Después de hablar en privado, el Papa Francisco y Tawadros II se han intercambiado unos regalos. Entre ellos, el jefe de la iglesia copto-ortodoxa ha obsequiado a Francisco con unas reliquias de los mártires coptos de Libia, asesinados en 2015. Tras el discurso del Santo Padre, se han retirado a la capilla Redemptoris Mater para rezar juntos.
Conmemoración del encuentro de 1973
El Papa ha comenzado su discurso citando la frase con la que Pablo VI recibió en 1973 a Shenouda III: “Estes es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo” (Salmo 118, 24), para después señalar que “en el camino ecuménico, es importante mirar siempre adelante”, y ha subrayado la importancia de avanzar, a la vez que se hace memoria, en el camino hacia la unidad.
El Santo Padre también ha destacado que el encuentro de 1973 dio comienzo a una etapa histórica en las relaciones entre la Sede de San Pedro y la Sede de San Marcos, ya que supuso el primer encuentro entre un patriarca de la iglesia copto-ortodoxa y el de Roma. “También supuso el fin de una disputa teológica que se remontaba al Concilio de Calcedonia, gracias a la firma de una memorable declaración cristológica conjunta el 10 de mayo de 1973, que más tarde sirvió de inspiración para acuerdos similares con otras Iglesias ortodoxas orientales”, ha explicado.
Un camino ecuménico
Además, ha recordado que el encuentro llevó a la creación de la Comisión Mixta Internacional entre la Iglesia católica y la Iglesia copto-ortodoxa, la cual en 1979 adoptó unos Principios para guiar en el camino a la unidad que fueron firmados por San Juan Pablo II y Shenouda III, en los que se recordaba que “la unidad que prevemos no significa la absorción de una por la otra ni la dominación de una sobre la otra. Está al servicio de cada uno para ayudarle a vivir mejor los dones específicos que ha recibido del Espíritu de Dios”.
El Papa ha agradecido a la Iglesia copto-ortodoxa su compromiso con este diálogo y su apoyo a la Iglesia católica copta, que se ha concretado en la creación del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Egipto. El Papa también ha recordado que fue Tawadros II el que le propuso en 2013 celebrar cada 10 de mayo el “Día de la amistad entre coptos y católicos”, que desde entonces se ha cumplido todos los años.
Recordando un icono copto del siglo VIII que representa a Jesucristo con el monje Mena de Egipto, el Papa ha señalado: “Este icono se llama a veces el ‘icono de la amistad’, porque el Señor parece querer acompañar a su amigo y caminar con él. Del mismo modo, los lazos de amistad entre nuestras Iglesias hunden sus raíces en la amistad del mismo Jesucristo con todos sus discípulos, a los que llama ‘amigos’ (cf. Jn 15, 15), y a los que acompaña en su camino, como hizo con los peregrinos de Emaús”.
Los mártires de Libia
El Papa también ha recordado a los mártires, agradeciendo especialmente a Su Santidad Tawadros II el obsequio de unas reliquias de los mártires coptos asesinados en Libia el 15 de febrero de 2015.
Fueron secuestrados en Libia en enero de 2015 por el grupo terrorista Daesh. Posteriormente, los asesinos difundieron el vídeo de su decapitación en varios portales yihadistas, con el título “Mensaje a la Nación de la Cruz, escrito con sangre”. En el vídeo puede comprobarse que los hombres mueren diciendo “Señor Jesús”. Sin embargo, el vídeo, que tenía el objetivo de intimidar, dio valor a sus familias: «Si los asesinos hubieran imaginado lo que significaría para la Iglesia copta, probablemente no lo habrían hecho. Lejos de intimidarnos, nos da valor. Nos ofreció el documento de la fortaleza heroica de los mártires y la demostración de la fuerza de su fe a través de la oración en sus últimos momentos de vida», indicó el obispo metropolitano de Samalout (fuente: Religión en Libertad).
El grupo estaba compuesto por 20 coptos y un ghanés, Matthew Ayariga, que no era cristiano. Había llegado a Libia buscando trabajo y, antes del secuestro, convivió y trabajó con los coptos. Sin embargo, se le incluye en el martirologio debido a que, cuando los terroristas le preguntaron si rechazaba a Jesús, respondió: “Su Dios es mi Dios”, aun sabiendo que iban a matarle por ello (fuente: Ayuda a la Iglesia Necesitada). Existe un libro sobre los mártires coptos, disponible de momento solo en inglés e italiano, con entrevistas a sus familias.
El Papa ha anunciado que serán reconocidos como mártires también por la Iglesia católica: “Estos mártires fueron bautizados no solo en el agua y el Espíritu, sino también en sangre, una sangre que es semilla de unidad para todos los seguidores de Cristo. Me complace anunciar hoy que, con el consentimiento de Su Santidad, estos 21 mártires serán incluidos en el Martirologio Romano como signo de la comunión espiritual que une a nuestras dos Iglesias”.
Theotokos
En otro gesto ecuménico, el Papa también ha empleado el término Theotokos, “la que ha engendrado a Dios” o “Madre de Dios”, para referirse a María. Se trata de una palabra griega con la que los primeros cristianos designaban a la Virgen y que fue aprobada por el Concilio de Éfeso en el siglo V.
Por tanto, es un término que la Iglesia católica comparte con la copto-ortodoxa. “Que la oración de los mártires coptos, unida a la de Theotokos, siga haciendo crecer la amistad entre nuestras Iglesias, hasta el día bendito en que podamos celebrar juntos en el mismo altar y comulgar con el mismo Cuerpo y Sangre del Salvador, ‘para que el mundo crea’ (Jn 17, 21)”, ha concluido el Santo Padre.