El 30 de marzo de 2023, al mediodía, se hizo pública una nota conjunta del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El escrito versa sobre los abusos sufridos por los pueblos indígenas en nombre de los descubrimientos. Este documento llega ocho meses después de la visita del Papa Francisco a Canadá, en la que condenó públicamente la mentalidad colonizadora.
Francisco no ha sido el primero que habla contra los abusos de la colonización. Como expresa el comunicado, “en el curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas. Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos”.
Sin embargo, admitir esto implica también respetar los hechos históricos verídicos y “exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas”.
El resultado de un diálogo
Para hacer frente a todo esto, la Iglesia inició un diálogo con miembros de los pueblos indígenas y, como resultado, “ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado ‘doctrina del descubrimiento’”. El mismo término de descubrimiento es origen de debate en cuanto a su significado, puesto que en el ámbito jurídico, “el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas”.
En los siglos de las grandes exploraciones nació esa “doctrina” supuestamente apoyada en algunas bulas papales, como “Dum Diversas” (1452), “Romanus Pontifex” (1455) e “Inter Caetera” (1493). Sin embargo, la nota conjunta de los dicasterios afirma que “la “doctrina del descubrimiento” no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica”.
A pesar de esto, también es cierto, y así lo declara el escrito, que aquellas bulas papales “no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas” y, en ocasiones, las potencias políticas manipularon su contenido con el fin de justificar los abusos contra los indígenas. En consecuencia, “es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón. Además, el Papa Francisco ha exhortado: «Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás»”.
El respeto por cada ser humano
Lo que sí forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica es “el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como ‘doctrina del descubrimiento’”.
Diversos documentos de la Iglesia han tratado de proteger los derechos de los indígenas a lo largo de la historia. Recientemente, este objetivo se ha reforzado con el “apoyo decidido de la Santa Sede a los principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La implementación de tales principios mejoraría las condiciones de vida y ayudaría a proteger los derechos de los pueblos indígenas, además de facilitar su desarrollo en un modo que respete su identidad, lengua y cultura”.
El arte de la reconciliación
El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha comentado la nota publicada. Dice sobre ella que “es parte de lo que podríamos llamar la arquitectura de la reconciliación, y también el producto del arte de la reconciliación, proceso a través del cual la gente se compromete a escucharse, a hablarse y a crecer en el entendimiento mutuo”.
El diálogo que la Iglesia mantiene con los pueblos indígenas permite entender los sufrimientos y los errores cometidos. Estas conversaciones muestran el interés del Pueblo de Dios por comprometerse en la búsqueda de la reconciliación y en el arte del encuentro.
Vías para el diálogo
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Canadá ha expresado su agradecimiento por la nota promulgada y ha informado de que está trabajando para abrir nuevas vías para el diálogo. Tanto es así que los obispos están estudiando la posibilidad de organizar un simposio junto al Comité Pontificio de Ciencias Históricas con académicos indígenas y no indígenas.
El objetivo del encuentro académico es profundizar en el entendimiento histórico de la doctrina del descubrimiento. Los dos dicasterios encargados de la nota han expresado su apoyo a esta iniciativa. La Conferencia Episcopal estadounidense también ha mostrado su interés en el simposio, tal como lo ha expresado el arzobispo Paul S. Coakley, secretario de dicha Conferencia, en un comunicado.