“La Catedral es el monumento que transmite a los habitantes de nuestro mundo, con el lenguaje plástico del arte, la fe de quienes nos precedieron y que ha de seguir difundiéndose mediante el testimonio cristiano. La Catedral es el “lugar” donde parte la misión de la Iglesia que siempre está relacionada con la creación de nuevas comunidades cristianas que tienen siempre un “lugar” donde celebran la fe haciendo memoria del Señor”, señala a Omnes José Luís González Vázquez, presbítero desde 1980, delegado episcopal de Liturgia de la archidiócesis de Oviedo y canónigo prefecto de liturgia de la Catedral.
El 13 de octubre es el día que la diócesis de Oviedo celebra la dedicación de su Catedral que tiene por titular al Salvador y a los Doce apóstoles. Este fue el deseo de Alfonso II el Casto, que no solamente hizo de la ciudad donde había nacido (Oviedo), capital del Reino de Asturias, sino que en ella estableció, en el año 811, una nueva diócesis siendo su primer obispo Adolfo, explica don José Luis González.
Este año 2021 es, por tanto, especial para la catedral ovetense y la archidiócesis, porque se cumplen los 1200 años de la consagración de su primer altar.
“Es un momento de gracia que se nos ofrece, a los que formamos parte de esta diócesis ovetense, a fin de que sepamos vivir la Catedral como centro y manifestación de la Iglesia local”, añade el delegado de Liturgia, que es también profesor de Sacramentología y liturgia del Seminario, y licenciado en Teología litúrgica.
De modo que este año, tras el tradicional Jubileo de la Santa Cruz, que tiene lugar del 14 al 21 de septiembre, tendrá lugar la celebración del 13 de octubre, cuyo momento cumbre será la celebración de la Misa en rito Hispano. De todo ello conversamos con José Luis González, de modo virtual, como pueden imaginar.
¿Qué se celebra exactamente y cuál es su significado? ¿Puede comentar el contexto histórico?
-Todos los años, el 13 de octubre, la Diócesis de Oviedo celebra la dedicación de su Catedral que tiene por titular al Salvador y a los Doce apóstoles. Este fue el deseo de Alfonso II el Casto, que no solamente hizo de la ciudad donde había nacido –Oviedo- capital del Reino de Asturias, sino que en ella estableció, en el año 811, una nueva diócesis siendo su primer obispo Adolfo.
En este año de 2021 se cumplen, por tanto, los 1200 años de la consagración de su primer altar. Es un momento de gracia que se nos ofrece, a los que formamos parte de esta Diócesis ovetense, a fin de que sepamos vivir la Catedral como centro y manifestación de la Iglesia local.
La Catedral no es un lugar de reunión, como podría serlo una sala de espectáculos. Por ser el lugar de la proclamación de la Palabra de Dios y la celebración de los sacramentos, en particular los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la noche pascual, constituye un signo de carácter casi sacramental.
Por otro lado, es el símbolo elocuente de la singularidad de la Diócesis a la que pertenece; de los lazos de comunión con las restantes diócesis que forman la Iglesia católica y, aspecto muy importante y en ocasiones olvidado, signo de la apostolicidad de nuestra Comunidad Diocesana.
El nombre le viene porque en ella está la cátedra episcopal. El que en ella se sienta es el Obispo propio que es garante de la fe de la Iglesia que preside, puesto que, la sucesión apostólica, es mucho más que una transmisión de poderes: es una inserción en la apostolicidad de la Iglesia, en la sinfonía de comunión con otras Comunidades Cristianas. Por tanto, la cátedra es el símbolo que identifica el lugar donde el Obispo preside la Diócesis, predica el evangelio, testifica la veracidad de los sacramentos que en ella se celebran. Es, consiguientemente, un lugar único en su género ya que, a través de la cátedra, hace visible no solo el carácter pastoral del ministerio episcopal, que implica enseñanza y gobierno, sino también la unidad en la fe de aquellos a quienes el Obispo reúne en el nombre de Cristo, pastor por excelencia.
Por la grandeza de su construcción, la Catedral siempre hace referencia al templo espiritual que brilla por la grandeza de la gracia divina, pero, al mismo tiempo, es también una figura visible de la Iglesia de Cristo, que, aquí abajo, eleva a Dios su súplica, su alabanza y su adoración. Esta realidad motiva la peregrinación a la Catedral, como fuente de la fe para toda la Diócesis.
¿Qué actos tienen previsto el Arzobispado de Oviedo y toda la Comunidad Diocesana para celebrar esta efeméride?
-El Cabildo catedralicio, encargado de cuidarla y servirla, está organizando una serie de actos que abarcan tres aspectos: a) Expositivos. b) Conciertos musicales. c) Conferencias culturales. El momento cumbre será la celebración de la Misa en rito Hispano el mencionado día trece de octubre.
