Los Emiratos Árabes Unidos acogen estos días la Cumbre internacional COP28. Un encuentro que centra sus objetivos en las difíciles negociaciones para el abandono gradual de algunos tipos de combustibles.
198 países participan en este encuentro con la misión de delinear medidas y acciones sociales y económicas para lograr una transición hacia otras fuentes de energía renovables como la energía solar, la eólica, la hidroeléctrica o la geotérmica. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha instado en su mensaje de inauguración a la comunidad internacional a erradicar los combustibles fósiles.
El Papa tenía previsto asistir, pero – como es conocido – canceló hace algunos días su participación, debido a problemas de salud. Tampoco han acudido presente el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, o el líder de la República Popular China, Xi Jinping, países que – por otra parte- juntos generan el 40% de las emisiones globales anuales de gases de efecto invernadero.
Aunque el pontífice no asiste personalmente, no ha querido dejar atrás su interés y atención hacia estas problemáticas. Muestra de ello son algunos de los últimos mensajes que ha compartido en la red social X: «Ahora se nos pide responsabilidad por la herencia que dejaremos tras nuestro paso por este mundo. Si no reaccionamos ahora, el cambio climático dañará cada vez más la vida de millones de personas».
Asimismo, el Papa ha enviado un videomensaje a este encuentro, unaas palabras que se suman a la alocución de la que ha sido portador el Cardenal Parolin, Secretario de Estado que preside la Delegación de la Santa Sede – ya presente en Dubái durante la COP28- y que inauguró, junto al al Cardenal Ayuso, Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso el Faith Pavilion, el pabellón de la Santa Sede en esta conferencia.
El Cardenal Parolin no ha ocultado su pesar por la imposibilidad de contar con la presencia del Papa en las reuniones bilaterales programadas del sábado con varios jefes de Estado y de Gobierno presentes en el evento. «Había muchas personalidades políticas que querían ver al Papa», ha revelado el cardenal antes de viajar a Dubai. «En el corazón del Papa – ha asegurado el Secretario de Estado – está la conciencia de la necesidad de actuar para el cuidado de la casa común, la urgencia de posiciones valientes y un nuevo impulso a las políticas locales e internacionales para que el hombre no se vea amenazado por intereses partidistas, miopes o depredadores».
Como se sabe, la COP28 está llamada a dar una respuesta clara de la comunidad política para afrontar con determinación la actual crisis climática en los plazos urgentes que indica la ciencia.
El Papa – en palabras de Parolin- explica que «con el paso del tiempo… no reaccionamos suficientemente, ya que el mundo que nos acoge se está desmoronando y quizás se acerca a un punto de ruptura».
No sólo los estudios científicos ponen de manifiesto los graves impactos del cambio climático producido por el comportamiento antrópico, sino que ya es cotidiano asistir en todo el mundo a fenómenos naturales extremos que afectan gravemente a la calidad de vida de gran parte de la población humana