En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el Papa Francisco analiza el impacto de la Inteligencia Artificial en el mundo de la comunicación. Dada la velocidad a la que progresan los avances científicos y tecnológicos, el hombre se enfrenta, bajo una nueva luz, a las “preguntas fundamentales”. ¿Qué es el hombre? ¿Cómo se dibuja su futuro junto a la Inteligencia Artificial?
El Papa advierte de que, ante estas cuestiones, hay que evitar las “lecturas catastrofistas” y “sus efectos paralizantes”. Citando a Romano Guardini aconseja que los problemas de esta era tecnológica se resuelvan “planteándolos desde el punto de vista humano”. Sin embargo, para ello “es preciso que brote una nueva humanidad de profunda espiritualidad, de una libertad y una vida interior nuevas”.
Sabiduría del corazón
Esta nueva humanidad “solo puede partir del corazón humano”. Francisco anima a cultivar “una sabiduría del corazón”. Esta nos permita “leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.
El Santo Padre define el corazón “como la sede de la libertad y de las decisiones más importantes de la vida”. Basándose en la Biblia, el Papa dice que el corazón “es símbolo de integridad, de unidad». Y «a la vez evoca afectos, deseos, sueños». Pero «es sobre todo el lugar interior del encuentro con Dios”.
De este modo, el Pontífice aclara que cuando habla de “sabiduría del corazón” hace referencia a “esa virtud que nos permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros”.
Francisco afirma que cuando falta esta virtud “la existencia se vuelve insípida”. La sabiduría del corazón “es un don del Espíritu Santo, que permite ver las cosas con los ojos de Dios”. Sin embargo, recalca el Papa, no es algo que podamos esperar de las máquinas.
Inteligencia Artificial y delirio de omnipotencia
A pesar de la capacidad de las máquinas y el avance que suponen en la carrera científica, solo el hombre puede “descifrar el significado” de los datos que las máquinas almacenan. “No se trata, pues, de exigir que las máquinas parezcan humanas; sino más bien de despertar al hombre de la hipnosis en la que ha caído debido a su delirio de omnipotencia”.
El hombre contamina el progreso con “la tentación original de llegar a ser como Dios Sin Dios”. La ciencia así planteada pretende “conquistar por las propias fuerzas lo que debería acogerse como un don de Dios y vivirse en la relación con los demás”.
El Santo Padre advierte de que “toda extensión técnica del hombre puede ser un instrumento de servicio amoroso o de dominación hostil”. Por ello pide a todos “entender, comprender y regular herramientas que en manos equivocadas podrían abrir escenarios adversos”. El Papa anima a “actuar preventivamente, proponiendo modelos de regulación ética para frenar las implicaciones nocivas y discriminatorias, socialmente injustas, de los sistemas de Inteligencia Artificial”.
Información en la era de la Inteligencia Artificial
El Pontífice dice que nos encontramos ante el reto de “dar un salto cualitativo para estar a la altura de una sociedad compleja, multiétnica, pluralista, multirreligiosa y multicultural”. Avisa de que las “grandes posibilidades de bien acompañan al riesgo de que todo se transforme en un cálculo abstracto, que reduzca a las personas a meros datos”.
El mensaje del Papa subraya que “es inaceptable que el uso de la Inteligencia Artificial conduzca a un pensamiento anónimo, a un ensamblaje de datos no certificados, a una negligencia colectiva de responsabilidad editorial”. El Papa Francisco incide en la idea de que “la información no puede separarse de la relación existencial”. Explica que la Inteligencia Artificial solo tendrá un papel positivo en la comunicación “si no anula el papel del periodismo sobre el terreno, sino que, por el contrario, lo respalda”. Para ello, es esencial responsabilizar al comunicador y que su uso devuelva “a cada ser humano el papel de sujeto, con capacidad crítica, respecto de la misma comunicación”.
Debido a la Inteligencia Artificial, dice el Papa, sobre el mundo de la comunicación “por una parte, se cierne el espectro de una nueva esclavitud. Por la otra, una conquista de la libertad”. La resolución de esta situación “no está escrita, depende de nosotros”. Por eso, Francisco concluye su mensaje afirmando que “corresponde al hombre decidir si se convierte en alimento de algoritmos o en cambio si alimenta su corazón con la libertad”.
Esta reflexión del Santo Padre sobre la Inteligencia Artificial llega después de varias intervenciones en las que ya ha hablado sobre el tema. El Papa ha dedicado más de una ocasión a profundizar en esta nueva era tecnológica. Sin ir más lejos, la Jornada Mundial de la Paz de 2024 la dedicó a ella, hace menos de un mes.