Con motivo de la publicación de su último libro «Cómo la Iglesia católica puede restaurar nuestra cultura», conversamos con Mons. Georg Gänswein, Prefecto de la Casa Pontificia, sobre diversos temas, desde la «desmundanización» de la Iglesia hasta las intenciones de oración de Benedicto XVI, pasando por su visión acerca de la evolución de la Iglesia en Alemania.
Es conocida la singularidad de la tarea que desempeña Gänswein en la Santa Sede, como la única persona que trabaja a diario con dos Papas. Es, por un lado, el Prefecto de la Casa Pontificia, y en esa calidad, entre otros asuntos está a cargo de organizar las audiencias solemnes que el Papa Francisco concede a los Jefes de Estado, Presidentes de Gobierno, Ministros y otras personalidades. También se encarga de preparar las audiencias privadas y las ceremonias pontificias. Por otro lado, Gänswein sigue trabajando además como Secretario privado del Papa emérito Benedicto XVI, también después de su renuncia, desde hace casi veinte años.
La oración de Benedicto XVI
Le preguntamos por la oración personal del Papa emérito Benedicto XVI y Gänswein afirma: «La vida de oración de Benedicto XVI es muy personal, íntima y oculta a los ojos de los demás. Reza el Oficio Divino, como todos los sacerdotes».
Libro
En este sentido, en una entrevista recogida precisamente en el libro que ahora se publica, afirmaba de Benedicto XVI que «su rutina diaria es sencilla. Comienza con la Santa Misa de la mañana. De vez en cuando concelebro. Después de eso el breviario, luego el desayuno. La mañana tiene el siguiente ritmo: oración, lectura, correspondencia, visitas». Por la tarde, el Papa emérito descansa un rato, y dedica tiempo a leer y contestar cartas y correos.
Nos interesamos por la correspondencia que mantiene Benedicto XVI. Gänswein explica que Benedicto XVI «recibe continuamente en su correspondencia la petición de personas que solicitan su intercesión en la oración, a la que se encomienda de buen grado». Reza el rosario, y después de cenar ve las noticias italianas. «El domingo tiene una rutina distinta: no hay trabajo, pero hay música y cultura».
El Domingo de Ramos pudimos ver una imagen del Papa emérito celebrando la Eucaristía, precisamente junto a su Secretario personal.
Durante la conversación con Omnes, Gänswein ha afirmado que Benedicto XVI incluye en su oración una petición particular «por las intenciones de la Iglesia universal y por el ministerio de su sucesor el Papa Francisco».
Benedicto XVI reza particularmente por las intenciones de la Iglesia universal y por el ministerio de su sucesor el Papa Francisco.
Georg GänsweinPrefecto de la Casa Pontificia y Secretario personal de Benedicto XVI
La perspectiva sobre Alemania
Naturalmente, Gänswein sigue de cerca la vida eclesial en Alemania. Afirma que sigue con «simpatía, interés y también aprensión la evolución de la vida eclesiástica en mi patria». Además de las informaciones que, como prelado alemán, recibe en abundancia, la perspectiva se enriquece debido a la posición que ocupa en el corazón de la Iglesia. Efectivamente, confirma que «observada desde lejos, desde el centro del catolicismo, la situación puede presentar luces y sombras que pueden escapar a quienes observan directamente desde su propio lugar».
En concreto, encuentra luces y sombras en el proceso llamado «Camino sinodal» que comenzó en Alemania en 2019 a impulsos de la Conferencia Episcopal en colaboración con el Comité Central de los Católicos. Advierte que «el Camino sinodal que comenzó hace casi dos años, ha revelado problemas y carencias en cuanto a la autenticidad de la fe y los pronunciamientos de la jerarquía, junto a algunos aspectos positivos».
Por eso, alerta de la posible frustración a que conduciría plantear exigencias que no podrán cumplirse. En efecto, «existe el riesgo de que al final se produzca una sensación de decepción al no haberse alcanzado ciertas aspiraciones».
El camino sinodal alemán ha revelado problemas y carencias sobre la autenticidad de la fe y los pronunciamientos de la jerarquía, junto a algunos aspectos positivos.
Georg GänsweinPrefecto de la Casa Pontificia y Secretario personal de Benedicto XVI
Ante una sociedad secularizada
«Los cristianos viven en el mundo y están llamados a servir al mundo y a trabajar en él. Pero no han de conformarse con él». Así se expresaba Georg Gänswein en la lección inaugural del año académico de la Universidad Filosófica-Teológica Heiligenkreuz Benedicto XVI, en el año 2015. Teniendo en cuenta aquel diagnóstico, inspirado en el famoso discurso de Benedicto XVI en la Sala de Conciertos de Friburgo durante el viaje apostólico a Alemania en 2011, le hemos querido preguntar su opinión sobre la cuestión.
«La Iglesia», nos dice, «debe tener un cuidado extremo y particular para no perder el rumbo de su actuar en el mundo, en la fidelidad al Evangelio, que es fidelidad a Dios. Su secularización no se corresponde con el mandato del Maestro, que la invitaba a estar en el mundo pero no a ser del mundo».
Sin embargo, aclara que esta «desmundanización» no implica alejamiento: «No significa en absoluto que deba separarse del mundo, enrocada en la defensa de una ciudadela separada que vive de las estructuras eclesiásticas y clericales». Afirma que «está insertada en la historia de la humanidad y la anima con la esencia del Evangelio para la creación, ya aquí, del reino de Dios».
El papel de los laicos
En la Iglesia, «obviamente, cada miembro tiene sus propias prerrogativas y competencias». Le preguntamos si no cree que debería haber más católicos que se dediquen a la política y contribuyan a que la legislación respete la dignidad humana, dentro de la diversidad de opciones y la libertad de cada individuo. Nos responde que efectivamente «es oportuno que [la Iglesia] forme laicos comprometidos que, animados por el espíritu del Evangelio, tomen parte activa en la vida política y social para contribuir a un mundo más justo y reconciliado, y que sean artífices de respuestas creativas a los desafíos del mundo».
En el libro recién publicado por Ediciones Rialp, Mons. Gänswein trata sobre estas y otras cuestiones que interesan a la Iglesia y al cristiano. Sus páginas presentan sus consideraciones sobre el estado de la Iglesia y su futuro más probable en una sociedad cada día más secular. Lo hace a través de las diecinueve intervenciones recopiladas en este volumen.
Su nuevo libro
Por cortesía de Ediciones Rialp, editora del nuevo libro de Mons. Gänswein «Cómo la Iglesia católica puede restaurar nuestra cultura», el lector de Omnes puede descargarse el capítulo 13 «El pasado y el futuro de Europa. Lo que Europa puede aprender de su pasado romano«.