El Papa Francisco visitó la universidad pontificia más antigua de Roma, la universidad Gregoriana. Esta institución, en manos de los jesuitas, cuenta con casi 3000 estudiantes y ha formado a varios Papas a lo largo de la historia de la Iglesia.
Durante su visita, el Santo Padre pidió a los docentes y alumnos que conviertan la institución académica en un lugar donde, a través del conocimiento, se puedan «convertir los corazones y responder a las preguntas de la vida».