Cultura

La Gendarmería. El desconocido cuerpo de seguridad vaticano

Unos 150 miembros componen este cuerpo, menos "vistoso" que la Guardia Suiza y que se ocupa de las funciones de orden público del Papa, de la seguridad de los confines de la Ciudad Estado del Vaticano, de cuidar los bienes de los Museos del Vaticano, además del su papel como policía judicial.

Hernan Sergio Mora·14 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
gendarmeria vaticana

Dos gendarmes vaticanos ofrecen flores a la imagen de la Inmaculada Concepción de la Plaza de España en Roma ©CNS photo/Paul Haring

Los turistas raramente se sacan fotos con ellos, no usan armaduras ni alabardas, ni cascos ni penachos, a diferencia de la famosa Guardia Suiza del Vaticano. Ellos son los miembros de la Gendarmería Vaticana, un cuerpo de policía militarizado, visten de azul marino, como muchos cuerpos de policía del mundo, y con camisa blanca de mangas cortas durante el verano y pasan casi desapercibidos en medio de los magníficos recintos del Vaticano.

«Trabajamos por la seguridad del Papa y del Vaticano, la Guardia Suiza muchas veces se lleva los honores, pero está bien así», confía con gran humildad un gendarme, interrogado sobre la diferencia entre los dos cuerpos.

Se trata de un reparto especial de vigilancia, de unos 150 miembros, que se ocupa de las funciones de orden público del Papa, de la seguridad de los confines de la Ciudad Estado del Vaticano, de cuidar los bienes de los Museos del Vaticano, además del rol de policía judicial.

Además está la Banda Musical del Cuerpo de Gendarmería, que se refundó en el 2007 con unos 100 músicos diplomados, voluntarios y provenientes de las bandas militares, diversa también de la Banda del Estado de la Ciudad del Vaticano, ex Guardia Palatina de Honor.

Cuando uno entra en el Vaticano por la Puerta Sant’Anna, por la del Aula Pablo VI, o por el Arco de las campanas, los Guardias Suizos piden el motivo por el qué se quiere ingresar, después se pasa a un segundo puesto a cargo de la Gendarmería que controla los documentos y da un pase al visitante. En cambio la «Porta del Perugino» es directamente gestionada por ellos, como el poco tráfico en el interior de este Estado de 44 hectáreas circundado por altas murallas y torres.

También controlan las cámaras de vigilancia y los edificios extraterritoriales, entre ellos las otras tres basílicas pontificias, San Calixto y otros edificios de la Santa Sede, como Castel Gandolfo. Sin olvidar que antes de los viajes apostólicos una delegación viaja para controlar la seguridad que tendrá del Santo Padre, teniendo presente que muchos países incluso viven situaciones de guerra civil.

La plaza de San Pedro, siempre abierta al público, en cambio está balo la vigilancia por la ‘Polizia di Stato’ de Italia, que trabaja en estrecha colaboración con la Gendarmería del Vaticano, en particular cuando el Papa realiza visitas en Roma, en Italia, o hasta el aeropuerto antes de volar a otro país. En cambio, cuando se va hacia la basílica de San Pedro, después de los metal detector la jurisdicción es de la Gendarmería. Constituye una guardia permanente las 24 horas, todos los días del año.

Historia de la Gendarmería vaticana

La historia de este cuerpo militar viene desde lejos, como casi todo en el Vaticano. A través de los siglos cambió de nombre y roles, pero no su función principal. La primera guardia del Papa se remonta a Constantino, después del Edicto de Milán. Entretanto la constitución oficial de la Gendarmería se remonta a 1816 con el Papa Pio VII y la restauración de los Estados Pontificios, en la parte central de Italia (Lacio, Umbria, Las Marcas y Emilia Romaña tras la caída de Napoleón Bonaparte y el Congreso de Viena).

Primero se llamó «Reggimento dei Veliti Pontifici», sucesivamente «Corpo della Gendarmeria Pontificia» y en 1849 con el fin de la República Romana y el regreso del exilio en Gaeta, el papa Pio IX lo llamó «Corpo dei Carabinieri Pontifici», porque se caracterizaban por sus carabinas.

El Cuerpo dio pruebas de abnegación y coraje ante el ataque de las tropas de los piamonteses en 1870, cuando ingresaron en Roma por la ‘brecha de Puerta Pia’, obligando a Pio IX a retirarse en la Ciudad de Vaticano con un pequeño núcleo de Gendarmes como cuerpo de seguridad y defensa, hasta 1929 cuando se firmarnos los Pactos Lateranenses.

En 1970 el Papa Pablo VI anunció la disolución de los diversos cuerpos armados del Vaticano, excepto la Guardia Suiza. Se fundó así un nuevo Cuerpo armado pontificio, con el nombre «Corpo di vigilanza dello Stato della Città del Vaticano», hasta el 2002 cuando después del atentado a san Juan Pablo II se reforma el cuerpo, cambian los protocolos de seguridad y se adopta el nombre actual: «Corpo della Gendarmería dello Stato dell Città del Vaticano». El número uno, el Inspector General desde el 2019 es el General Gianluca Gauzzi Broccoletti.

Ingresar en la Gendarmería

Cada año se abren las candidaturas para muchachos de 21 a 24 años que quieren ingresar a la Gendarmería, católicos, con no menos de 1,80 de altura, dando preferencia de personas que vienen desde las fuerzas del orden, con el debido perfil moral y que superen severas pruebas físicas de idoneidad, entre las cuales correr un kilómetro en un tiempo inferior a 3,30 minutos.

Los que superen los test, pasarán a ser Gendarmes en prueba iniciando un período de práctica. En casos de aprobar el período de dos años, pasará a ser Gendarme, con una retribución en torno a los 1500 euros mensuales (en Italia equivalente a la de un maestro de escuela). Los roles son oficiales, suboficiales y tropa, su capellán está siempre muy cerca de ellos, con su presencia y dando formación espiritual continua. Todos ellos saben que si les pasara algo durante su servicio, el cuerpo garantizará el futuro de sus esposas e hijos.

El autorHernan Sergio Mora

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