El II Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, bajo el lema #BeHuman, está siendo foco de atención el fin de semana en el Vaticano. El Santo Padre Francisco recibió en audiencia el sábado por la mañana a los participantes en el encuentro, organizado por la Fundación Fratelli tutti, y participó también en la mesa redonda “Niños, generación del futuro». en la que situó el futuro de la humanidad en los niños y en los ancianos”.
En la Audiencia. el Santo Padre manifestó. “Os doy la bienvenida y os agradezco que estéis aquí, venidos de muchas partes del mundo, para el Encuentro mundial sobre la fraternidad humana. Doy las gracias a la Fundación Fratelli tutti, que tiene como objetivo promover los principios enunciados en la encíclica, ‘suscitar en torno a la Basílica de San Pedro y el abrazo de su columnata iniciativas relacionadas con la espiritualidad, el arte, la educación y el diálogo con el mundo’ (Quirógrafo, 8 de diciembre de 2021).
Luther King: “No hemos aprendido el arte de vivir juntos”
Enseguida, el Papa señaló que “en un planeta en llamas, os habéis reunido para reafirmar vuestro “no” a la guerra y vuestro “sí” a la paz, dando testimonio de la humanidad que nos une y nos hace reconocernos como hermanos, en el don mutuo de nuestras respectivas diferencias culturales”.
“A este respecto”, recordó Francisco en presencia de los Premios Nobel de la Paz, “me vienen a la mente las palabras de un famoso discurso de Martin Luther King cuando dijo: ‘Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero aún no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos’ (Martin Luther King, Discurso con motivo de la concesión del Premio Nobel de la Paz, 11 de diciembre de 1964). Así es”.
“Y entonces nos preguntamos: ¿cómo podemos, concretamente, volver al arte de una
coexistencia verdaderamente humana? En primer lugar, el Papa retomó “la actitud clave propuesta en Fratelli tutti: la compasión, al comentar la parábola del buen samaritano.
Reconocer nuestra humanidad común
Después, exhortó a los presentes “a seguir adelante en vuestra labor de siembra silenciosa” de algunas propuestas, centradas en la dignidad de la persona humana, para construir buenas políticas, basadas en el principio de fraternidad, que ‘tiene algo positivo que ofrecer a la libertad y a la igualdad’ (Fratelli tutti, 103). De ella puede salir una ‘Carta de lo humano’, que incluya, junto a los derechos, también los comportamientos y las razones prácticas de lo que nos hace más humanos en la vida”.
Asimismo, les alentó “a hacer crecer esta espiritualidad de la fraternidad y a promover, con vuestra acción diplomática, el papel de las instancias multilaterales. La guerra es un engaño, como lo es la idea de una seguridad internacional basada en la disuasión del miedo”.
“Para garantizar una paz duradera, debemos volver al reconocimiento de nuestra humanidad común y a la fraternidad en el centro de la vida de los pueblos. Sólo así conseguiremos desarrollar un modelo de convivencia capaz de dar un futuro a la familia humana. La paz política necesita la paz de corazones, para que los hombres puedan encontrarse con la confianza de que la vida triunfa siempre sobre toda forma de muerte”. añadió.
“Declaración de la Fraternidad de los Niños”
El Papa intervino también en la mesa redonda «Niños, generación del futuro» en el Aula Nueva del Sínodo de la Ciudad del Vaticano, y aseguró que «uno piensa que el futuro de la humanidad está en los adultos que pueden hacer esto, aquello, lo otro… Pero no es así. El futuro de la humanidad está en las dos puntas: está en los niños y en los ancianos».
“Cuando se encuentran niños con abuelos. Y esto es algo hermoso, y tenemos que cuidar de los ancianos, de los abuelos y de los niños», señaló Francisco. “Y ése será el futuro, porque los abuelos nos dan sabiduría, y los niños aprenden la sabiduría de los abuelos. Los abuelos tienen un pasado que nos da mucho, los niños tienen un futuro que recibe del pasado. Y por eso creo que es muy importante ayudar a los niños a crecer, a desarrollarse”.
“No es culpa de los niños que haya guerra”
En la conversación, el Pontífice resaltó que “cuando hacemos la paz, somos felices» y recalcó la necesidad de “estar juntos: esto es cierto, porque ser amigos, jugar juntos, estudiar juntos nos da la felicidad de la comunidad». […] “Esos niños a veces no tienen comida, tienen miedo de las bombas, de las cosas malas… Pero si un niño está en este lado de la guerra, y otro en este lado de la guerra –escuchen la pregunta– ¿son enemigos?”, preguntó. “No es culpa suya que haya guerra”.
En el acto se dio lectura a la «Declaración de la Fraternidad de los Niños» por parte del Santo Padre y los niños de todo el mundo. El evento se sitúa en la preparación hacia la I Jornada Mundial de los Niños, que tendrá lugar del 25 al 26 de mayo en Roma y en el Vaticano, en el que se espera que más de 70.000 niños y acompañantes acudan al Estadio Olímpico, como anunció el padre Enzo Fortunato, coordinador del acontecimiento.