El Hospital Pediátrico «Bambino Gesù» de Roma atiende cada año más de 100 nuevos casos de niños y jóvenes víctimas de abusos y malos tratos. Es lo que se desprende de los datos difundidos por el mismo Policlínico y Centro de Investigación Pediátrica, propiedad de la Santa Sede, con ocasión del Día Internacional de los Niños Inocentes Víctimas de Agresiones, que se celebra el 4 de junio.
En más de 40 años de actividad, el establecimiento romano – punto de referencia para la salud de los más pequeños de toda Italia y del extranjero – ha registrado más de 5.000 casos de violencia contra menores, de los cuales 3.000 sólo en los últimos 15 años, según un comunicado de prensa. Se trata de cifras alarmantes, que fotografían un fenómeno desgraciadamente generalizado, que afecta tanto a niños como a adolescentes de todas las clases sociales.
Las formas más comunes de abuso detectadas son la negligencia o los cuidados excesivos, la violencia presencial, los abusos sexuales y los malos tratos físicos y psicológicos. En la mayoría de los casos, más del 80 %, los autores de este tipo de violencia son personas de la propia familia de la víctima.
Prevención y detección
La edad media de los pacientes ingresados es de 12 años y entre los casos del hospital también hay menores traumatizados procedentes de Ucrania, Siria y otros países devastados por la guerra. Para interceptar precozmente los casos de riesgo, el hospital aplica desde 2009 un procedimiento especial de cribado a los menores que ingresan.
“Los niños que acuden a nosotros llevan los signos de la violencia en la mente y en el corazón», explica Paola De Rose, neuropsiquiatra del Bambino Gesù, “pero todos tienen la oportunidad y el derecho de cambiar la trayectoria a la que la vida les ha expuesto hasta ahora. Y nuestra tarea es contribuir a curar esas heridas”.
De hecho, el hospital ha desarrollado vías de apoyo psicológico específicas, como el hospital de día neuropsiquiátrico «Child Care», al que acuden más de la mitad de los casos interceptados en urgencias. También está la línea de ayuda Lucy, un servicio de asistencia telefónica 24 horas para situaciones de emergencia.
Un proyecto implica también a algunos pacientes jóvenes haciéndoles expresar sus propias experiencias de violencia con dibujos: caras sonrientes rodeadas de negro, animales monstruosos o figuras aterradoras gritando, imágenes crudas y directas de un malestar que el Bambino Gesù se compromete a aceptar y tratar.
Herramientas y proyectos útiles
También en el ámbito de la prevención, el portal del hospital ofrece contenidos elaborados por los neuropsiquiatras del policlínico con información para los niños sobre cómo reconocer situaciones de riesgo potencial y una indicación de las señales a las que deben estar atentos los padres para interceptar el problema.
Por último, en el frente de la investigación, el Hospital de la Santa Sede promueve proyectos para estudiar el impacto del abuso y el maltrato en la salud mental de la infancia y definir programas de tratamiento adecuados. Se está elaborando un protocolo de apoyo a los niños y adolescentes expuestos a la violencia doméstica durante la pandemia del Covid 19 y una serie de intervenciones psicoeducativas en las escuelas sobre los temas de la violencia, el acoso escolar y el ciberacoso.
Desde hace más de 150 años
El Hospital Pediátrico Bambino Gesù se fundó en Roma en 1869 como el primer verdadero hospital pediátrico italiano, siguiendo el modelo del Hôpital des Enfants Malades de París, por iniciativa de los duques Salviati. En 1924 fue donado a la Santa Sede, convirtiéndose a todos los efectos en el Hospital del Papa.
En 1985 recibió el reconocimiento de Instituto Científico de Hospitalización y Tratamiento (IRCCS), que combina la asistencia médica con intensas actividades de investigación. En 2006, recibió su primera acreditación de la Joint Commission International (JCI), el instituto que certifica la excelencia en seguridad y calidad de la asistencia en todo el mundo.