Bahréin es un estado con más de treinta islas, enclavado en el azul del Golfo Pérsico. Del pequeño reino gobernado por una monarquía constitucional que limita con Arabia Saudí al oeste y Qatar al sur y cuya población es mayoritariamente musulmana, Monseñor Paul Hinder dice que es una «nación que se siente orgullosa de ser campeona de la tolerancia religiosa y permite a los no musulmanes practicar su fe en sus respectivos lugares de culto».
El obispo, administrador del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, bajo cuya jurisdicción se encuentra Bahrein, afirma que el viaje que el Papa Francisco realizará al país del 3 al 6 de noviembre es «un gran honor para todos».
El Reino despliega la alfombra roja para el Santo Padre. Mientras los responsables del vicariato colaboran con las autoridades para preparar un gran programa para el Pontífice, la comunidad trabaja entre bastidores para que todo salga bien».
Así que habrá una cálida bienvenida….
–Sí. Las autoridades se preparan para dar una cálida bienvenida al Santo Padre. Su Majestad, el Rey Hamad bin Isa Al Khalifa, mantendrá un encuentro privado con el Papa inmediatamente después de su llegada al palacio real de Sakhir el 3 de noviembre.
Las autoridades civiles y eclesiásticas organizan una misa pública en el estadio nacional para el sábado 5 de noviembre a las 8.30 horas, a la que asistirán los católicos del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte y los habitantes de los alrededores.
Los organizadores del «Foro de Bahrein para el diálogo: Oriente y Occidente para la coexistencia humana» también se preparan para dar una digna bienvenida al Papa Francisco el viernes 4 de noviembre a las 10:00 horas. Ese día también participarán numerosos líderes de diferentes religiones en la plaza Al-Fida del Palacio Real de Sakhir.
¿Qué representa esta visita para el país?
–El Golfo Pérsico es predominantemente musulmán, con diversos grados de libertad y tolerancia religiosa. Bahréin se enorgullece de apoyar y fomentar la tolerancia y la convivencia. El Reino ha apoyado a los no musulmanes en la práctica de su culto durante más de 200 años. La visita del Papa reforzará aún más al pequeño reino como propagador de la tolerancia religiosa.
El foro de diálogo, al que asistirán el Papa y otros destacados líderes religiosos, es una expresión del compromiso del reino con la armonía interconfesional y la coexistencia pacífica.
Bahréin ganará puntos en la comunidad internacional como defensor de los derechos de las diferentes confesiones, mientras el Pontífice reitera su llamamiento a la paz y la justicia, sin discriminación de religión o nacionalidad.
Bahréin se distinguirá como un país que respeta todas las religiones y promueve el diálogo como medio para lograr la paz y la reconciliación entre naciones o facciones enfrentadas.
Este es un mensaje que concierne a todas las partes del mundo, especialmente al Golfo Pérsico.
¿Cuál es la situación de la Iglesia católica en el país?
–Se calcula que hay 80.000 católicos en Bahrein, muchos de ellos inmigrantes de Asia, especialmente de Filipinas e India. En total, los cristianos, unas 210.000 personas, representan el 14% de la población, seguidos de los hindúes, con un 10%.
Aquí hay dos parroquias: la Iglesia del Sagrado Corazón -la primera iglesia del Golfo Pérsico, construida e inaugurada en 1939- y la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, construida en un terreno de 9.000 metros cuadrados donado por Su Majestad el Rey Hamad.
Las actividades de la Iglesia que podrían tener un impacto importante en la sociedad son limitadas. Existe la escuela del Sagrado Corazón, que goza de gran estima entre los ciudadanos.
El apoyo a los trabajadores se lleva a cabo, discretamente, por grupos parroquiales que realizan visitas a los campos de trabajo (zonas residenciales reservadas a los trabajadores inmigrantes).
Como migrantes, los cristianos no tienen ninguna influencia política en la legislación del país, pero pueden contribuir de forma discreta y prudente a una mayor concienciación sobre problemas sociales concretos.
¿Cómo se prepara la Iglesia para la visita del Papa y qué espera de ella?
–Para muchos católicos de Bahrein, que han estado esperando esta visita desde que el rey invitó personalmente al Papa, es un sueño hecho realidad.
La noticia de la visita papal ha despertado un gran entusiasmo, no sólo entre los católicos sino también entre personas de otras confesiones. Además de la misa, se han organizado programas separados en los que el Santo Padre se reunirá con grupos y organizaciones católicas.
