Cultura

El IOR, un difícil itinerario hacia la transparencia

El “Istituto per le Opere di Religione” (IOR), conocido como el banco del Vaticano, ofrece algunos servicios financieros y de transferencia de fondos a la Iglesia Católica en todas sus ramas.

Hernan Sergio Mora·24 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
IOR

El “Istituto per le Opere di Religione” (IOR), conocido como el banco del Vaticano, aunque no sea realmente un banco, ofrece algunos servicios financieros y de transferencia de fondos a la Iglesia Católica en todas sus ramas: la Santa Sede, entidades relacionadas, órdenes religiosas, instituciones católicas, clero, cuerpo diplomático acreditado y empleados de la Santa Sede. La mayoría de los clientes del Instituto se dedican a obras de caridad en instituciones como escuelas, hospitales o campos de refugiados.

Mientras que bancos como Citybank tienen cientos de millones de clientes con oficinas en cientos de países, el IOR tiene menos de 13.000 clientes, con una sola oficina, en la Ciudad del Vaticano, en Torrione Niccolò V y cuenta 117 empleados.

Los tristes sucesos de los años 80 y 90

Una serie de tristes acontecimientos en los años 80 y 90 marcaron la gestión de las finanzas vaticanas, desde la época de Mons. Marcinkus en adelante, incluida la quiebra del banco Ambrosiano Veneto, el caso Enimont y varios otros eventos controvertidos, como mínimo.

El cambio de rumbo

El punto de inflexión llega con el Papa Ratzinger y su Motu Proprio del 30 de diciembre de 2010, sobre el tema de la transparencia financiera, la lucha contra el blanqueo de capitales, la creación de la Autoridad de Inteligencia Financiera (AIF hoy ASIF) y la adaptación del IOR a los estándares internacionales de transparencia.

Esta «legislación – declaró en ese momento el vocero de la Oficina de Prensa, padre Federico Lombardi – responde, pues, en conjunto a la necesidad de mantener operaciones efectivas para las entidades que operan en el campo económico y financiero (…) y -antes de eso- a la exigencia moral de «transparencia, honradez y responsabilidad» que en todo caso debe observarse en el campo social y económico (Caritas in veritate, 36)».

“La implementación de las nuevas regulaciones ciertamente requerirá mucho esfuerzo”, añadió Lombardi, y de hecho la transformación del IOR ya ha llevado al cambio de autoridades, desde los presidentes Gotti Tedeschi, Hermann Schiitl, Ernst von Freyber, hasta Jean Baptiste de Franssu, que se encuentra en el cargo desde 2014, además de muchos funcionarios.

Con este documento, el acuerdo monetario firmado con la Unión Europea el 17 de diciembre de 2009 entró en vigor el 1 de abril de 2011 y los controles dieron lugar al cierre de cientos de cuentas de entidades o personas que no tenían derecho a ello y a una serie de estrictas normas de control.

El IOR hoy con el Papa Francisco

La finalidad del Instituto -como ha reafirmado el Papa en un quirógrafo fechado en 2023- consiste en «prestar a la custodia y administración de los bienes muebles e inmuebles» con una finalidad precisa: «destinados a obras de culto o de caridad».

Hoy el IOR, luego de un camino hacia la transparencia, está sujeto a un marco normativo preciso y supervisado por la Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF),que forma parte del Grupo Egmont, el foro mundial que reúne actualmente a las unidades de inteligencia financiera de 152 países y jurisdicciones, para la colaboración e intercambio internacional de información contra el lavado de dinero y la delincuencia.

El Vaticano se jacta de estar totalmente incluido en el circuito SEPA, Zona Única de Pagos en Euros, puede emitir las tarjetas de débito «Tertium millennium» del circuito VISA, y en la Ciudad del Vaticano también es posible pagar con tarjetas de los circuitos internacionales.

El itinerario realizado por el Papa Francisco

Siguiendo la orientación indicada por el Papa Benedicto XVI, el 24 de junio de 2013 el Santo Padre Francisco erigió la Pontificia Comisión Referente al IOR, para lograr una completa y reconocida transparencia en su trabajo.

Le siguió el Motu Proprio del 11 de julio de 2013 para delimitar la competencia de los órganos judiciales del Estado de la Ciudad del Vaticano en materia penal y el quirógrafo del 18 de julio de 2013 para instituir la COSEA (Pontificia comisión de estudio y orientación sobre la organización del poder administrativo). economía).

También en 2013, el 8 de agosto, se constituyó el Comité de Seguridad Financiera de la Santa Sede, para la prevención y lucha contra el blanqueo de capitales, para adecuar el IOR a todos los estándares internacionales.

Y luego, el 15 de noviembre de 2013, se consolidó la Autoridad de Información Financiera (AIF, hoy ASIF), creada por Benedicto XVI con un Motu Proprio del 30 de diciembre de 2010.

Además, con el Motu Proprio de 24 de febrero de 2014 (Fidelis dispensator et prudens) el papa Bergoglio erigió la Secretaría de Economía y el Consejo de Economía, en sustitución del Consejo de 15 Cardenales, con la tarea de armonizar las políticas de control.

Entre los resultados de la transparencia, el 18 de noviembre de 2014 el Estado italiano liberó fondos bloqueados en septiembre de 2010 como medida preventivas.

En línea con la transparencia, desde 2013 el IOR publica en internet las cuentas anuales, según criterios contables internacionales IAS-IFRS, con 29,6 millones de euros de beneficio en la gestión de 2022.

También son indicativos de estos cambios las medidas tomadas por el IOR el 1 de diciembre de 2017 contra algunos empleados, y que el 6 de febrero de 2018 el Tribunal Civil del Estado de la Ciudad del Vaticano reconoció que dos exgerentes del IOR a largo plazo eran responsables de mala gestión.

En 2021, los frutos de este cambio de rumbo hacen que Moneyval, el organismo del Consejo de Europa que supervisa la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, tras una larga «inspección», haya dictado a la Santa Sede cinco juicios de eficacia «sustanciales», seis de eficacia «moderada», y en ningún caso un juicio de eficacia «baja».

Los bienes del Instituto, a 31 de diciembre de 2022, la clientela estaba compuesta por órdenes religiosas (49 %), dicasterios de la curia romana, oficinas de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano y nunciaturas apostólicas (26 %), conferencias episcopales, diócesis y parroquias (9%), cardenales, obispos y clérigos (7%), empleados y jubilados del Vaticano (7%), fundaciones y otras entidades regidas por el derecho canónico (2%)

Los depósitos ascendieron a 1.800 millones de euros, las carteras gestionadas ascendieron a 2.900 millones de euros y las carteras en custodia y administración ascendieron a 477,7 millones de euros para un total de depósitos de 5.200 millones de euros.

Una fuente vaticana interrogada por OMNES, sobre cuán transparente es actualmente el IOR en materia financiera, en una escala del uno al diez, respondió sin dudar «diez» y agregó que según una evaluación interna, el Estado de la Ciudad del Vaticano estaría aproximadamente en el octavo lugar en el ranking mundial de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

El IOR fue erigido por Pío XII el 27 de junio de 1942, sus orígenes se remontan a la «Comisión ad pias causas» instituida por León XIII en 1887 y hoy la Comisión supervisora ​​de Cardenales está formada por cinco cardenales nombrados por cinco años por el Papa, pudiendo tener un segundo mandato.

El autorHernan Sergio Mora

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