Vaticano

Francisco deja Chipre rezando con jóvenes migrantes

“El Señor Jesús viene a nuestro encuentro en el rostro del hermano marginado y descartado, en el rostro del migrante despreciado, rechazado y oprimido”, manifestó el Papa. La oración con los migrantes fue su último acto en Chipre. Hoy llega a Atenas.

Rafael Miner·4 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Foto: El Papa reza con una inmigrante congoleña en Chipre ©CNS photo/Paul Haring)

Fue en la iglesia parroquial de la Santa Cruz, punto de referencia de la comunidad católica en Chipre. Ayer por la tarde, el Papa Francisco tuvo su esperado encuentro con los migrantes. Allí escuchó los testimonios de cuatro jóvenes que llegaron a Chipre buscando refugio, y ante ellos pronunció un nuevo y contundente discurso pidiendo condiciones dignas para quienes se han visto forzados a dejar sus tierras.

Después, elevaron juntos una oración ecuménica y rezaron el Padre Nuestro. Concluyó así Francisco sus actividades oficiales en la Isla de Chipre, y este sábado vuela hacia Atenas, la capital griega. Casi en simultáneo, el Pontífice reubicará a 50 inmigrantes de Chipre en el Vaticano, ha asegurado el Ministerio del Interior chipriota en un comunicado.

“El Ministerio del Interior desea expresar su más sincero agradecimiento por la importante iniciativa del Papa Francisco y la Santa Sede de reubicar a 50 inmigrantes de Chipre en el Vaticano”, puede leerse en la nota. La Administración de Chipre espera que la medida del Papa ayudará a aumentar la solidaridad a nivel europeo.

“Conciudadanos de los santos”

En su discurso, el Papa agradeció los testimonios de los migrantes “con un enorme ‘gracias” de corazón”. “Había recibido los testimonios con anticipación, hace aproximadamente un mes, y me habían emocionado mucho, y también hoy me han conmovido”, señaló.

“Pero no es sólo emoción, es mucho más, es la conmoción que viene de la belleza de la verdad, como la de Jesús cuando exclamó: ‘Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado todo esto a los pequeños y lo has ocultado a los sabios y a los astutos’ (Mt 11,25). También yo alabo al Padre celestial porque esto sucede hoy, aquí —como también en todo el mundo—, Dios revela su Reino a los pequeños: Reino de amor, de justicia y de paz”.

“Después de escucharlos a ustedes”, añadió Francisco, “comprendemos mejor toda la fuerza profética de la Palabra de Dios que, por medio del apóstol Pablo, dice: ‘Ustedes ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familia de Dios’”.

Fueron palabras escritas a los cristianos de Éfeso —no lejos de aquí—, afirmó el Santo Padre. “Muy distantes en el tiempo, pero tan cercanas, que son más actuales que nunca, como si hubieran sido escritas hoy para nosotros: ‘Ustedes no son forasteros, sino conciudadanos’. Esta es la profecía de la Iglesia, una comunidad que encarna —con todos los límites humanos— el sueño de Dios”.

Los protagonistas de los cuatro testimonios fueron citados por el Papa. Estos son sus nombres: “Mariamie, que vienes de la República Democrática del Congo, y te has definido ‘llena de sueños’; “Thamara, que vienes de Sri Lanka, y dices que ‘a menudo me preguntan quién soy’; “Maccolins, que vienes de Camerún, y dices que a lo largo de tu vida has sido ‘herido por el odio’; y “Rozh, que vienes de Irak, y dices que eres ‘una persona en camino’”.

“Dignidad de la persona humana”

El Papa aseguró asimismo en sus palabras que “el Señor Jesús viene a nuestro encuentro en el rostro del hermano marginado y descartado, en el rostro del migrante despreciado, rechazado y oprimido. Pero también —como has dicho tú—, en el rostro del migrante que está en camino hacia algo, hacia una esperanza, hacia una convivencia más humana. Y así Dios nos habla a través de sus sueños”.

“Que esta isla, marcada por una dolorosa división, pueda convertirse con la gracia de Dios en taller de fraternidad. Y podrá serlo con dos condiciones”, manifestó. “La primera es el reconocimiento efectivo de la dignidad de cada persona humana (Fratelli tutti, 8); éste es el fundamento ético, un fundamento universal que está también en el centro de la doctrina social cristiana”, señaló.

“La segunda condición es la apertura confiada a Dios, Padre de todos, y éste es el ‘fermento’ que estamos llamados a ser como creyentes. Con estas condiciones es posible que el sueño se traduzca en un viaje cotidiano, hecho de pasos concretos que van del conflicto a la comunión, del odio al amor”, agregó el Papa. “Un camino paciente que, día tras día, nos hace entrar en la tierra que Dios ha preparado para nosotros, la tierra donde, si te preguntan: ‘¿Quién eres?’, puedes responder a cara descubierta: ‘Soy tu hermano’”.

Mensaje a la VII Conferencia Diálogos MED

En paralelo al viaje, la Santa Sede ha difundido un mensaje del Papa Francisco a los participantes en la VII Conferencias Diálogos Med. El Santo Padre señala, según medios oficiales vaticanos, que el fenómeno migratorio en el Mediterráneo muestra que todo está conectado, y nos advierte que una solución estable requiere un enfoque capaz de tener en cuenta los múltiples aspectos vinculados a él.

La Conferencia Diálogos MED de Roma está promovida anualmente por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia y el Instituto de Estudios de Política Internacional, y tiene el objetivo de repensar el enfoque tradicional del área mediterránea y buscar respuestas nuevas y compartidas a los importantes retos que plantea.

El Papa les ha señalado que el “mare nostrum” tiene una importancia geopolítica central, el Mediterráneo es la frontera, y por tanto, lugar de encuentro de tres continentes, que no sólo están bañados por él, sino que se tocan en él y por tanto están llamados a convivir.

El Pontífice alerta de que la política y la diplomacia deben hacer todo lo posible para evitar que el proceso de globalización degenere en la globalización de la indiferencia. Sobre todo, como lo demuestran la crisis climática y la pandemia, “pruebas de que no sólo los Estados, sino aún más los continentes, no pueden seguir ignorándose mutuamente”.

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