Las autoridades eclesiásticas preparan un encuentro ecuménico y una oración por la paz en la catedral de Nuestra Señora de Arabia en Awali.
También se está preparando otro encuentro de oración y Ángelus con sacerdotes, personas consagradas, seminaristas y agentes de pastoral en la iglesia del Sagrado Corazón, en Manama. Un coro de cien personas, formado por cantantes y músicos de diferentes nacionalidades, comenzó a ensayar para cantar durante la Santa Misa.
Como Bahrein forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, los fieles de toda la región están organizando un viaje a Bahrein para fortalecer su fe y realizar su sueño de ver al Papa en persona y participar en la Santa Misa.
La visita del Papa tendrá lugar con motivo del foro de diálogo dedicado a la convivencia humana entre Oriente y Occidente. ¿Qué importancia tiene el diálogo en Bahréin? ¿Y qué significa para la Iglesia estar en minoría?
–Esta visita es una continuación del diálogo del Pontífice con el mundo musulmán. Uno de los temas más urgentes es la cuestión de la violencia y la importancia de los valores de justicia y paz.
Existe el famoso dicho «no hay paz sin justicia»: el diálogo es el único camino a seguir en un mundo en el que no existe la posibilidad de utilizar la violencia para asegurar el propio camino, porque esto abre la aterradora posibilidad del uso de armas de destrucción masiva que acabarán apuntando a los inocentes de ambos bandos.
Al acoger este evento, Bahréin está liderando el camino y tratando de difundir el mensaje de que la resolución de las diferencias sólo es posible a través del diálogo: esto, para el país, es crucial desde el punto de vista de la división entre musulmanes chiíes y suníes.
Además, al patrocinar la visita papal, Bahréin está enviando una señal a diversos sectores regionales: las diferencias deben abordarse mediante el diálogo y no mediante la confrontación.
En cuanto a la Iglesia local, la visita papal servirá para recordar que, independientemente del lugar en el que nos encontremos, podemos practicar nuestra fe y ser faros de paz y justicia, incluso en un entorno predominantemente no cristiano. La visita del Papa contribuirá a reforzar nuestra decisión de vivir una vida verdaderamente cristiana.
Durante su visita, el Papa visitará la ciudad de Awali, donde el 10 de diciembre de 2021 se consagró la catedral dedicada a Nuestra Señora de Arabia, patrona del Golfo Pérsico. ¿Por qué, en su opinión, es importante este gesto? ¿Qué importancia ha tenido la construcción de esta catedral para el país?
–La Catedral de Nuestra Señora de Arabia es la segunda iglesia católica más grande del Golfo Pérsico. La moderna iglesia, con su cúpula octogonal, se ha convertido en un punto de referencia para los 80.000 católicos del país y el resto de los fieles del Vicariato. Es un verdadero logro para Bahréin: animará a otros a venir a vivir aquí.
También representa la culminación de años de trabajo en los que han participado los gobernantes de la nación, las autoridades eclesiásticas, la comunidad católica en general y docenas de otras personas: desde arquitectos hasta constructores. Esta obra es también un reflejo de una rica historia de tolerancia hacia otras religiones que se remonta a dos siglos atrás.
La Iglesia de Nuestra Señora de Arabia es la catedral del Vicariato de Arabia del Norte, que incluye Bahrein, Kuwait, Qatar y Arabia Saudí. Por lo tanto, los católicos que viven en Arabia Saudí también la consideran su catedral, especialmente los que viven en la Provincia Oriental.
En su opinión, ¿qué frutos traerá la visita del Papa?
–El Papa Francisco continuará por el camino de la paz y el respeto mutuo que ha elegido desde el inicio de su pontificado, también y sobre todo en relación con el mundo musulmán.
Para la Iglesia local, compuesta mayoritariamente por inmigrantes, la visita del Papa será una inyección de confianza: sus miembros, al ser una iglesia pequeña en un país pequeño en medio de un contexto musulmán, se sienten a veces olvidados.
Al acoger al Papa, los fieles no sólo serán vistos por todo el mundo, sino que se sentirán parte de la Iglesia universal. Bahréin también será un buen lugar desde el que enviar señales a los países de la región que están en conflicto, como Yemen, desgarrado por una guerra civil asesina.
El lema de la visita del Papa es «Paz a los hombres de buena voluntad»: se espera que este mensaje se escuche en todos los rincones de la tierra.