Vaticano

Las monjas que van a residir en el «Mater Ecclesiae» llegan al Vaticano

El monasterio "Mater Ecclesiae" vuelve a ser la residencia de una orden contemplativa. Se trata de una rama separada de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria, en Argentina.

Giovanni Tridente·7 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos
Mater Ecclesiae

El monasterio "Mater Ecclesiae" (CNS photo / Paul Haring)

Con el comienzo del nuevo año, el monasterio «Mater Ecclesiae», en los Jardines Vaticanos, vuelve a ser la residencia de una orden contemplativa, de una rama separada de las monjas de la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria, en la provincia de Buenos Aires (diócesis de San Isidro), en Argentina.

Ha sido el propio Papa Francisco quien ha querido en el Vaticano a la pequeña comunidad de seis monjas, que se instaló el pasado 3 de enero. Recibió a las monjas el presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, organismo al que el pontífice ha confiado la gestión de todos los asuntos relativos al monasterio.

Hasta el 31 de diciembre de 2022, como se recordará, el «Mater Ecclesiae» albergó al Papa emérito Benedicto XVI, que lo había elegido como residencia inmediatamente después de su renuncia, para seguir permaneciendo en el «recinto de Pedro» y rezar por su sucesor.

Sin embargo, el pasado 1 de octubre, a través de una carta el Papa quiso restablecer la costumbre anterior de destinar el monasterio a la vida contemplativa, que se remontaba a 1994 a instancias de San Juan Pablo II. El propósito original, de hecho, era acoger órdenes contemplativas para apoyar al Santo Padre en su solicitud diaria por toda la Iglesia «a través del ministerio de la oración, la adoración, la suya y la reparación, siendo así una presencia orante en silencio y soledad», se explicaba en una nota.

La residencia en el “Mater Ecclesiae”

Según el Estatuto del Monasterio, cada cinco años se alternan distintas órdenes monásticas. De 1994 a 1999 estuvo ocupado por las Clarisas; después, hasta 2004, por las Carmelitas Descalzas; de 2004 a 2009 por las Benedictinas, y hasta 2012 -antes de la entrada de Benedicto XVI- por las monjas de la Visitación.

El monasterio “Mater Ecclesiae” se encuentra a sólo unos cientos de metros de la casa Santa Marta y está dividido en dos partes: una capilla de dos plantas al oeste y las dependencias monásticas con 12 celdas en cuatro niveles. También hay un huerto junto al monasterio.

Por su parte, la Abadía de Santa Escolástica, de donde vienen las nuevas 6 residentes de la última casa de Benedicto XVI, es un monasterio fundado en 1941 y perteneciente a la Congregación del Cono Sur. Situada en las afueras de Buenos Aires, la comunidad benedictina de culto «quiere ser para todos los habitantes de la ciudad como un faro que con su vida orante y contemplativa, con su alabanza y su trabajo, ilumine el camino de los hombres y acompañe sus pasos a veces febriles y agitados, sus grandes interrogantes y sufrimientos, sus trabajos y fatigas, sus anhelos y esperanzas», tal como reza su página web.

A partir de ahora, al menos durante los próximos cinco años, estas monjas acompañarán las fatigas y todos los anhelos de esperanza del Sucesor de los Apóstoles, a pocos metros de la sede donde ejerce su Magisterio.

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