Iniciativas

Beatriz Fra: «Queremos reconquistar las almas de los jóvenes para Cristo»

Beatriz Fra fue una de las presentadoras de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil, una iniciativa que quiere acercar a los jóvenes a Dios apoyándose en los dos pilares de la Iglesia: la Eucaristía y la Virgen María.

Paloma López Campos·20 de julio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos
Jóvenes JEMJ

Un joven lleva una camiseta con el lema de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEMJ)

Del 5 al 7 de julio, cientos de jóvenes acudieron a Covadonga para celebrar la Jornada Eucarística Mariana Juvenil, una iniciativa de la asociación “En marcha” que quiere recordar a los católicos la importancia de la Eucaristía.

Con el lema “Levantad vuestros corazones”, tal como explican en su página web, los organizadores de la jornada desean que este proyecto sirva para “reavivar y fortalecer la fe de los jóvenes en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, de la mano de María”.

Para conocer mejor lo ocurrido durante aquellos días en Covadonga, Omnes ha entrevistado a Beatriz Fra, encargada de la difusión y presentadora, junto a su marido, de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil.

¿Por qué pensaron que es importante hacer una jornada así orientada a los jóvenes?

– Todo surge por una encuesta que se realizó en Estados Unidos. Muchos de los jóvenes que pertenecemos a la asociación “En marcha” vemos la Eucaristía como un carisma que tenemos, hemos tenido un encuentro personal con el Señor en la Eucaristía y nos hemos dado cuenta de lo importante que es. Al mismo tiempo, nos hemos percatado de que en este mundo hay un ataque directo hacia el Señor Eucaristía, incluso dentro de la Iglesia, donde muchas veces no se trata con el suficiente respeto.

Volviendo al principio, hace unos años surgió en Estados Unidos una encuesta donde se ve que el 70 % de los católicos no creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, sino que lo viven como algo simbólico. Esta noticia en Estados Unidos es muy alarmante y la Conferencia Episcopal respondió con distintas iniciativas para solucionarlo.

Nosotros también quisimos hacer algo. De ahí nace la idea de llevar a los jóvenes a un encuentro de formación, de vivencia y de comunidad para mostrar lo que significa la Eucaristía. En ese momento nace la asociación “En marcha”.

Lo hemos enfocado hacia los jóvenes en parte porque muchos voluntarios de la asociación somos jóvenes y porque entendemos que, como decía Juan Pablo II, ellos son la esperanza de la Iglesia.

¿Qué conexión hay entre la Eucaristía y la Virgen María?

– Para nosotros hay una conexión entre la Eucaristía y la Virgen María porque somos 100 % católicos. Los católicos tenemos esas dos columnas. San Juan Bosco tuvo un sueño en el que observó que la barca de la Iglesia se sostiene ante las tribulaciones del mundo solo si se sujeta en la Eucaristía y la Virgen María. Nos damos cuenta de que ser católico es una riqueza precisamente porque tenemos cosas tan específicas como el regalo que el Señor ha hecho a su Iglesia con la Eucaristía y con nuestra Madre.

La Virgen ha actuado multitud de veces en nuestra vida como una Madre que nos acerca a su Hijo, que nos explica los misterios que quizá de forma racional no alcanzamos a entender pero que por medio de la oración con la Virgen logramos comprender mejor.

Un católico no puede vivir sin los sacramentos, pero tampoco puede vivir sin la presencia de la Virgen María en su día a día. Queremos que los jóvenes puedan aprovechar estos dos regalos tan únicos de nuestra fe católica.

¿Por qué se eligió precisamente Covadonga para realizar la Jornada Eucarística Mariana Juvenil?

Asistentes a la jornada (JEMJ)

– Queríamos que fuera tanto una jornada eucarística como mariana, buscamos por tanto un sitio con presencia de la Virgen, también porque se vive en ellos una gracia especial. Al tener lugar la jornada en Covadonga, el evento adquiere un tinte de reconquista de las almas. El lema de la jornada ha sido “Levantad vuestros corazones” y lo que queríamos era que, bebiendo de nuestra propia historia, los jóvenes se dieran cuenta del tesoro que tenemos. Que sepan que hay que luchar para vivirlo personalmente, pero también hay que pelear para que otros jóvenes puedan compartirlo.

