La Iglesia celebra el 1 de septiembre la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación. Este día da comienzo al Tiempo de la Creación, que finaliza el 4 de octubre y tiene como objetivo poner el foco en el cuidado del planeta.
El lema de 2024 es “Esperanzar y actuar con la creación”, una frase que hace referencia a la Carta de san Pablo a los cristianos romanos. Para unirse al Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Española ha publicado un mensaje firmado por la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social.
En el texto, los obispos españoles subrayan que “la visión cristiana del mundo destaca la posición central del hombre dentro de la creación y su relación con el entorno natural”. Debido a esto, “el ser humano está llamado a cuidar de la ‘casa’ natural, pero sin considerarse como el centro absoluto del universo”.
La posición central del hombre, destacan los obispos, le obliga a “caminar por las senda de la buena noticia de una esperanza comprometida, encarnada en el drama de lo humano y lo natural, por la vida de la ecología integral y de la fraternidad universal”.
Dios, el hombre y la creación
Esta responsabilidad del “cuidado de la creación interrelaciona el misterio de Dios con el misterio del ser humano, porque se remonta al acto de amor con el que Dios crea al ser humano a su imagen y semejanza”.
Por esto, la Conferencia Episcopal insiste en que “como cristianos nos toca vivir de un modo comprometido nuestra fe informada por la acción del Espíritu Santo”. Es precisamente el Espíritu quien nos hará sentir “llamados a una verdadera conversión centrada en la propuesta viva y sincera de nuevos estilos de vida en lo personal, lo social, lo político y lo económico, así como en la espiritualidad y vivencia de lo trascendente y de lo religioso”.
Los obispos concluyen su mensaje reafirmando su compromiso “a dar pasos firmes en el interés del cuidado de la creación como algo esencialmente unido a las preocupaciones sociales de la humanidad, inseparable de la preocupación por el desarrollo de la fraternidad universal, así como del cuidado de los más débiles y vulnerables”.