El director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ha informado esta mañana que el Papa ha podido descansar bien la noche anterior. La tomografía computarizada realizada ayer, 18 de febrero, «mostró el inicio de una neumonía bilateral» que, dados los problemas respiratorios del Pontífice han resultado en «bronquiectasias«, un ensanchamiento de las vías respiratorias que hace que una persona sea más susceptible a las infecciones y «bronquitis asmática» y, en consecuencia, «el tratamiento terapéutico es más complejo», había dicho el boletín.
Después del desayuno leía algunos periódicos y luego se dedicaba a actividades laborales con sus colaboradores más cercanos.
Por la tarde, la Santa Sede ha informado de nuevo que «las condiciones clínicas del Santo Padre parecen estacionarias. Los análisis de sangre, evaluados por el personal médico, muestran una ligera mejoría, especialmente en los índices inflamatorios».
Antes del almuerzo recibió la Eucaristía y, por la tarde, recibió la visita de la primera ministra, Giorgia Meloni, con quien pasó 20 minutos en privado. A la salida del encuentro, la propia Meloni ha declarado en un comunicado estar «muy contenta de haberle encontrado atento y receptivo. Hemos bromeado como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor».