La catequesis de la audiencia general el miércoles 9 de febrero tuvo como protagonista a San José como patrón de la buena muerte y la perspectiva cristiana de la vida eterna. En este contexto, el Papa afiró que «Debemos acompañar hasta la muerte, pero no provocarla ni contribuir a ninguna forma de suicidio asistido. La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no administrada. Y este principio ético concierne a todos, no sólo a los cristianos o creyentes».
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