La “santa andariega” es uno de los adjetivos con los que se conoce a Santa Teresa de Jesús. La santa abulense pasó gran parte de su vida viajando por diversas zonas de España realizando sus fundaciones.
No es de extrañar, por tanto, que sea la peregrinación, recorrer los caminos que unen las localidades ligadas a su vida, una manera privilegiada de conocer, comprender y adentrarse en la figura y el ejemplo de una mujer que abrió caminos de santidad con la renovación del Carmelo de la que ella fue principal impulsora.
Son los caminos teresianos y en especial, el que une las localidades de Ávila (nacimiento) hasta Alba de Tormes (fallecimiento), de la cuna al sepulcro, que es también el nombre de la Asociación que reúne a los ayuntamientos de las 22 localidades por las que pasa este camino, asociaciones culturales, empresarios y el Carmelo.
Tras los pasos de Teresa de Jesús
Como destaca Ana Velázquez, una de las impulsoras de la Asociación De la Cuna al Sepulcro, aunque la peregrinación por diversas rutas ligadas a la vida de los santos señeros del Carmelo, santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz ya se venían realizando, fue en 2014 cuando, tras presentar esta idea a las diputaciones de las provincias implicadas, comenzó la señalización y el trabajo de difusión de esta peregrinación.
De hecho ya en 2015, año del V Centenario del nacimiento de la santa de Ávila, la ruta estaba ya completamente señalizada y, con nace la asociación De la Cuna al Sepulcro que es la encargada de gestionar y, sobre todo, dar a conoce esta peregrinación. En su web recogen toda la información y documentación necesaria para realizar este camino teresiano: la guía espiritual, enlaces de interés, mapa de servicios…etc.
También tiene este camino su acreditación de peregrinaje: la andariega. Un documento que se otorga en el Carmelo de Ávila o el de Alba de Tormes una vez se han completado las etapas, que pueden hacerse en ambos sentidos: de Ávila a Alba y viceversa. Durante el camino, en ayuntamientos y parroquias de las localidades puede recogerse la acreditación que se va sellando en cada localidad.
Una ruta asequible
La ruta tiene la peculiaridad de unir dos provincias clave en la vida de santa teresa y albergar también, en su camino, puntos relacionados con San Juan de la Cruz como Fontiveros donde nació el místico español o Duruelo, lugar que vió el inicio de la reforma de los frailes carmelitas.
Un camino sencillo, de etapas llanas que unen pueblos muy cercanos entre sí, lo que facilita el descanso o la posibilidad de hacerlo en familia. Las dos vertientes, norte y sur, apenas superan el centenar de kilómetros. Como señala Ana Velázquez “es un camino no especialmente largo o intenso, que puede hacerse en menos de una semana lo que facilita la organización…”.
La ruta discurre, en muchos momentos, por paisajes de siembra, de trigo y colza especialmente hermosos en primavera y otoño, que son las mejores épocas para hacer este recorrido.
El silencio, compañero del peregrino
Para Ana Velázquez una característica de este recorrido es el silencio. El mismo silencio que probablemente envolvía los pasos de la santa de Ávila, emerge como uno de los grandes protagonistas de los pasos de los caminantes. “Es muy impresionante, sobre todo en los atardeceres. En esos momentos en los que el horizonte está muy cerca y se unen la tierra con el cielo. Creo que este paisaje, que vieron Teresa y Juan muchas veces, pudo influir también en su vida espiritual, en esa búsqueda mística de unión del cielo y la tierra”.