«Custodiar la fe» es la tarea principal y el criterio último a seguir en la vida de la Iglesia. Y para esto se creó la Congregación para la Doctrina de la Fe, que asume esta importante tarea, asumiendo por tanto, las competencias doctrinales y disciplinarias que le han atribuido los pontífices anteriores a Francisco.
El Papa Francisco ha modificado a través de este motu proprio la estructura de la Congregación para dar mayor eficacia a su trabajo. En concreto, ha querido distinguir la Congregación en dos secciones: la Sección Doctrinal y la Sección Disciplinaria.
La Sección Doctrinal
Por un lado, la Sección Doctrinal, a través de la Oficina Doctrinal, se ocupará de los asuntos relacionados con la promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral. También fomenta los estudios destinados a aumentar la comprensión y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, para que pueda ayudar a la comprensión del sentido de la vida, sobre todo ante los interrogantes que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad.
Por lo que se refiere a la fe y a la moral, la Sección se encargará de examinar los documentos que vayan a ser publicados por otros Dicasterios de la Curia Romana, así como los escritos y opiniones que parezcan problemáticos para la recta fe, fomentando el diálogo con sus autores y proponiendo las oportunas correcciones que deban hacerse, con el fin de que estos documentos sean fácilmente accesibles al público.
Además, a esta Sección se le confía la tarea de estudiar las cuestiones relativas a los Ordinariatos Personales establecido por medio de la Constitución Apostólica Constitución Anglicanorum Coetibus. También corresponde a la Sección Doctrinal la Oficina Matrimonial, que ha sido creada para examinar, tanto de derecho como de hecho, todo lo que se refiere al «privilegium fidei«, y examinará la disolución de los matrimonios entre personas no bautizadas o entre un bautizado y un no bautizado.
La Sección Disciplinaria
Por otro lado, la Sección Disciplinaria, a través de su correspondiente oficina, se ocupa de las infracciones reservadas a la Congregación y de los que ésta se ocupa a través de la jurisdicción del Supremo Tribunal Apostólico allí establecido. Su tarea es preparar y elaborar los procedimientos previstos por las normas canónicas para que la Congregación, en sus diversas instancias (Prefecto, Secretario, Promotor de Justicia, Congreso, Sesión Ordinaria, Colegio para el examen de los recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una correcta administración de justicia.
La configuración actual
La configuración de la Congregación fue establecida por san Pablo VI, que en el motu proprio Integrae Servandae había cambiado el nombre del Dicasterio por el de actual, Congregación para la Doctrina de la Fe. También san Juan Pablo II colaboró con su configuración, que en la constitución apostólica Pastor Bonus especificó sus competencias.