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Los premios Ratzinger, un homenaje del Papa Francisco a su predecesor

La entrega de los premios de la Fundación Ratzinger en el Vaticano se ha convertido este fin de semana en un homenaje del Santo Padre a su predecesor, Benedicto XVI. El Papa Francisco alabó su dedicación al estudio y la investigación, “su fe y su servicio a la Iglesia”.

Rafael Miner·14 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
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El Papa francisco junto a los galardonados ©Vatican media

El Papa Francisco saludó en primer lugar a los galardonados de este año. Son la profesora Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, catedrática emérita de Filosofía de las Religiones y Ciencias Religiosas Comparadas en la Universidad de Dresde, destacada especialista en Edith Stein y Romano Guardini. Y junto a ella, Ludger Schwienhorst-Schönberger, profesor de Antiguo Testamento en la Universidad de Viena y considerado uno de los mayores expertos en los Libros Sapienciales y, en particular, del Cantar de los Cantares.

El mismo saludo afectuoso dirigió el Santo Padre al filósofo y teólogo francés Jean-Luc Marion, profesor de Metafísica en la Sorbona y académico de Francia, y a la profesora australiana Tracey Rowland. experta en relaciones entre la teología del siglo XX y la cultura. Ambos fueron premiados en 2020, y han recibido ahora su galardón junto a los ganadores de 2021, de manos del Papa.

Tracey Rowland ocupa una cátedra en la Universidad de Notre Dame (Australia), y es miembro del consejo editorial de la revista Communio. Además, ha sido ponente de un Foro organizado por Omnes el 14 de abril de 2021, dirigido por el profesor de la Universidad de Navarra, Pablo Blanco, con el título Teología y cultura contemporáneas.

El Papa señaló que es un “vínculo duradero” el que ha establecido la iniciativa de los premios de la Fundación Ratzinger entre la Iglesia y el mundo de la cultura. Porque se constata que la comunidad de premiados crece cada año en número, origen y variedad de disciplinas. La capacidad de la mente humana, añadió, “es el efecto de la ‘chispa’ encendida por Dios en la persona hecha a su imagen”, que la impulsa continuamente “a expresar la vitalidad del espíritu en la conformación y transfiguración de la materia”.

“La Escritura nos habla de la creación de Dios como un ‘trabajo’”, añadió el Santo Padre. “Por ello, rendimos homenaje no sólo a la profundidad del pensamiento y de los escritos, o a la belleza de las obras artísticas, sino también al trabajo realizado con generosidad y pasión durante muchos años para enriquecer el inmenso patrimonio humano y espiritual que hay que compartir. Es un servicio inestimable para la elevación del espíritu y la dignidad de la persona, para la calidad de las relaciones en la comunidad humana y para la fecundidad de la misión de la Iglesia”.

Elogio del Papa emérito Benedicto XVI

En su discurso, el Romano Pontífice se refirió a las personalidades objeto de investigación por los premiados, y citó entre otros a Guardini, De Lubac, Edith Stein, Lévinas, Ricoeur y Derrida, hasta McIntyre. A continuación, afirmó: “Entre estos maestros debe contarse un teólogo que supo abrir y alimentar su reflexión y su diálogo cultural hacia todas estas direcciones juntas, porque la fe y la Iglesia viven en nuestro tiempo y son amigas de toda búsqueda de la verdad. Hablo de Joseph Ratzinger”.

Es “la ocasión de dirigirle una vez más nuestro afectuoso, agradecido y admirado pensamiento», añadió, al tiempo que recordaba su encuentro hace unos meses con motivo del 70 aniversario de su ordenación sacerdotal.: “…sentimos que nos acompaña en la oración, manteniendo su mirada constantemente dirigida hacia el horizonte de Dios. Hoy le damos las gracias, en particular, porque fue también un ejemplo de dedicación apasionada al estudio, a la investigación, a la comunicación escrita y oral; y porque siempre unió plena y armoniosamente su investigación cultural con su fe y su servicio a la Iglesia”.

El Papa subrayó este compromiso con el estudio y la escritura, que continuó durante su pontificado para completar la trilogía sobre Jesús “y dejarnos así un testimonio personal único de su constante búsqueda del rostro del Señor”. De su búsqueda, señaló, nos sentimos “inspirados y animados, y le aseguramos nuestro recuerdo al Señor”.

Cooperadores de la verdad

Se refirió también Francisco al lema elegido por el entonces arzobispo Joseph Ratzinger en Munich: cooperadores de la verdad.“Como sabemos, las palabras de la tercera Carta de Juan: ‘cooperatores veritatis’, son el lema que eligió cuando se convirtió en arzobispo de Munich. Expresan el hilo conductor de las diferentes etapas de su vida, desde sus estudios hasta su enseñanza académica, pasando por su ministerio episcopal, su servicio para la Doctrina de la Fe  ̶ al que fue llamado por san Juan Pablo II hace 40 años ̶  y su pontificado, caracterizado por un magisterio luminoso y un amor indefectible por la Verdad. 

El lema “cooperatores veritatis” sigue inspirando el compromiso de los estudiosos premiados por la Fundación Ratzinger. El Papa Francisco afirmó que esas palabras “pueden y deben inspirar a cada uno de nosotros en nuestras actividades y en nuestras vidas”.

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