En el quinto aniversario de la exhortación apostólica “Christus vivit”, el Papa Francisco vuelve a dirigirse a los jóvenes de todo el mundo. En su breve mensaje, el Pontífice comienza recordando a las nuevas generaciones que “¡Cristo vive y quiere que ustedes vivan!”. Un recordatorio, explica el Santo Padre, que quiere que reavive en los jóvenes la esperanza.
Ante el complicado escenario que se abre ante el mundo, marcado por las guerras y la tensión social, Francisco propone en su mensaje a los jóvenes que se agarren a una verdad: “Cristo vive y te ama infinitamente. Y su amor por ti no está condicionado por tus caídas o tus errores”. El amor de Jesucristo es incondicional, subraya el Pontífice, tal y como puede verse en la Cruz.
Anuncio por y para los jóvenes
El Papa se dirige a cada joven para aconsejarle en su relación con Cristo: “camina con Él como con un amigo, acógelo en tu vida y hazle partícipe de las alegrías y las esperanzas, los sufrimientos y las angustias de tu juventud”. Así, asegura el Pontífice, “tu camino se iluminará y las cargas más grandes se volverán menos pesadas, porque será Él quien las lleve contigo”.
“¡Cuánto quisiera que este anuncio llegase a cada uno de ustedes, y que cada uno lo percibiese vivo y verdadero en su propia vida y sintiera el deseo de compartirlo con sus amigos!”, exclama el Papa en su mensaje. Por tanto, dice Francisco, “háganse oír, griten esta verdad, no tanto con la voz sino con la vida y con el corazón”.
Esperanza de la Iglesia
Para finalizar su mensaje, el Santo Padre recuerda que “‘Christus vivit’ es fruto de una Iglesia que quiere caminar unida y que por eso se pone a la escucha, en diálogo y en constante discernimiento de la voluntad del Señor”. Precisamente en base a esto es más necesaria que nunca la participación de los jóvenes en el Camino Sinodal que vive la Iglesia.
El Papa Francisco se despide recordando a los jóvenes que “son la esperanza de una Iglesia en camino”. Además les pide que no falte nunca “el empuje que tienen, como el de un motor limpio y ágil; su modo original de vivir y anunciar la alegría de Jesús Resucitado”. Y finaliza asegurando que reza por los jóvenes, pidiendo a su vez que ellos recen por él.