Vaticano

Obtener la indulgencia plenaria durante el Jubileo 2025

La Penitenciaría Apostólica ha publicado una nota con las normas para la obtención de indulgencias plenarias durante el Jubileo de 2025.

Paloma López Campos·13 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Jubileo 2025

Logo del Año Santo con el lema del Jubileo 2025 (CNS photo / Justin McLellan)

La Sala Stampa ha publicado una nota con las normas para la obtención de indulgencias durante el Jubileo de 2025. En el documento, la Penitenciaría Apostólica “pretende motivar los ánimos de los fieles para desear y alimentar el pío deseo de obtener la Indulgencia».

Las normas explican que podrán obtener la indulgencia plenaria, para sí o para las almas del purgatorio, “todos los fieles verdaderamente arrepentidos” que acudan al sacramento de la Confesión, recen por las intenciones del Papa y vayan a las “sagradas peregrinaciones”, visiten “los lugares sagrados” o participen “en las obras de misericordia y de penitencia”.

Peregrinaciones durante el Jubileo

La Penitenciaría Apostólica señala que pueden obtener la indulgencia plenaria quienes peregrinen «hacia cualquier lugar sagrado jubilar». Allí deben participar en la Santa Misa, en una celebración de la Palabra, en la Liturgia de las Horas, en el rezo del Vía Crucis, el Rosario o el himno del “Akathistos” o en una “celebración penitencial, que concluya con la confesión individual de los penitentes”.

La indulgencia también la podrán recibir quienes viajen a Roma y visiten “al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores: de san Pedro en el Vaticano, del Santísimo Salvador en el Laterano, de Santa María la Mayor y de San Pablo Extramuros”. Del mismo modo, quienes peregrinen a Tierra Santa y visiten las basílicas “del Santo Sepulcro en Jerusalén, de la Natividad en Belén y de la Anunciación en Nazaret” podrán obtener esta gracia jubilar.

Para aquellos que no puedan acudir a Roma o Jerusalén, el documento permite también peregrinaciones “en la iglesia catedral u otras iglesias y lugares sagrados designados por el Ordinario del lugar”.

Visitar lugares sagrados

Los católicos también podrán obtener la indulgencia si visitan cualquier lugar jubilar. Allí tienen que orar y realizar una adoración eucarística, “concluyendo con el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima e invocaciones a María, Madre de Dios”, con el fin de que todo el mundo se acerque más a ella.

En las normas se incluyen también otros lugares que se pueden visitar:

-En Roma: las Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, de San Lorenzo al Verano y de San Sebastián, el Santuario del Divino Amor, las iglesias de Santo Spirito in Sassia, de San Pablo alle Tre Fontane. También se añaden las catacumbas cristianas, las iglesias de los caminos jubilares dedicadas al «Iter Europaeum» y las dedicadas «a las Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia».

-En otros lugares: las Basílicas de San Francisco y de Santa María de los Ángeles en Asís, y las Basílicas Pontificias de Loreto, de la Virgen de Pompeya y de San Antonio de Padua. Por su parte, las Conferencias episcopales podrán designar para esta función “cualquier Basílica menor, iglesia catedral, iglesia concatedral, santuario mariano” o “cualquier insigne iglesia colegiada o santuario”, además de “santuarios nacionales o internacionales”.

Aquellos que por diferentes motivos de peso no puedan acudir a estos viajes (personas mayores o enfermas, quienes viven en clausura o los presos) “conseguirán la indulgencia jubilar, con las mismas condiciones” si se unen a los demás fieles, escuchan las intervenciones del Papa o los obispos y rezan el Padre Nuestro «y otras oraciones conforme a las finalidades del Año Santo», y realizan la Profesión de Fe “ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida”.

Obras de misericordia y penitencia

La Penitenciaría Apostólica señala que también se puede obtener la gracia jubilar participando “en las Misiones populares, en ejercicios espirituales y otros encuentros de formación sobre los textos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia católica”.

Visitar a quienes “se encuentran en necesidad o en dificultad”, también permite obtener la indulgencia plenaria. Por otro lado, los actos de penitencia también sirven para lograr esta gracia mediante:

-La abstinencia de “distracciones banales” y “consumos superfluos”;

-Dando limosna a los pobres;

-Ayudando a las obras religiosas y sociales dedicadas a la defensa y protección de la vida, la “infancia abandonada”, “la juventud en dificultad”, los ancianos que están solos y “los migrantes”;

-El voluntariado.

Indulgencias y bendiciones en el Jubileo

Cumpliendo las condiciones establecidas, los fieles pueden recibir solo una indulgencia plenaria todos los días del Año Santo. Sin embargo, quienes usen las gracias de este Jubileo en favor de un alma del purgatorio, “si se acercan legítimamente al sacramento de la Comunión una segunda vez en el mismo día, podrán conseguir dos veces en el mismo día la indulgencia plenaria, aplicable solo a los difuntos”.

Por otra parte, las normas emitidas por el órgano vaticano permiten que “los obispos diocesanos o eparquiales y aquellos que en el derecho son equiparables a ellos”, pueden impartir “la Bendición Papal con anexa indulgencia plenaria” en la celebración principal del Año Santo. Para recibir la indulgencia, los fieles igualmente tendrán que cumplir con las condiciones de la confesión y oración por las intenciones del Papa.

Finalmente, el documento pide a los sacerdotes que sean generosos con su tiempo para hacer disponible el sacramento de la confesión a todos los fieles que acudan a las iglesias. De este modo, muchos católicos podrán beneficiarse de esta gracia especial que la Iglesia concede en el Jubileo.

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