La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el pasado mes una nota en la que explicaba la modificación del rito del Miércoles de Ceniza, adaptándose a las medidas de seguridad sanitarias.
No habrá contacto físico
En lugar de realizar el digno de la cruz sobre la cabeza de los fieles, este año, el sacerdote «pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás».
Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada».
La nota fue firmada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 12 de enero de 2021 por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos desde 2014 y Monseñor Arthur Roche, Arzobispo Secretario.