Estados Unidos

«Escuchar, enseñar y enviar”, el marco pastoral para el ministerio con los jóvenes en los Estados Unidos

El nuevo documento de la Conferencia episcopal estadounidense para la pastoral con los jóvenes tiene como objetivo revitalizar el ministerio y renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

Gonzalo Meza·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Jóvenes

Un grupo de jóvenes (Unsplash / Duy Pham)

Los obispos de Estados Unidos aprobaron durante su reunión de primavera 2024 un nuevo marco pastoral para el ministerio con los jóvenes. El documento, titulado “Escucha, enseña y vive” (EEV), es una respuesta al Sínodo sobre los jóvenes que tuvo lugar en Roma en 2019 y su exhortación apostólica post-sinodal “Christus Vivit”, del Papa Francisco. EEV tiene como objetivo revitalizar la pastoral con los adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, así como renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

El texto toma como punto de referencia la historia del camino de Emaús (Lc, 24, 13-35) “Jesús nos dio un ejemplo de cómo acompañar a jóvenes adultos en sus caminos de vida. Como el Señor, primero escuchamos las historias, las alegrías y las preocupaciones de quienes encontramos en el camino. Luego respondemos con una enseñanza dinámica y finalmente establecemos las condiciones para enviar a los jóvenes a seguir el llamado de Dios en sus vidas, para que puedan transformar el mundo con amor”, dijo Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester y presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la Conferencia Episcopal Norteamericana (USCCB), organismo encargado de elaborar el documento.

Además del prefacio y la introducción, EEV contiene tres partes definidas en torno a tres temas: escuchar, enseñar y enviar. En la primera sección, el texto precisa que la Iglesia está llamada a escuchar a los jóvenes, comprender sus historias y estar atenta a sus necesidades. En ese sentido, se advierte sobre los riesgos que los jóvenes enfrentan hoy en día, entre ellos la secularización, las divisiones raciales y culturales, el divorcio, el ataque a la familia tradicional, así como “el auge de la tecnología móvil, la prevalencia de las redes sociales (con su impacto en la salud y el bienestar mental), la cultura generalizada del relativismo y las crisis de abusos sexuales en la sociedad y en la propia Iglesia”.

Ausencia de los jóvenes

Uno de los puntos de alarma que enfatizan los obispos es la ausencia de los jóvenes en la Iglesia y el abandono de la fe, lo cual tiene implicaciones en el ámbito vocacional: “En los últimos años hemos visto un aumento estadístico significativo en el número de personas que ya no se identifican con ninguna tradición religiosa o comunidad de fe (a menudo llamados los “nones”). También nos entristece que cada vez menos adultos jóvenes busquen el matrimonio en la Iglesia o el sacerdocio o la vida consagrada”. Ante esta realidad, los obispos subrayan la importancia que tienen la familia y los padres para contrarrestar esta tendencia. Ellos, dicen los obispos, son los “primeros catequistas de sus hijos» y por ende son de crucial importancia para  transmitir la fe de generación en generación. En ese tenor, EEV enfatiza la importancia de la evangelización poniendo especial atención al lenguaje y estilo de comunicación, de forma que las nuevas generaciones lo puedan comprender.

En el segundo capítulo, dedicado al tema de “enseñar”, EEV propone el encuentro o reencuentro de Cristo mediante los sacramentos, los cuales disipan las oscuridades y aumentan las alegrías pues permiten que Jesús transforme sus vidas al suscitar una conversión del corazón: “ábranse a la conversión del corazón, al camino de Jesús para convertirse en un discípulo misionero, encendido con la fe, dando testimonio de Cristo, acompañando a los demás y entregando su vida al Señor por los demás”, exhortan los prelados a los jóvenes. No obstante, los obispos reconocen que ello puede traer dificultades: “Las enseñanzas de Cristo son contraculturales y transformadoras pues implican la búsqueda ante todo el Reino de Dios, el amor a los enemigos, el vivir una vida moral y el sacrificio por el bien de los demás (especialmente de aquellos que están marginados y olvidados)”.

Los jóvenes como protagonistas

Los jóvenes deben ser los protagonistas, en la tarea de evangelización, tal como indica la sección llamada “enviar”: “La iglesia debe enviar a los jóvenes como testigos evangelizadores para promover la caridad, la justicia y empoderarlos a ser protagonistas en sus comunidades”. Los obispos norteamericanos reconocen que la pastoral con los jóvenes no siempre será fácil ni se cambiarán las cosas de la noche a la mañana, sin embargo “con el Señor a nuestro lado, a través de la guía del Espíritu Santo y con la intercesión de nuestra Santísima Madre nos esperamos recorrer este sagrado camino de acompañamiento pastoral”.

Aunque este texto se publica en el quinto aniversario de “Christus vivit”, no es la primera vez que los obispos estadounidenses se pronuncian sobre la pastoral con los jóvenes. Otros documentos previos que abordan el tema son: “Una visión para el ministerio juvenil” (1976); “Empoderados por el Espíritu” (1985) sobre el ministerio en los campus universitarios; “Hijos e Hijas de la Luz” (1996) sobre el ministerio con adultos jóvenes; y “Renovando la Visión” (1997). La USCCB también ha escrito una sección dedicada a la pastoral juvenil hispana en el texto “Discípulos misioneros avanzando con alegría: plan nacional para el ministerio hispano/latino” (2023).

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica