El arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor García Ibáñez (Guantánamo, 1945), es ingeniero por la Universidad de la Habana y sacerdote desde 1985. Desde 2009 preside la Conferencia de Obispos de Cuba, con quienes ha acudido recientemente a Roma para la visita ad limina al Papa Francisco. Asegura que el Santo Padre “está muy cercano a nosotros” y “muy informado”.
‒ Rafael Miner
Hay mucho ruido sobre Cuba. Sobre todo político. Sin embargo, la Iglesia sigue su rumbo, y los obispos cubanos estuvieron hace pocas semanas con el Papa Francisco en su visita ad limina. De vuelta a la isla, Palabra localizó en Madrid a monseñor Dionisio García Ibáñez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos cubanos desde 2009, que ha recibido en Cuba, ya como obispo, a tres Papas: san Juan Pablo II (1998), Benedicto XVI (2012) y Francisco (2015).
La breve charla gira sobre la visita a Roma, y también sobre aspectos que no suelen abordarse al hablar de Cuba, por ejemplo, la fe del pueblo cubano.
Monseñor, ¿qué les ha dicho el Papa?
—La visita ad limina se puede calificar como muy buena. Hemos visto al Papa muy preparado, muy informado sobre los temas que le habíamos comentado, y muy cordial. Le hemos planteado con libertad muchas inquietudes, pero sobre todo le hemos informado aún más. La visita comenzó con un retiro espiritual, porque no sólo se trata de vernos y dar informes. Eso es lo que hace cualquier empresa. Le hemos visto muy acogedor, cercano, como estuvo con nosotros en su visita a Cuba, en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre. Para nosotros, es muy importante compartir las experiencias en nuestra iglesia con el Pastor de la Iglesia universal.
Se ha referido a la Virgen de la Caridad del Cobre. Usted recibió también a Benedicto XI, como arzobispo de Santiago. Y habló de la devoción a la Virgen de las gentes de Cuba con palabras bonitas.
—Sí, le dije que esa pequeña imagen ante la que vino en peregrinación nos ha acompañado a lo largo de 400 años. Acudimos a su Santuario católicos y no católicos, creyentes y no creyentes, porque en Ella descubrimos el amor de Dios para con nosotros, o porque la descubrimos presente desde los orígenes de nuestra nación.
¿Puede hablarnos de la fe del pueblo cubano?
—El pueblo cubano es un pueblo creyente. Puede decirse que todos los años que estuvimos con limitaciones fuertes para la vida de la Iglesia, para la práctica de la fe, no terminaron con su religiosidad…