El tema del foro Omnes lo inspiró el Día de la Fraternidad Humana que se celebra el 4 de febrero. El evento vino antecedido por la firma de la Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana. En esta participaron representantes de la Comisión Islámica de España, diferentes patriarcados ortodoxos, la Iglesia Española Reformada Episcopal, la Federación de Entidades Evangélicas de España y la Iglesia católica.
Algunos representantes de estas confesiones son los que participaron en el Foro Omnes. Los ponentes invitados fueron el Gran Rabino de España, Moshe Bendahan, el Secretario de la Comisión Islámica Española, Mohamed Ajana El Ouafi, y el Presidente de la Subcomisión Episcopal coorganizadora, Francisco Conesa. Las intervenciones las moderó María José Atienza, redactora jefe de Omnes.
Amarás al prójimo como a ti mismo
El primero en intervenir fue el Gran Rabino de España, Moshe Bendahan, quien centró su ponencia en un versículo bíblico: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Esta frase es esencial puesto que, como señaló el rabino, “cualquier ser humano tiene el valor interno del amor”, y esa es precisamente la “esencia divina” que nos une a todos.
Sin embargo, pronto advirtió Bendahan de que “el amor exige trabajo” y por ello es necesario discernir la calidad con la que se vive esa esencia. Para explicarlo, el Gran Rabino utilizó la metáfora de un taxi en el que hay dos pasajeros, por un lado nuestra identidad divina, y por otro, nuestro ego. El vehículo es nuestro propio cuerpo y el conductor, nuestra mente.
Este conductor del taxi debe tener claras las creencias, entre las que se cuenta ese “amor al prójimo que debe regir nuestra vida”. Para concretar su idea, Bendahan facilitó a los oyentes una definición de amor, siendo este “la capacidad de buscar el bien del otro”.
Es ahí donde, dijo el Gran Rabino, debe buscarse el camino de la fraternidad en el diálogo interreligioso. De tal modo que podamos “enfocarnos no en lo que nos diferencia, sino en lo que nos une”, siendo capaces de “ver al prójimo cercano a uno mismo”.
Dios es Padre de todos
Tras Bendahan, llegó el turno de Francisco Conesa, Presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso. Lo primero que destacó fue la característica de las religiones como “promotoras de fraternidad”, especialmente teniendo en cuenta que las tres confesiones participantes reconocen a un “Dios que es Padre de todos”.
Esta fraternidad universal se une también a un segundo rasgo significativo que señaló inmediatamente Conesa, y es que “en todas nuestras religiones la esencia está en la práctica de la misericordia”.
Conociendo estas características, el obispo indicó que “entre los creyentes debe existir particularmente esta fraternidad porque todos buscamos el rostro de Dios, todos hacemos oración y compartimos la misma experiencia”. Eso nos permite “buscar en nuestra propia tradición lo que nos mueve al diálogo”.
Como ejemplos de esta “cultura del encuentro”, el Presidente de la Subcomisión mencionó el esfuerzo que hacen las tres confesiones por “defender el derecho a ser oídos en medio de la sociedad”; por convertirse en “centinelas de los pobres”; las labores que tienen como objetivo “trabajar por el cuidado de la Tierra que es obra del Creador”; o la promoción del “sentido sagrado de toda vida humana y del valor de la familia”.
Por último, Conesa hizo un llamamiento a que todos los representantes de las distintas religiones den ejemplo de este diálogo.
Dios como Creador y Señor de todo
Mohamed Ajana El Ouafi, secretario de la Comisión Islámica Española, comenzó su intervención señalando que “el Corán empieza y acaba con la idea de Dios como Creador y Señor de todo”, lo que nos permite ver la humanidad como un gran árbol.
A través de esta metáfora, el secretario señaló la importancia de no obsesionarse con el lugar pequeño que ocupamos en ese árbol. Al contrario, es esencial reconocer que “la pluralidad es una característica propia de nuestra sociedad”.
“La unicidad”, recalcó El Ouafi, “es solo propia del Creador. En todo lo demás encontramos diferencias”, lo cual no es malo en sí mismo, sino que permite practicar “el conocimiento mutuo para construir puentes de convivencia”.
Mohamed pasó entonces a enunciar algunas propuestas para impulsar el diálogo interreligioso, entre ellas, “favorecer y fomentar el conocimiento mutuo; presentarse ante los demás (miembros de otras confesiones y medios de comunicación) para evitar malentendidos; sensibilizar para fomentar una cultura del encuentro entre los miembros de las distintas religiones, poniendo el foco en lo que nos une; y cooperar, no conformándose con la mera convivencia”.
Para finalizar su ponencia, El Ouafi señaló que “es importante evitar las discusiones inútiles”. Lo que debemos hacer es trabajar para que “las religiones puedan aportar su granito de arena en relación, por ejemplo, con el cuidado del medioambiente o la organización de los recursos humanos”.
Tras las intervenciones de los ponentes, la moderadora dio paso al turno de preguntas tanto de los presentes como de los oyentes por streaming.
El vídeo completo del foro se puede ver a continuación: