificultades, cualidades necesarias para construir la paz.

Tras la conferencia del pasado enero, ¿formarán las ponentes una red para seguir debatiendo estos temas?

–Sí, están encantadas de conocer a otras mujeres que se esfuerzan por marcar la diferencia en favor de la paz y la justicia en sus contextos locales.

¿Cómo les ayudará el Departamento a crear redes?

–Aún estamos debatiendo cómo lo haremos concretamente, pero tanto nosotros como las mujeres tenemos muchas ideas sobre el trabajo que podemos hacer juntos y sobre cómo mantenernos en contacto a través de este trabajo.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

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