Cultura

María Tarruella Oriol: “Mis pinturas son oraciones”

No es frecuente encontrar una exposición importante de un pintor, en este caso una pintora, que hable de la fe a través del arte contemporáneo, y que afirma a las claras que su pintura es “oración”. María Tarruella lo hace. En esta conversación con Omnes, asegura que “el fondo de mi obra es la fe y la forma es muy vanguardista”.

Francisco Otamendi·30 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos
María Tarruella

Esta pintora contemporánea, que tiene un curriculum a sus espaldas, expone desde el 5 de mayo al 19 junio en Boadilla del Monte (Madrid). Y nos va a contar su exposición, y la escuela de verano el ‘Observatorio de lo invisible’ en el Monasterio de Guadalupe, en conexión con el arzobispado de Toledo y el apoyo de diferentes instituciones, entre las que se encuentran varias universidades.

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En esta ocasión, la artista ha invitado a poetas cristianos que hablan de sus cuadros y de la presencia de Dios en ellos a través de su pluma; y también a un compositor joven de música sacra, que ha compuesto una pieza para cuarteto de cuerda inspirado en una obra de la artista. Ellos estarán en Boadilla el 7 de mayo y el 10 de junio.

“La exposición es la excusa para realizar un encuentro interdisciplinar de las artes contemporáneas en alabanza a Dios, es algo único”, añade María Tarruella, quien manifiesta que “mi vocación es el arte contemporáneo y la fe, conectar los dos mundos para que uno alimente y ensalce al otro, como instrumento de evangelización y de creación”.

Durante la Jornada Mundial de la Juventud 2011, celebrada en Madrid, organizó su primera exposición, ‘Arte +, Fe»’, de la que han florecido múltiples iniciativas. Conversamos, aunque no con facilidad, porque esta mujer realmente no para.

Usted, María Tarruella, tiene una historia personal, familiar, artística y de fe. ¿Qué pasó con uno de sus hijos? Santiago nació con una cardiopatía severa.

― Mi marido y yo dimos un curso prematrimonial sobre la importancia de la fe en el matrimonio. Cuando llegan momentos complicados, lo importante es haber anclado el matrimonio en la fe. Tuvimos que dar testimonio, y contamos cosas. Tenemos cuatro hijos. Está todo en Youtube, en el perfil ‘Cambio de agujas’. [28’ que merecen verse enteros. Ahí podrán ver cómo se hicieron cargo de un pequeño, Arturo, también con cardiopatía, al que encontraron en el hospital con seis meses, aunque no entró a vivir con la familia hasta los dos años y medio. “Arturo es un ángel que ha traído Dios a nuestra familia”, dice la pintora].

¿Qué cuadros estarán en la exposición?

Serán treinta cuadros. Los de 2021 y los de 2022, quizá alguno de 2020, incluidos los que figuran en la mi dirección de internet, bajo el título Vida 2022. El título es Vebo  (Vecinos de Boadilla), porque este año el concurso lo he ganado yo. [El título no le gusta a María, pero es el que hay].

¿Su estudio es una capilla gótica?

― No. Eso fue cuando estaba en Barcelona. Me prestaron una capilla de un castillo a las afueras de Barcelona. Lo limpié y lo usé. En Madrid es mi garaje, en Boadilla.

Díganos algún pintor, algún artista, que le haya inspirado o influenciado de algún modo.

― ¿Amores platónicos o reales, cercanos? A ver, amores platónicos tengo a Anish Kapoor, británico de origen indio, escultor; y Bill Viola, estadounidense, budista, uno de los artistas más importantes del mundo, en Video Art, me inspiro mucho en él. Me apasiona, busca el silencio, la contemplación. El año pasado hubo una exposición buenísima suya en la Fundación Telefónica, y se alargó por el éxito que tuvo.

En cuanto a Kappor, tiene esculturas que son sólo pigmento azul, como un círculo gigante, y te acercas, y se llama Madonna. Él no es cristiano, pero esta sensación de atracción al vientre materno de la Virgen es brutal. Es hindú, trabaja en Londres, y es uno de los ‘picassos’ hoy día.

¿Cómo pinta María Tarruella?

― Con diferentes materiales, no es sólo pintura, se llaman técnica mixta. Son óxidos, tierra, polvos de hierro… Por ejemplo, cenizas para hablar de nuestro pecado, que las barren mantos de cera cristalina para reflejar la fuerza y el amor de Dios; también utilizo minerales como polvo de mica para simbolizar la joya preciosa que somos a los ojos de Dios; la presencia de la Virgen está siempre latente en mi obra con pintura azul tornasolada inspirando destellos de su manto protegiéndonos…

Es usted patrona y fundadora de la Fundación Vía de las Artes, y lanzan a finales de junio el ‘Observatorio de lo invisible’. Cuéntenos.

― Precisamente vengo ahora de la Universidad Francisco de Vitoria, donde hemos hablado de esto. Somos varios artistas que buscamos la trascendencia a través de la creación, Uno es Javier Viver, el que ha hecho la Virgen de Iesu Communio, la de Hakuna; yo como pintora; Ignacio Yepes como músico, y un arquitecto, Benjamín Cano, que a través de los espacios busca la ascensión a Dios. Cómo todos a través del arte buscamos expresar lo sublime.

El Observatorio de lo invisible, único en España, es uno de los proyectos de la Fundación Vía de las Artes, una escuela de verano que realizamos el año pasado, por primera vez, en el Monasterio de Guadalupe. Vinieron cien jóvenes, becados por diferentes universidades de España, Fue apoteósico. Se mezclaba la oración con la creación, Había bastantes que estaban en búsqueda, y encontraron un lugar en el que encontrar algo en ellos. Fue una belleza. Estamos preparando el de este año, que se celebrará también en Guadalupe. El año pasado estuvo el arzobispo, y éste también se acercará.

Una última cosa. Se aprecian muchos tonos azules en sus cuadros. ¿Con qué colores juega más?

― Pues si entras en la serie Vida, es casi toda verde. Después del confinamiento, reflejaba esa necesidad de todo el mundo de acercarse a la naturaleza como locos, y para mí era como un acercarse a Dios, a respirar, a la grandeza y a la libertad. Para mí era como una explosión intrínseca de Dios en la naturaleza hacia nosotros.

Recapitulamos. La exposición se inaugura el 5 mayo, a las 19,30 horas, y estará hasta el 19 de junio; el recital de poesía es el sábado 7 de mayo, a las 19,00 horas, y el 10 de junio será el recital del cuarteto de cuerda, basado en una de las pinturas. Lugar, el Palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte. “Unión de música y pintura, de poesías y pintura”, remacha la pintora catalana María Tarruella Oriol, que en aquel testimonio de ‘Cambio de agujas’, concluyó así: “Si yo quiero decir algo, son aquellas palabras de Juan Pablo II: ‘No tengáis miedo’. No tengáis miedo a amar a Dios. Es como si al tener fe nos dieran superpoderes. Unos superpoderes que nos van a ayudar en los momentos de sufrimiento, y nos van a hacer entender que el sufrimiento no es algo a evitar. Es algo a enfocar bien. Porque el sufrimiento te hace crecer, y te hace amar mucho más”.

El autorFrancisco Otamendi

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