Horarios de Misa es una aplicación móvil, disponible para Android e iOS que recoge horarios de Misa de iglesias de todo el mundo. Su creador es un argentino, Pablo Licheri, casado y padre de 7 hijos. La aplicación, que hoy cuenta con más de millón y medio de descargas, -y subiendo-, nació y creció gracias a él, a su mujer y a sus hijos. “Empezó de modo particular, laico. No tenemos el respaldo de ningún obispado o movimiento. Es una iniciativa personal, como muchas startups” afirma.
Los comienzos
En 2014 Pablo trabajaba en un banco de su Argentina natal en el que dirigía equipos de desarrollo de software. Por entonces, cuenta a Omnes, “estaba buscando maneras de ayudar a los demás. Fue el momento del lanzamiento del iPad y me entusiasmó. Pensé que tenía que aprender a programar para aquello. En ese tiempo, además, acudí a un retiro espiritual. El sacerdote habló de la importancia ir a Misa a diario: Nos recordó que la Misa es lo más importante que sucede en el mundo cada día. Esas cosas me tocaron mucho y fueron conectando entre sí”.
La idea inicial de Licheri era, sin embargo, muy distinta a Horarios de Misa: “Yo quería crear un sitio que transmitiera misas en vivo desde distintos lugares del mundo, a través de internet, las 24 horas del día. Un sitio en el que pudieras ver una Misa en directo, a cualquier hora, y pudieras rezar o escucharla si no podías ir”. Comentó con un amigo suyo esta idea, pero éste le señaló las dificultades que ello entrañaba y le animó a empezar por algo más fácil, como una aplicación móvil para buscar los horarios de Misa.
A Pablo le pareció “demasiado sencillo”, pero le convenció como un primer paso y la desarrolló. “La hice muy rápido, los sábados y domingos, por la mañana, antes que despertaran mis hijos”, recuerda Licheri. “Cargué sólo iglesias de Buenos Aires y se la mandé a mis amigos. Al poco tiempo la usaban unas doscientas personas. Estaba muy contento y pensaba que ya había cumplido mi misión. Pero no. Comenzaron a pedirme que desarrollara la aplicación para Android. Esto significó hacer toda la aplicación desde cero otra vez”.
Licheri desarrolló la aplicación para ambos sistemas y al poco tiempo, más de 2.000 personas la utilizaban para conocer los horarios de Misa. Los usuarios mandaban información de las iglesias que frecuentaban: cambios de horario, errores de localización, etc.
El crecimiento
Horarios de Misa creció, y lo sigue haciendo, gracias a los usuarios. Los usuarios de la aplicación comenzaron a mandar información de iglesias que conocían en sus viajes de ocio o profesionales, fuera de Buenos Aires e incluso más allá de las fronteras nacionales de Argentina. “Se me empezaron a acumular los datos de iglesias nuevas y los reportes de error”, rememora Pablo Licheri y “pedí ayuda a mis hijos e hijas mayores, que contaban con unos 10 – 12 años. Les enseñé unas cosas básicas de programación y me ayudaban entusiasmados”.
Licheri destaca que llegó un momento en el que se dio cuenta que tenía que trabajar de manera profesionalizada. Eran ya varios miles de usuarios los que tenía la app y se acumulaban los reportes de error, y las informaciones nuevas. Comenzó por un equipo de voluntarios, pero, aunque ayudaron mucho, no terminaba de solucionarse el problema. Llegados a este punto, contrató a varios desarrolladores profesionales y la aplicación tomó nuevos vuelos: “Pudimos empezar a responder a los usuarios, desaparecieron los informes y errores sin corregir, etc. Además, de esta manera, se crea un círculo virtuoso: las personas ven que contestamos a los reportes de error y usan más la app, la recomiendan, entran más usuarios que, a su vez, mandan más información y más correcciones”.
Hasta el pasado año, todos los gastos los asumían él y su mujer. Hoy en día, la web de Horarios de Misa cuenta con la posibilidad de hacer donaciones, desde cinco dólares en adelante. “Eso ha permitido al menos, cubrir los gastos básicos de la aplicación” señala su creador, “recibimos donaciones de todo el mundo, pequeñas aún. Aún falta crecer un poco más para contratar uno o dos empleados más full time, pero es un paso”.
Misas de todo el mundo
Actualmente, Horarios de Misa cubre los horarios de las celebraciones eucarísticas en iglesias de todo el mundo: Europa, Hispanoamérica y también Asia e incluso Oceanía. Cuando un usuario remite una información, el equipo de la aplicación busca esa iglesia en la web, contrasta los datos de geolocalización, si la parroquia tiene web y otras informaciones también se añaden, etc. Cada información publicada tiene, además del primer envío de información, un trabajo de horas detrás. Y no siempre es fácil.
Como destaca Pablo, las diferencias de información entre los países son muy grandes. En el caso de Estados Unidos, “las parroquias tienen prácticamente todas, una página web actualizada, con personas trabajando profesionalmente en ellas. Esto ha permitido que en 2023 se incluyesen en la aplicación el 100% de los horarios de Misa de Estados Unidos”. En el caso de Europa, este porcentaje baja y es más difícil, en muchos casos, contrastar la información. Mucho más en Asia, África y Latinoamérica. Pero aún así, los usuarios aportan mucha información y esto es lo que posibilita que, cada día, puedan cargar nuevos templos. Cada mes, unas 130.000 personas descargan la aplicación.
Como dice Licheri, “somos 1300 millones de católicos en todo el mundo. ¡Imagínate lo que nos queda por crecer y ayudar!”. Periódicamente, además, el equipo de Horarios de Misa prepara y remite una newsletter sobre diversos aspectos de la fe, devociones o la Eucaristía.
Un ejemplo para confiar en Dios
Quizás la experiencia más clara de Pablo Licheri en esta aventura es la de la confianza en Dios: “Si yo hubiera hecho este proyecto por mis propios medios y pensando en el negocio, hubiera desaparecido”.
Además de la historia de la aplicación, el propio Pablo y su familia han vivido nuevas experiencias gracias a la aplicación, entre ellas, la de encontrar la ciudad en la que ahora viven: Ave María, en Florida. “Hace 7 años vine a dar una conferencia en Miami. Mi mujer me acompañó y nos quedamos unos días más. Yendo por la autopista íbamos preguntándonos donde podríamos ir a Misa. Mi mujer abrió la app y me dijo ‘hay una Iglesia aquí cerquita, que tiene Misa en un ratito’. Estábamos en Florida, en medio de los Everglades. Nos desviamos y así conocimos esta ciudad. Una ciudad preciosa, construida alrededor de una universidad católica levantada por Tom Monaghan, el fundador de Domino´s Pizza, con una historia impresionante detrás. Nos encantó para criar a nuestros hijos y nos vinimos aquí. Aquí seguimos todos menos mi hijo mayor, que está en Roma estudiando porque quiere ser sacerdote”, narra Pablo Licheri. Concluye: “Me gustaría que la historia de Horarios de Misa, sirviera como ejemplo para que otras personas empiecen cosas distintas y confíen en la providencia de Dios”.