Vaticano

Doctrina de la Fe aclara ciertos puntos de Fiducia suplicans

El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha emitido un comunicado de prensa para aclarar diversas cuestiones sobre la Declaración Fiducia Supplicans.

Maria José Atienza·4 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Mons. Victor Manuel Fernández con el Papa Francisco ©OSV News photo/Victor Manuel Fernández Twitter page, CNS

Apenas dos semanas después de la publicación de Fiducia suplicans, sobre las bendiciones a parejas en situación irregular y del mismo sexo, Mons. Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha hecho público un comunicado de prensa por el que pretende aclarar diversos problemas suscitados en la recepción del documento.

El 18 de diciembre de 2023, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe hacía pública la Declaración Fiducia suplicans, que abría la puerta a “la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo”, en determinadas condiciones.

En la declaración se subrayaba que se trata de un documento de carácter pastoral y no doctrinal, y recordaba la doctrina sobre el matrimonio como “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos” y sobre la sexualidad, reiterando que se trata de una enseñanza inalterada. Sin embargo, tanto la redacción algo enrevesada del documento como la novedad que introducía al permitir bendiciones no rituales a parejas en situación irregular o del mismo sexo han abierto la puerta a interpretaciones muy dispares, lo que ha llevado a una situación de desconcierto en no pocos lugares.

Reacciones opuestas

En este sentido, en efecto, las reacciones han sido muy diversas. Obispos como Georg Batzing, presidente de la Conferencia episcopal alemana, se mostraban satisfechos con este documento y agradecían “la perspectiva pastoral que aporta”. Conviene recordar el particular contexto de la Iglesia en Alemania, donde diversos grupos han reclamado y puesto en práctica bendiciones públicas de parejas homosexuales.

Esta actitud positiva hacia el documento fue también la del presidente de los obispos argentinos, Mons. Oscar Ojea, que señalaba que “vivir en situación irregular o realizar una unión homosexual no oscurece muchos aspectos de la vida de las personas que buscan ser iluminados con una bendición y al recibirla, ésta se convierte en el mayor bien posible para estos hermanos ya que conduce a la conversión”.

En cambio, han sido muy numerosos los obispos, especialmente en diócesis africanas e incluso asiáticas, que se han posicionado en contra de estas bendiciones. Los obispos de Camerún, República Democrática del Congo o Costa de Marfil han rechazado la que esas bendiciones puedan impartirse en sus diócesis, y lo mismo han hecho el arzobispo Tomash Peta y el obispo auxiliar Athanasius Schneider de la arquidiócesis de Santa María en Astana, Kazajstán.

Otros prelados, como el español José Ignacio Munilla, han destacado que, si bien el documento no es contario a la doctrina, crea un estado de confusión que hay que atender pastoralmente. Y el arzobispo ucraniano Sviestoslav Shevchuk, de rito bizantino, ha explicado que el documento no puede aplicarse en su iglesia, precisamente por la diferencia disciplinar.

Un comunicado aclaratorio

Estas reacciones diversas, e incluso opuestas, que ha suscitado el documento Fiducia suplicans han sido el motivo por el que el prefecto del Dicasterio de la Fe ha querido “aclarar” algunos puntos de esta declaración que, a su juicio, no han sido bien entendidos por los fieles. lo ha hecho a través de una nota de prensa emitida por el Dicasterio.

El prefecto muestra comprensión ante las dificultades de algunos obispos o conferencias episcopales, y señala que “lo que han expresado esas Conferencias episcopales no puede interpretarse como una oposición doctrinal, porque el documento es claro y clásico sobre el matrimonio y la sexualidad”, y vuelve a reiterar que se busca bendecir a la pareja (personas) y no a la unión (estado). Todo ello, a través de “bendiciones sin forma litúrgica que no aprueban ni justifican la situación en que se encuentran esas personas” realizadas de manera espontánea, breves y alejadas de cualquier elemento que las confunda con una bendición litúrgica.

El prefecto recuerda que muchas de esas reacciones de oposición provienen de países que “en distintos grados condenan, prohíben y criminalizan la homosexualidad. En estos casos, más allá de la cuestión de las bendiciones, allí hay una tarea pastoral amplia a largo plazo que incluye formación, defensa de la dignidad humana, enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia y diversas estrategias que no admiten prisas”.

La novedad de Fiducia suplicans

El Cardenal Fernández explica en el comunicado la verdadera novedad del documento: la invitación a distinguir entre dos formas diferentes de bendiciones: «litúrgicas o ritualizadas» y «espontáneas o pastorales».

El prefecto sostiene que en este sentido, Fiducia suplicans ofrece “una contribución específica e innovadora al significado pastoral de las bendiciones, que permite ampliar y enriquecer la comprensión clásica de las bendiciones estrechamente vinculada a una perspectiva litúrgica”, es decir se trata de “acrecentar las bendiciones pastorales, que no exigen las mismas condiciones de las bendiciones en contexto litúrgico o ritual” y pide a los obispos “un esfuerzo de reflexión serena, con corazón de pastores, fuera de toda ideología”.

La nota incluye, incluso, un ejemplo de cómo podrían ser esas bendiciones en las que se pide ayuda Dios de una manera espontánea y no ritual:

Mons. Víctor Manuel Fernández apela a la prudencia pastoral y el conocimiento de los sus propios fieles por parte de cada obispo que puede, por otra parte, “habilitar este tipo de sencillas bendiciones, con todas las recomendaciones de prudencia y cuidado, pero de ninguna manera están autorizados a proponer o habilitar bendiciones que puedan asemejarse a un rito litúrgico”.

Ni aprobación ni absolución

“Gestos de cercanía pastoral”: Esta es la naturaleza de este tipo de bendiciones, aclara el prefecto de doctrina de la fe. No “son una ratificación de la vida que llevan quienes la solicitan. tampoco son una absolución, porque estos gestos están lejos de ser un sacramento o un rito. son simples expresiones de cercanía pastoral que no tienen las mismas exigencias de un sacramento ni de un rito formal”.

Una figura “novedosa” para la que el cardenal reclama una catequesis previa que ayude a entenderlas y “a liberarnos del miedo a que nuestras bendiciones puedan expresar algo inadecuado”.

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