En los países nórdicos existía también la tradición de peregrinar a Nidaros (la actual Trondheim, en el noroeste de Noruega). La tradición medieval de las peregrinaciones encontró en los países nórdicos una buena acogida, dado también su carácter aventurero.
Santa Brígida, la santa nacional sueca y patrona de Europa, les dio un impulso cuando ella misma con su esposo peregrinó a Santiago de Compostela en 1343. Hicieron todo el camino a pie a lo largo de varios meses. Hoy día la distancia es de 3200 km por el camino más corto. No sabemos exactamente el recorrido que hizo la santa pero posiblemente fuera más largo aún. En el viaje de vuelta -en Arras, en Francia- su esposo Ulf cayó enfermo. San Dionisio se apareció a la santa y le dijo que su marido no moriría en esa ocasión. Lo hizo poco después de su regreso a Suecia y ello supuso el comienzo de la actividad de santa Brígida como fundadora de la nueva orden.
La peregrinación de la santa despertó el fervor popular y poco a poco se hicieron más frecuentes las peregrinaciones, tanto a Roma como a Santiago. En Estocolmo se construyó la iglesia de Santiago (St Jakobs Kyrka) a comienzos del siglo XIV en el actual parque de Kugsträdgården, entonces al norte de la ciudad antigua. Esa sencilla iglesia de madera fue sustituida por una más grande, con tres naves y de ladrillo, en 1430. De ella partían los peregrinos a su largo viaje con la bendición y protección del santo.
El protestantismo borró literalmente el catolicismo y sus costumbres, también las peregrinaciones, durante los siglos XVI y XVII. A partir del siglo XVIII se vislumbra de nuevo una apertura que no se hará completa hasta finales del siglo pasado.
El camino de Santiago se retoma de modo oficial en 1999 cuando la Asociación de Santiago se constituye en Estocolmo bajo los auspicios del obispo diocesano; su presidente es el diácono permanente Manuel Pizarro. La idea inicial era ayudar a redescubrir la espiritualidad de las peregrinaciones entre los católicos de Escandinavia, y se fomentaban las peregrinaciones a los lugares clásicos del cristianismo: Tierra Santa, Roma, Santiago y también Lourdes y Fátima. En el mismo 1999 se organiza una peregrinación a Santiago siendo esta la “Primera peregrinación de Escandinavia” desde la Reforma protestante. Así fue reconocida por el Arzobispo de Santiago cuando los peregrinos llegaron a su destino y fueron recibidos por el prelado, como nos cuenta Manuel. Pocos años después el mismo obispo de Estocolmo les acompaña en otra peregrinación. Desde el comienzo muchos suecos protestantes se fueron sumando a estas peregrinaciones viendo en ellas una estupenda oportunidad para descubrir algo diferente a lo que su iglesia les decía. Buscaban su camino personal y su propia vocación. En los veinte años de esta iniciativa cada vez son más los luteranos que se interesan. El hecho de que sean una Asociación permite también subvencionar la peregrinación a personas con dificultad para pagar un largo viaje.