Vaticano

Francisco une la evangelización de san Francisco Javier a su oración

El Papa ha retomado en la Audiencia general de este miércoles el ejemplo de “la labor evangelizadora extraordinaria” de san Francisco Javier, “siempre unida a la oración, a la unión con Dios. “Cuidaba mucho de los enfermos, los pobres y los niños. El amor de Cristo fue la fuerza que lo llevó hasta los confines más lejanos”, ha subrayado. Luego, ha rezado por la paz en Ucrania, y ha calificado el Rosario como “arma poderosa contra el mal”.

Francisco Otamendi·17 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
Francisco

En su ciclo de catequesis sobre ‘la pasión por la evangelización, el celo apostólico del creyente’, que inició en el mes de enero, y con la lectura de la segunda Carta de san Pablo a los corintios (2 Cor 5,14-15.20) como referencia, el Santo Padre Francisco ha vuelto a poner en la Audiencia de este miércoles de mayo el ejemplo de la intensa tarea evangelizadora de san Francisco Javier, enviado a la India como nuncio apostólico, y ha unido su celo apostólico “a la oración, a la unión con Dios, mística y contemplativa”. 

Se trata de la catequesis que no pudo realizar en toda su amplitud el miércoles pasado, debido a la presencia de Su Santidad Tawadros II, Patriarca copto ortodoxo de Alejandría, que visualizó la creciente amistad de la Iglesia copto ortodoxa de Egipto con la Iglesia católica. 

Sobre san Francisco Javier, “santo español, patrón de las misiones junto con santa Teresita de Lisieux”, ha señalado el Papa, “el amor de Cristo fue la fuerza que lo llevó hasta los confines más lejanos, con continuas fatigas y peligros, superando fracasos, decepciones y desánimos, más aún, dándole consuelo y alegría para seguirlo y servirlo hasta el final”. 

“Esperando poder entrar en China, a pesar de que estaba cerrada a los extranjeros, el 3 de diciembre de 1522, en completo abandono, sólo un chino junto a él para velarle, así terminó el viaje terreno de Francisco Javier. Tenía cuarenta y seis años, pero el cabello era ya blanco, sus fuerzas se habían consumado, donadas sin reservas al servicio del Evangelio”, ha añadido el Papa Francisco.

“Seamos fieles discípulos misioneros”

“Francisco nació en Navarra y realizó sus estudios universitarios en París. Allí conoció a Ignacio de Loyola, quien lo acompañó en la experiencia de los Ejercicios espirituales. El encuentro con Cristo que tuvo durante esos días cambió su vida”, ha relatado el Santo Padre, jesuita como el santo navarro. ““Años después, Ignacio, Francisco y otros amigos formaron la Compañía de Jesús, y se pusieron a disposición del Papa para atender las necesidades más urgentes de la Iglesia en el mundo”.

“Enviado a la India como Nuncio apostólico”, ha proseguido el Papa, “Francisco Javier realizó una labor evangelizadora extraordinaria, catequizando a los niños, bautizando y atendiendo a los enfermos. Su celo apostólico lo impulsaba a ir siempre más allá de lo conocido, y así viajó a otros lugares de Asia, como las Islas Molucas y Japón, hasta morir con el deseo de anunciar el Evangelio en China”. “Los tres años en Japón fueron durísimos, por el clima, las oposiciones y el desconocimiento de la lengua, pero también aquí las semillas plantadas darán grandes frutos”, ha especificado el Santo Padre.

“Pidamos al Señor que envíe su Espíritu Santo sobre nosotros”, ha rezado el Pontífice en la Audiencia, “para que, como san Francisco Javier, seamos fieles discípulos y misioneros de su Evangelio, hasta los confines de la tierra. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”.

Ascensión, jòvenes, Rosario, vida, Ucrania

El Santo Padre ha hecho referencia también, en lengua italiana, a “la Solemnidad de la Ascensión del Señor, que celebraremos mañana”, que “nos invita a volver la mirada al momento en el que Jesús, antes de ascender al cielo, confía a los Apóstoles el mandato de llevar su Mensaje de salvación hasta los confines de la tierra”.

Luego, al dirigirse a los romanos y peregrinos italianos, el Papa se ha dirigido a los jóvenes y a los recién casados y sus familias: “Queridos jóvenes -especialmente vosotros, alumnos de tantas escuelas presentes hoy aquí-, acogiendo el mandato misionero de Cristo, comprometeros a poner vuestro entusiasmo al servicio del Evangelio. Vosotros, queridos enfermos y ancianos, vivid unidos al Señor, con la certeza de aportar una valiosa contribución al crecimiento del Reino de Dios en el mundo.  Y vosotros, queridos recién casados, procurad que vuestras familias sean lugares donde aprendáis a amar a Dios y a ser sus testigos con alegría. A todos mi bendición”.

En su saludo a los fieles de lengua árabe, el Papa Francisco ha recordado la costumbre mariana del santo Rosario. “En mayo, mes dedicado a Nuestra Señora, rezamos el Santo Rosario, compendio de toda la historia de nuestra salvación. El Santo Rosario es un arma poderosa contra el mal, y un medio eficaz para obtener la verdadera paz en nuestros corazones. Que el Señor os bendiga”.

Por último, ha saludado “cordialmente a los peregrinos polacos, especialmente al grupo comprometido con la defensa de la vida de la fraternidad ‘Małych stópek’. Ayer la Iglesia en Polonia conmemoró la memoria litúrgica de San Andrés Bobola, jesuita, sacerdote y mártir. A él confiamos todas las cuestiones difíciles de patria y las de otros países, en particular la cuestión de la paz en Ucrania. Os bendigo de todo corazón”.

Cuando parecía que el Papa iba a concluir, antes del canto del Padre Nuestro en latín, y de dar la Bendición, ha vuelto sobre Ucrania: “Pidamos al Señor por la martirizada Ucrania, se sufre tanto allá… Oremos por los heridos, por los niños, por los que han muerto, para que regrese la paz”.

El autorFrancisco Otamendi

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