Igual que hace muchos siglos en Covadonga don Pelayo, al amparo de nuestra Madre, tuvo la fuerza para reconquistar la España católica, también nosotros queremos reconquistar las almas de los jóvenes para Cristo.

Términos como “reconquista”, “don Pelayo” y “lucha” enseguida se politizan, especialmente en redes sociales. ¿Cómo evitar caer en ese juego de ideologías y política?

– Si tienes las ideas claras y pones en el centro al Señor, alcanzas el equilibrio. Hay que dar importancia a lo realmente importante. Nosotros no hemos querido entrar a lo ideológico o político. Por supuesto, amamos a nuestro país y estamos orgullosos de ello, pero no hemos entrado en el juego de siglas políticas y no vamos a hacerlo. Nuestra batalla es otra.

Con mucha sencillez y tranquilidad sabemos lo que queremos, lo demás nos da igual. No hacemos las cosas por tener frutos humanos, lo hacemos por amor al Señor y a la Iglesia.

Los sacerdotes estaban disponibles para administrar el sacramento de la Confesión incluso a lo largo de la noche. ¿Por qué es tan necesario este sacramento?

– Teníamos claro que hay una batalla contra el pecado y, gracias a Dios, no estamos solos, estamos dentro de la Iglesia. El Señor nos ha dejado unas armas maravillosas, como el sacramento de la Confesión.

Para nosotros Eucaristía y Reconciliación son dos sacramentos que van unidos. De hecho, en un encuentro de voluntarios días antes de empezar la Jornada Eucarística Mariana Juvenil, se pidió a los voluntarios que, libremente, acudieran al sacramento de la Confesión para estar en gracia.

Nada de esto habría sido posible sin los sacerdotes que estaban completamente disponibles. Había un sacerdote que nos decía que se notaba que el Señor se había derramado por el número de confesiones que hubo. Cristo tocó el corazón de muchos jóvenes que acudieron a reconciliarse con Él.

Los jóvenes pudieron asistir a talleres con diversos expertos y sobre temas como la Eucaristía, la cultura o la Iglesia perseguida. ¿Qué criterios había para elegir estos temas y a los ponentes?

– Queríamos que, de forma dinámica, los jóvenes pudieran formarse y de ahí nacieron los talleres eucarísticos.

El papel de los cristianos perseguidos fue muy central, porque nos parecía importante que los jóvenes conocieran los testimonios de nuestros hermanos de fe que están dando la vida.

A base de cercanía con asociaciones como «Valiván» o con el Hogar de la Madre fueron saliendo también talleres enriquecedores y divertidos.

Los jóvenes durante una de las sesiones preparadas (JEMJ)

¿Qué frutos habéis observado en los jóvenes tras la Jornada Eucarística Mariana Juvenil?

– Estamos impresionados. Ha sido la primera jornada y el primer fruto que yo veo es en mi marido y en mí. El corazón descansaba en un ambiente sano, donde el señor estaba en el centro. Lo que se ha vivido allí, la alegría en los rostros de la gente, la disposición y entrega de los voluntarios… Ha sido impresionante.

Adoración eucarística durante la Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEMJ)

El año que viene se celebrará de nuevo esta Jornada, ¿confían en que sea un proyecto a largo plazo que se convierta en tradición?

– Estamos constantemente en manos del Espíritu Santo. Viendo el fruto que ha dado esta primera Jornada pensamos que puede ser bueno continuar con la iniciativa. De ahí en adelante estamos en manos del Señor, lo único que hacemos es trabajar por Él y por su Iglesia.

¿Qué hace falta en la formación de los niños y los jóvenes para que no duden de la presencia real de Cristo en la Eucaristía?

– Al final es una gracia de Dios, pero hay que poner el joven “a tiro”. Hay que dar a los jóvenes lo que necesitan, sin aguar la formación. El corazón del joven está hecho para la Verdad y para cosas grandes.

Dios está vivo, no hace falta poner palabras en su boca, Él habla directamente al joven y está enamorado de él y quiere hablar con él. Por tanto, cuando uno realmente muestra la grandeza de Dios tal cual es, Dios se derrama.

Resumen de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil 2024
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