En la agenda de la Catedral ocupa un lugar muy destacado el “Jubileo de la Santa Cruz” que anualmente en ella se celebra. Se inicia el día 14 de septiembre y se concluye el día 21 del mismo mes. Estos días de júbilo están en relación con la “Cruz de los Ángeles”, bellísima joya regalada a nuestra Iglesia diocesana por el rey Alfonso II en el año 808.
Desde antaño se denomina nuestro primer templo con el nombre de “Sancta Ovetensis” por las reliquias en ella se guardan. La más importante es el “Santo Sudario”: precioso lienzo que, como narra el evangelio, cubrió el rostro del Señor cuando lo bajaron de la cruz y lo encontraron en el sepulcro vacío de Cristo “enrollado en un sitio aparte” (cfr. Jn 20,7).
Procedente de Jerusalén, junto con otras muchas reliquias que se guardaron en un “Arca Santa”, y debido a la invasión de los persas en el año 614, dio lugar a que esta arca fuese trasladada de Palestina a Cartagena. Posteriormente pasó a Sevilla y, más tarde, a Toledo. Con la invasión musulmana de la península ibérica, encontró refugio en el “Monsacro”: pequeño monte cercano a la ciudad de Oviedo; posteriormente fue llevada a la “Cámara Santa” de la Catedral de Oviedo, por deseo del rey Alfonso II el Casto y, desde entonces, en ella permanece.
Santo Sudario y Jubileo de la Santa Cruz
-Tradicionalmente, la reliquia del “Santo Sudario” –la más insigne- se muestra los días 14 y 21 de septiembre al finalizar la celebración eucarística; también el Viernes Santo. Este año, el “Jubileo de la Santa Cruz” estará presidido cada día por un obispo. Lo abrirá el Sr. Nuncio y lo cerrará el Sr. Arzobispo. El resto de los días nos acompañarán los que forman parte de la provincia eclesiástica de Oviedo, los naturales de nuestra tierra junto con el Sr. Cardenal presidente de la Conferencia Episcopal Española.
El que a través del tiempo, en nuestra Catedral, se guarden tan insignias reliquias relacionadas con la persona de Jesús, el Señor, ha hecho de ella lugar de peregrinación. Son varios los caminos que conducen a la “Sancta Ovetensis”. Sus nombres son: “Camino de San Salvador” y, también, “Camino de las Reliquias”. En la Catedral de Oviedo se encuentra el origen del “Camino de Santiago”. Su primer peregrino fue el rey asturiano Alfonso II. También es meta de peregrinación.
¿Se contará de algún modo con la sociedad civil asturiana?
-El Ayuntamiento de Oviedo manifestó, en la persona de su alcalde, el deseo de colaborar en estos acontecimientos y así lo está haciendo; algún medio de comunicación social ha ofrecido igualmente su generosa disposición.
En un momento en el que parece que «se cierran» más templos de los que se abren, se rememora la dedicación del “corazón de la diócesis”. ¿Qué significado tiene para la diócesis, para sus fieles?
– El edificio catedralicio, que es sagrado porque está destinado a contener el “Cuerpo de Cristo” que es su Iglesia, tiene una fuerte capacidad evocadora. Es el monumento que transmite a los habitantes de nuestro mundo, con el lenguaje plástico del arte, la fe de quienes nos precedieron y que ha de seguir difundiéndose mediante el testimonio cristiano. La Catedral es el “lugar” donde parte la misión de la Iglesia que siempre está relacionada con la creación de nuevas comunidades cristianas que tienen siempre un “lugar” donde celebran la fe haciendo memoria del Señor. Festejar la dedicación de nuestra “Iglesia Madre”, es renovar el compromiso de hacerla crecer mediante la vivencia más comprometida del evangelio.
¿Habrá alguna referencia a la Virgen de Covadonga, la Santina, objeto de tanta devoción popular?
-La Catedral de Oviedo engloba hoy tres iglesias que, en su inicio, estuvieron separadas, pero al “crecer” la fábrica catedralicia las fue englobando en su interior. Son: la capilla de Santa María del Rey Casto, panteón de los Reyes de Asturias; el templo de San Salvador y los Doce Apóstoles, y la Cámara Santa, donde se guardan las diversas reliquias que a esta Sede llegaron a través del tiempo.
En la capilla de Santa María del Rey Casto, en su retablo central, presidiéndolo, se encuentra la imagen llamada de “Santa María de las Batallas”. La imagen de “Nuestra Señora de Covadonga” –popularmente llamada “La Santina”- recibe también el nombre, aunque es menos conocido, de “Santa María de las Batallas” y, posiblemente, acompañase a los reyes asturianos en su deseo de recuperar para Cristo la península ibérica conquistada por los árabes tras la batalla de Guadalete.