Vaticano

Papa Francisco: «El encuentro con el migrante es un encuentro con Cristo»

El Papa Francisco ha elegido el lema "Dios camina con su pueblo" para la 110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado.

Paloma López Campos·3 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos
Migrantes

Un hombre migrante camina con su hijo por la jungla en la frontera entre Panamá y Colombia (OSV News photo / Manuel Rueda, Global Sisters Report)

La Iglesia celebrará la 110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado el 29 de septiembre de 2024. El Papa Francisco ha publicado su mensaje para este día, con el lema “Dios camina con su pueblo”.

El Pontífice relaciona el camino sinodal que está realizando la Iglesia con el relato bíblico del Éxodo: “un largo viaje de la esclavitud a la libertad que prefigura el de la Iglesia hacia el encuentro final con el Señor”.

Asimismo, el Santo Padre afirma que “análogamente, es posible ver en los emigrantes de nuestro tiempo, como en los de todas las épocas, una imagen vida del pueblo de Dios en camino hacia la patria eterna”.

Francisco señala que, al igual que los judíos en el éxodo, “los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo”. Junto a estas graves amenazas, “encuentran muchos obstáculos en su camino”, como la falta de recursos, los trabajos peligrosos y no bien remunerados, y las enfermedades.

Sin embargo, dice el Papa, no se puede perder la esperanza, pues “Dios precede y acompaña el caminar de su pueblo y de todos sus hijos en cualquier tiempo y lugar”. El Santo Padre recuerda los distintos elementos que representaban la presencia de Dios en el desierto: la Tienda del Encuentro, el Arca, la serpiente de bronce y el maná, entre otros.

Dios, compañero del migrante

Igual que entonces, “muchos emigrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación”. Pero “Dios no solo camina con su pueblo”, asegura el obispo de Roma, “sino también en su pueblo, en el sentido de que se identifica con los hombres y las mujeres en su caminar por la historia”.

Esto significa que “el encuentro con el migrante, como con cada hermano y hermana necesitados, es también un encuentro con Cristo”. Y si esto es así, dice el Papa, entonces “los pobres nos salvan, porque nos permiten encontrarnos con el rostro del Señor”.

El Papa Francisco concluye su mensaje pidiendo a los católicos que se unan a los migrantes y refugiados y que acudan “a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, signo de segura esperanza y de consuelo en el camino del Pueblo fiel de Dios”.

El mensaje del Pontífice viene acompañado de la siguiente oración:

Dios, Padre todopoderoso,
somos tu Iglesia peregrina
que camina hacia el Reino de los Cielos.
Cada uno de nosotros habita en su propia patria,
pero como si fuéramos extranjeros.
Toda región extranjera es nuestra patria,
sin embargo, toda patria es para nosotros tierra extranjera.
Vivimos aquí en la tierra,
pero tenemos nuestra ciudadanía en el cielo.
No permitas que nos constituyamos en amos
de la porción del mundo
que nos has dado como hogar temporal.
Ayúdanos a no dejar nunca de caminar
junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes
hacia la morada eterna que tú nos has preparado.
Abre nuestros ojos y nuestro corazón
para que cada encuentro con los necesitados
se convierta también en un encuentro con Jesús,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Amén.
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