Vaticano

Nueva etapa del Sínodo. Continental y hasta 2024

El desdoblamiento de la fase final del Sínodo de la Sinodalidad, la homilía en el 60 aniversario del Concilio Vaticano II y las condenas a la guerra de Ucrania han sido las principales noticias de este mes. 

Giovanni Tridente·12 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos
fase final sínodo

Tras el sorprendente anuncio con el que el Papa Francisco amplió un año más la duración del proceso sinodal en curso en la Iglesia -además de la etapa de octubre de 2023, ya programada, la conclusión tendrá lugar en 2024-, este mes cobra vida la etapa continental del sínodo, que durará hasta el próximo mes de marzo.

El Pontífice considera necesario proceder con cautela, sin prisas, para que los numerosos frutos que este proceso está generando “alcancen su plena madurez”. Esta es, al menos, la motivación oficial, pero también se ajusta perfectamente a la correcta comprensión de este instrumento deseado hace casi sesenta años por San Pablo VI: no es un parlamento, sino “un momento de gracia, un proceso guiado por el Espíritu que hace nuevas todas las cosas”, como recientemente recordó Francisco a un grupo de peregrinos franceses.

Documento para la etapa continental

Hace unos días se presentó a los periodistas, en la oficina de prensa del Vaticano, el documento para la etapa continental, fruto de la amplia consulta de la primera fase del proceso sinodal, en la que han participado las comunidades locales y las conferencias episcopales.

El texto, que ya está a disposición de toda la comunidad eclesial, fue redactado a finales de septiembre por un grupo de más de 50 expertos de todo el mundo, reunidos en el Centro Juan XXIII de Frascati, a pocos kilómetros de Roma, para elaborar una síntesis de los cientos de documentos recibidos por la Secretaría del Sínodo. Además de las conferencias episcopales (112 de 114) y de las Iglesias católicas orientales, también participaron en la primera fase de consulta las congregaciones religiosas, las asociaciones y movimientos eclesiales y los dicasterios vaticanos.

Experiencia única y extraordinaria

Al encontrarse con el Papa Francisco al final de este trabajo de síntesis que duró doce días y estuvo marcado por el método de la conversación espiritual, el cardenal secretario general del sínodo, Mario Grech, calificó la experiencia de “única y extraordinaria”, al haber permitido conocer “la riqueza de los frutos que el Espíritu está suscitando en el Santo Pueblo de Dios”.

Y añadió el cardenal Grech: “Podremos decir que la Iglesia se ofrece como casa para todos, porque la experiencia de sinodalidad que estamos viviendo nos lleva a ‘ensanchar el espacio de la tienda’ para acoger verdaderamente a todos”.

El trabajo de síntesis que dio lugar al documento para la etapa continental fue coordinado por el P. Giacomo Costa, que dirige la comisión preparatoria, y fue copresidido por el cardenal Grech, así como por el relator general para la próxima Asamblea General del Sínodo de los Obispos, el cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich.

Las regiones de la consulta

El documento acompañará, por supuesto, a toda la consulta que tendrá lugar en los próximos meses a las grandes regiones del mundo. En particular, la subdivisión de las distintas zonas del mundo prevé asambleas para América del Norte, América Latina y el Caribe (CELAM), Europa (CCEE), África y Madagascar (SECAM), Oriente Medio -que contará con la contribución de las Iglesias católicas orientales en particular-, Asia (FABC) y Oceanía (FCBCO).

La Secretaría ha previsto todo el proceso como un intercambio continuo desde la Iglesia universal a la Iglesia particular y de vuelta a ella a través de la reflexión en los distintos continentes. También se trata de generalizar un flujo constante que pueda consolidarse mediante la creación o consolidación de vínculos entre Iglesias vecinas y entre Iglesias de regiones concretas.

Fue el propio cardenal Grech quien explicó esta dinámica en un encuentro hace unos meses, afirmando que “para entender el proceso sinodal hay que pensar en una fecunda circularidad de profecía y discernimiento” que se apoya operativamente en la “restitución a las Iglesias” de todo lo que ha llegado a Roma desde ellas.

En definitiva, esta fase continental se caracterizará por el discernimiento -a partir del documento de trabajo elaborado por el comité de expertos- sobre lo que ha surgido de las consultas anteriores: se trata de formular cuidadosamente las preguntas abiertas, así como de demostrar y clarificar las percepciones y la visión de conjunto, sin dejar de escuchar aquellas realidades que no se integraron en la fase anterior. En cualquier caso, no habrá sugerencias de respuestas ni decisiones sobre cursos de acción, que en cambio se referirán a la discusión más amplia de las Asambleas Generales de 2023 y 2024.

60 años del Concilio

Al celebrar el 60 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II por parte de su predecesor San Juan XXIII, el Papa Francisco destacó el aspecto de unidad a pesar de la diversidad que debe caracterizar el camino de la Iglesia de esta época y del futuro próximo, un camino esencialmente sinodal que encuentra sus raíces precisamente en ese dinamismo del siglo pasado.

“Una Iglesia enamorada de Jesús no tiene tiempo para enfrentamientos, envenenamientos y polémicas”, dijo el Papa Francisco en su homilía del 11 de octubre, y añadió: “Que Dios nos libre de ser críticos e intolerantes, amargados y enfadados”. Evidentemente, no se trata sólo de una cuestión de estilo, “sino de amor, porque quien ama, como enseña el apóstol Pablo, lo hace todo sin murmurar”.

Por último, añadió: “que la Iglesia esté habitada por la alegría. Si no se alegra, se niega a sí misma, porque olvida el amor que la creó. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros no vivimos la fe con alegría, sin murmuraciones y sin críticas?”.

Una excelente advertencia precisamente para la etapa posterior del proceso sinodal que se inicia, que más bien quiere animarnos a ser partícipes y a discernir más que a ocupar espacios o posiciones o incluso a plantear objeciones que choquen con las sugerencias del Espíritu Santo.

Próximos eventos del Pontífice

En este mes de noviembre habrá varias citas en las que participará el Papa Francisco. Comienza con el Viaje Apostólico al Reino de Bahréin, del 3 al 6 de noviembre, visitando las ciudades de Manama y Awali con motivo del Foro para el diálogo: Oriente y Occidente para la convivencia humana, con una referencia inmediata al Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 por el Pontífice y el Gran Imán de al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb.

El 13 de noviembre, el Papa Francisco celebrará una misa en la basílica de San Pedro con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, la sexta, que instituyó al concluir el Jubileo de la Misericordia. En el mensaje redactado para la ocasión, el Santo Padre se había referido también a las numerosas pobrezas causadas por el “sinsentido de la guerra”, que genera incertidumbre y precariedad, con especial referencia al conflicto de Ucrania, que ha venido “a sumarse a las guerras regionales que en estos años están cosechando muerte y destrucción”.

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