Todos los años tiene lugar en Pöllau, una pequeña ciudad en el este de la región austriaca de Estiria, uno de los acontecimientos pastorales más importantes para las familias cristianas de Austria: el “Jungfamilientreffen”, o “Encuentro de familias jóvenes”. Este año se ha celebrado del 18 al 23 de julio, y participaron 170 familias y más de 200 ayudantes, en total casi 1000 personas procedentes de toda Austria y de algunos países vecinos. El lema de la semana fue: “¡Renueva la gloria!”. El centro de atención era la familia: cada familia que participaba y que también venía para encontrarse con otras familias, recargarse, intercambiar y animarse, rezar juntos, “fortalecer el matrimonio y recibir los sacramentos”.
Todo tuvo su comienzo allí hace más de 30 años. En el seno de la Renovación Carismática Católica y con un gran y evidente apoyo de la parroquia y del párroco, en 1992 empezaron en Pöllau encuentros de jóvenes. Cuando los jóvenes crecieron, se casaron y tuvieron hijos ellos mismos, empezaron los encuentros para familias jóvenes, y así en 2003 hubo el primer “Encuentro de familias jóvenes”: querían experimentar lo que habían vivido en Pöllau siendo jóvenes: la comunidad de jóvenes cristianos, la renovación en la fe y la nueva alegría en la vida cristiana, rezando y cantando juntos y también divirtiéndose juntos, ahora como familias, y transmitirlo a sus hijos y también a otras familias.
No sólo con entusiasmo “carismático”, sino con mucha dedicación y esfuerzo, fe y alegría, los organizadores y desde el principio muchos voluntarios han organizado hasta ahora 21 encuentros de este tipo con unas 3.300 familias, y los han llevado a cabo con gran éxito; éxito, no sólo en el sentido mundano, sino cada una de las veces con mucha ganancia espiritual, una experiencia con mucha alegría para todos, para las familias participantes y los ayudantes, que en su mayoría son jóvenes.
Tres elementos esenciales
En lo que para las familias -para los padres y para los niños- es sencillamente un gran programa completo, un observador objetivo podría identificar tres elementos principales: conferencias y talleres, programa espiritual, convivencia.
Los títulos de las conferencias, como “Veracidad y amor”, “Libertad y profundidad”, “Fuentes del amor conyugal” hablan por sí solos a los adultos: transmitir valores duraderos, y al mismo tiempo una ayuda práctica para las familias y su futuro.
Pero en el centro y a lo largo de toda la semana está el programa espiritual, con la Santa Misa, la oración de la mañana y de la tarde, la vigilia o más bien la Fiesta de la Misericordia, la peregrinación. La Misa diaria se celebra en la gran iglesia del pueblo, justo al lado de la zona donde tienen lugar los actos. En la carpa con el Santísimo Sacramento se puede adorar al Señor en el Sacramento del Altar durante varias horas al día. Una y otra vez, niños y jóvenes vienen a rezar un rato; para ellos es muy natural encontrarse con Jesús aquí, “en medio del prado”.
Y todo con una alegre convivencia durante todo el día, con un programa especial para niños con teatro infantil y la Abeja Maya, y sesiones para jóvenes con charlas y debates. Durante todo el día, es como un intercambio constante de las familias entre sí, durante las comidas juntos, durante los paseos por el prado, o incluso las parejas entre sí durante la renovación del matrimonio. En la página web del “Encuentro de Familias Jóvenes” se puede leer el testimonio de Andreas y Maria: “Recibimos tantas gracias como pareja, fuimos reconfortados en la vigilia de renovación matrimonial y Dios nos marco la guía para criar a nuestros hijos”.
Nuevo enfoque
Los “Encuentros de familias jóvenes” cuentan con el apoyo de la ICF, la Iniciativa Familiar Cristiana. La ICF trabaja en nombre de la Conferencia Episcopal Austriaca. En su página web se describe su labor: “Como ICF nos consideramos proveedores y organizadores de ofertas para familias, matrimonios y niños. Nuestra preocupación es servir a las familias y fortalecerlas en su vocación. Con nuestras ofertas queremos volver a concienciar a la gente del alto valor del matrimonio y la familia en nuestra sociedad”. El director del ICF, Robert Schmalzbauer, ha participado desde el principio en los encuentros de familias jóvenes como animador junto con su esposa Michaela. Desde entonces, se han convertido en abuelos, y sus ocho hijos participan: los más pequeños aún en el programa infantil, los mayores ya como padres con sus propios hijos.
No sólo su propia experiencia, sino décadas de trabajo pastoral con familias han llevado a Robert Schmalzbauer a la convicción de que la familia es esencial para el trabajo pastoral con jóvenes. Afirma que todos tienen claro que los jóvenes son el futuro. Pero cuando los jóvenes crecen en una familia fortalecida en la fe y en su propia vida, crecen de otra manera. “Y cuando muchos jóvenes vuelven aquí para servir a las familias junto con sacerdotes y religiosos, eso influye en su visión del matrimonio, de la familia y también del sacerdocio o la vocación religiosa. Ven aquí que las familias necesitan a los sacerdotes y los sacerdotes necesitan a las familias”.
Por eso es importante cuidar mucho a las familias en Pöllau, para que esta semana signifique para ellas un fortalecimiento como familia, también como familia cristiana y creyente: que haya un programa bien pensado para todas las edades; que haya tantos voluntarios que se ocupen de todo lo que haga falta; que los matrimonios también tengan espacio para así con la ayuda del programa para los niños, para que también puedan tener tiempo suficiente para ellos durante esta semana.
Así, el Encuentro de familias jóvenes se convierte en un acontecimiento espiritual para todos, para los matrimonios, para toda la familia y para los organizadores y voluntarios, que les fortalece para las próximas semanas y meses y les hace esperar con ilusión el próximo Encuentro de familias jóvenes. En la página https://jungfamilien, Christoph y Katharina cuentan: “Nuestra familia se ha unido más profundamente durante esta semana y nuestra relación ha experimentado una dimensión más íntima. Hemos podido sentir a Dios en nuestra familia”.
En 2024 el Encuentro ya no será en Pöllau, porque allí ya no se dispone de la infraestructura necesaria por parte de la parroquia, de modo que ya no es factible celebrar el encuentro de la manera acostumbrada. El nuevo emplazamiento es la abadía benedictina de Kremsmünster, en la Alta Austria, fundada en el año 777 y donde hay mucha experiencia en eventos de grandes dimensiones, con el “Treffpunkt Benedikt” (Punto de Encuentro Benedicto) mensual como oferta espiritual para jóvenes.
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