Vaticano

El Papa pide vivir la fe con coherencia, y oración por su largo viaje

En vísperas de su viaje apostólico a algunos países de Asia y Oceanía, que comienza mañana, el Papa Francisco ha pedido a los fieles romanos y peregrinos oraciones por su persona y por los frutos del viaje, y ha rogado por la paz en Tierra Santa y en Jerusalén. Además, ha alentado a vivir la “fe con coherencia”.  

Francisco Otamendi·1 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa audiencia 28 agosto

El Papa besa a un niño en la Audiencia general de esta semana @OSV

El Santo Padre ha visitado esta mañana de domingo 1 de septiembre la basílica de Santa María la Mayor, y se ha detenido en oración ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, confiándole su próximo viaje apostólico  a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, que durará desde el lunes día 2 al 13 de septiembre, el más largo del pontificado.

Tras regresar al Vaticano, ha rezado el Ángelus con los romanos y peregrinos en la plaza de San Pedro, y ha rogado oraciones por su persona y por los frutos de su viaje, que comienza por Indonesia. En este país, de mayoría musulmana, los católicos han preparado con ilusión esta visita, como ha contado a Omnes el sacerdote indonesio Kenny Ang, que vive ahora en el colegio sacerdotal Altomonte (Roma) y que realizó sus estudios gracias a una beca de la Fundación CARF.

Beatificación en Eslovaquia

Además, el Santo Padre ha informado de la beatificación, ayer en Eslovaquia, de Ján Havlik, seminarista de la Congregación de la Misión, fundada por San Vicente de Paúl, que fue asesinado en 1965 durante la persecución por parte del régimen contra la Iglesia en la entonces Checoslovaquia, que mantuvo siempre la fe y la esperanza en Cristo, y ha pedido un aplauso para el nuevo beato; ha mostrado su cercanía con las víctimas y familiares de las decenas de víctimas a raíz de un ataque terrorista en Burkina Faso, y ha rogado oraciones por ellos; y ha recordado la Jornada Mundial del Cuidado de la Oración, animando a mostrar el “compromiso” por “nuestra casa común”. “Se necesita una acción decisiva e improrrogable”, señaló.

Como es habitual, pero con particular insistencia, el Pontífice ha mostrado su cercanía con el atormentado pueblo de Ucrania, en particular debido a los ataques a establecimientos energéticos, que han dejado sin electricidad a numerosas personas. 

El Papa ha mostrado su intensa preocupación por el conflicto de Palestina e Israel y ha efectuado un llamamiento para que no se detengan las negociaciones, y cese la violencia con un inmediato alto el fuego, para que se socorra a la población de Gaza, donde también se propagan tantas enfermedades, entre ellas la poliomielitis. «Que haya paz en Tierra Santa, que haya paz en Jerusalén. Que la Ciudad Santa sea un lugar de encuentro donde cristianos, judíos y musulmanes se sientan respetados y acogidos, y que nadie cuestione el statu quo en sus respectivos Lugares Santos».

Pureza, actitud interior

Antes del rezo del Ángelus, el Papa ha comentado el Evangelio de san Marcos en el que Jesús “habla de lo puro y lo impuro: un tema muy querido por sus contemporáneos, que estaba relacionado sobre todo con la observancia de ritos y  normas de comportamiento, para evitar cualquier contacto con cosas o personas consideradas impuras y, si esto ocurría, borrar la ‘mancha’”.

El Papa ha señalado que la pureza no está “ no está ligada a ritos externos, sino ante todo a actitudes interiores. Para ser puro, por tanto, de nada sirve lavarse las manos varias veces, si luego se albergan malos sentimientos como la avaricia, la envidia y la soberbia, o malas intenciones como el engaño, el robo, la traición y la calumnia (cf. Mc 7,21-22). Esto es ritualismo, que no hace crecer en la bondad; al contrario, a veces puede llevar a descuidar, o incluso a justificar, en uno mismo y en los demás, opciones y actitudes contrarias a la caridad, que hieren el alma y cierran el corazón”.

“Y esto es importante también para nosotros: no se puede, por ejemplo, salir de la Santa Misa y, ya en el atrio de la iglesia, detenerse con habladurías malvadas y despiadadas sobre todo y todos. O mostrarse piadoso en la oración, pero luego en casa tratar a los miembros de la propia familia con frialdad y desapego, o descuidar a los padres ancianos, que necesitan ayuda y compañía (cf. Mc 7,10-13). O ser aparentemente muy justo con todo el mundo, tal vez incluso hacer un poco de voluntariado y algunos gestos filantrópicos, pero luego en el interior cultivar el odio hacia los demás, despreciar a los pobres y a los últimos, o comportarse deshonestamente en el propio trabajo”.

El Papa ha preguntado si vivimos nuestra “fe con coherencia”, y ha pedido que “María, Madre purísima, nos ayude a hacer de nuestra vida, en el amor sincero y practicado, un culto agradable a Dios”.

El autorFrancisco Otamendi

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