Experiencias

Fabrice Hadjadj: «Puede ser que los abusadores comuniquen gracias verdaderas»

"La categoría de abusador y abusado no funciona del todo” en los casos de abuso espiritual, afirmó Fabrice Hadjadj durante el foro Omnes. La conversación que mantuvo el filósofo con el periodista Joseba Louzao versó sobre temas como la infantilización de la vida espiritual, la filiación divina y el misterio de la Encarnación.

Paloma López Campos·25 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Fabrice Hadjadj durante el Foro Omnes el 24 de octubre

El 24 de octubre por la tarde la sede de posgrado de la Universidad de Navarra en Madrid observó cómo su aula magna se llenaba de personas que acudieron a escuchar a Fabrice Hadjadj, escritor y filósofo francés.

Hadjadj es autor de obras como “La fe de los demonios”, “El paraíso en la puerta” o “Lobos disfrazados de corderos”. En este último libro, el pensador reflexiona sobre los abusos espirituales en la Iglesia y trata de desentrañar las causas de este mal.

Durante el Foro, organizado junto al Máster de Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Universidad de Navarra y Ediciones Encuentro, Fabrice tuvo una conversación con el periodista Joseba Louzao. Las preguntas planteadas frente al público fueron diversas y profundas, pasando desde la infantilización de la fe, a la filiación divina y, por supuesto, por los abusos espirituales.

Categorías ambiguas

Hadjadj señaló que algunos periodistas han dicho que su libro sobre los abusos espirituales no tomaba partido por las víctimas. «No lo hago porque ya hay libros que adoptan esa perspectiva. Yo he hecho otra cosa, he abordado la cuestión desde el lado de los verdugos. Hay una posición fácil que quiero evitar, que es ponerme del lado de las víctimas. Soy judío, pero nunca he querido ponerme del lado de las víctimas y no voy a hacerlo ahora. Estamos envueltos en una especie de religión victimaria: porque soy víctima soy inocente. Porque soy víctima lo que digo es la verdad absoluta. Pero, por un lado, sólo hay una víctima y inocente, que es Cristo y, en segundo lugar, el trauma puede hacer que uno se deslice a una posición también violenta».

En los últimos minutos de la conversación, Fabrice habló de la relación entre víctima y abusador, señalando que en los casos de abuso espiritual “la categoría de abusador y abusado no funciona del todo”. Esta diferenciación es “más oscura” y obliga a plantearnos la siguiente pregunta: “¿Cuál es nuestra parte en la que ha habido consentimiento?”.

En una relación padre espiritual – hijo, explicó Fabrice, incluso si podemos afirmar que hay un abuso por parte del padre, hay que reconocer también que el hijo consiente en muchos casos ciertos avances. Y cuando empezamos a discernir lo que ha ocurrido, dijo Hadjajd, “no podemos pensar que quien es una víctima es directamente inocente”.

La indemnización no es curación

Por otro lado, Fabrice señaló que las indemnizaciones no son suficientes para salvar a las víctimas. Estas entregas de dinero son soluciones en un plano civil que no completan la conversión espiritual necesaria para que quien ha sufrido el abuso pueda curarse.

La intervención de Cristo y su palabra es necesaria, esencial. Una palabra, la de Jesús, que está purificada, no como la de la víctima o como las palabras que usamos nosotros para hablar de los abusos.

La purificación de la palabra

En el mismo sentido, “la palabra que nace del trauma es una palabra que también tiene que ser purificada”. Purificada y no solo en lo que se refiere al abuso sufrido, sino a toda su vivencia de lo espiritual. “El mal que ha sufrido la persona abusada espiritualmente provoca que la visión misma de la espiritualidad de esa persona quede deformada”, continuó Hadjadj. Por ello, “hay que escuchar esa palabra pero no podemos olvidar la palabra de Cristo y hay que llevar a cabo la purificación”.

La palabra de Cristo también logra que podamos “sustraernos de todas nuestras ambigüedades” en lo que se refiere a las categorías de abusador y abusado antes mencionadas. Algo que se logra confiando en Jesús como “víctima que viene a salvarnos”.

Fabrice concluyó su intervención señalando que debemos “reconocer que puede que las personas que hayan abusado han podido comunicar a las personas gracias verdaderas”. En este sentido, hay que “conservar lo bueno, rechazar lo malo y saber que estamos salvados a partir del momento que reconocemos que no somos sólo víctimas”.


Los suscriptores de la revista Omnes podrán leer un reportaje completo con todos los detalles de la conversación con Fabrice Hadjadj en el nuevo número de noviembre de 2024. Quienes no estén suscritos a la revista y deseen obtener el próximo ejemplar pueden suscribirse aquí.

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