Libro
Sin grandes pretensiones, el libro recoge de manera sucinta, medio centenar de pequeños relatos en los que el autor, cogiendo como modelo a diferentes figuras femeninas de la literatura universal, va desgranando virtudes, defectos, actitudes de los que estos personajes son imagen. Desde la generosa serenidad de Eugenia Grandet, la pureza de Catalina von Heilbronn o la virtud de Pamela a otros rasgos menos positivos como la crueldad de Electra, la obsesión despertada por Rebeca o la superficialidad casi insoportable de Madame Bovary.
“El eterno femenino” no quiere ser un libro de pensamiento al uso sino, más bien, una obra que sirva de guía y primer acercamiento a estas figuras más o menos conocidas de la literatura.
Una obra muy interesante para utilizar en ámbitos educativos a la hora de buscar ejemplos y dar a conocer las grandes obras de todos los tiempos así como punto de partida para conversaciones, especialmente con jóvenes, sobre los grandes temas del ser humano. Una pequeña reivindicación de la figura femenina, con su variedad de matices, en la historia de la literatura universal y en la construcción de arquetipos que han llegado, casi inalterados, a nuestros días.