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El cardenal Parolin pide a los políticos el testimonio de su conducta personal

El Secretario de Estado de la Santa Sede ha intervenido este fin de semana en el II Encuentro Internacional de Políticos Católicos, convocado por el arzobispo de Madrid y la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.

David Fernández Alonso·6 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
parolin en Madrid

Este fin de semana, del 3 al 5 de septiembre, el campus de Moncloa de la Universidad CEU San Pablo ha acogido el II Encuentro Internacional de Políticos Católicos, convocado por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, y la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.

Presentación del encuentro

El lema del congreso Una cultura de encuentro en la vida política para el servicio de nuestros pueblos resume las ideas que se tratarían durante las jornadas. Setenta y cuatro católicos con responsabilidades públicas, de diferentes partidos y procedentes de 18 países, han mantenido estos días «un diálogo fraterno y constructivo que, en sí mismo, muestra cómo el Evangelio facilita la posibilidad de pensar diferente, respetarse mutuamente y descubrir juntos el bien común y un futuro mejor para todos, especialmente para las personas más vulnerables», ha asegurado el director general de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, José Antonio Rosas.

Durante la rueda de prensa de presentación, el cardenal Carlos Osoro ha incidido en que «es fundamental afrontar el presente en un diálogo constructivo» y en que, para dialogar, «es necesario siempre bajar las defensas y abrir las puertas»; se trata, ha insistido, de hablar «desde la identidad que tenemos», pero «sin presumir que el otro está equivocado».

En términos parecidos, Clara López Obregón, dirigente política de izquierda en Colombia, que fue ministra, alcaldesa de Bogotá y candidata a la presidencia, ha pedido trabajar «desde la común humanidad» para acabar con «la economía del descarte» de la que habla el Papa Francisco, y ha apostado por un Estado que pueda «garantizar los derechos fundamentales: salud, vida digna…».

A su lado, estaba el democristiano Miguel Ángel Rodríguez Echeverria, que fue presidente de Costa Rica, secretario general de la Organización de Estados Americanos y presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA). Ha recordado que «la vida humana es una, somos una persona, aunque nos desempeños en distintas actividades», y que, por ello, «no se puede separar la fe trascendente» de las tareas que uno tiene.

Para elevar el listón

José Luis Segovia, vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación de la archidiócesis de Madrid, aseguró que el II Encuentro Internacional de Políticos Católicos quiere ser «una reivindicación de la Política con mayúsculas», para que esta «no se convierta en un espacio en el que hay intereses confrontados», pero al final «no se salvaguarda la dignidad humana».

Ha querido subrayar ante el público que representaba a más de setenta políticos católicos de diecinueve países, la conveniencia de que haya creyentes como ellos en política no para «neocolonizar espacios públicos», sino para «elevar los listones» y que así emerjan valores como la solidaridad, el diálogo o el perdón.

Según ha señalado, aunque a veces los políticos son «bastante denostados», en su caso es importante que sientan que «el Evangelio es una invitación a lo sublime, a realizar el sueño de Dios en la Tierra» y, por ello, ha mostrado su «reconocimiento hacia la acción que desarrolláis, desde mediaciones de todo tipo, al servicio del interés general».

El cardenal Parolin a los políticos

¿Qué puede aportar la visión cristiana a la política? De este interrogante arrancó la conferencia pronunciada por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, en la mañana del sábado, como intervención principal.

Empleando un correcto español, incluso con alguna expresión latinoamericana, con perceptible acento italiano, se dirigió sobre todo a los alrededor de 70 políticos de 19 países presentes en el auditorio, a los que alentó a procurar ser “alegres mensajeros de propuestas superadoras”.

El eje de la intervención del cardenal Parolin, con el título Cultura de encuentro y amistad cívica en un mundo en crisis, se articuló en torno a las ideas de “cultura del encuentro” y “amistad social”. Subrayó que estas ideas no deben quedarse en conceptos genéricos o en “meros eslóganes de propaganda”, sino traducirse en decisiones prácticas. 

La cultura del encuentro procura descubrir en la diversidad “un valor agregado, un enriquecimiento”, y por eso tiende a integrar lo diverso; y si actuar así es “difícil y lento”, “eso no puede impedir que trabajemos”, dijo el Secretario de Estado. Es natural la existencia de contraposiciones y conflictos, que han de ser asumidos, como afirma el Papa Francisco, pero sin quedar atrapados en ellos, sino transformándolos “en el eslabón de un nuevo proceso”. 

En cuanto a la amistad social, es “el efecto de la mejor política”. Incluye una preocupación por los que más sufren, y permite traducir las programaciones en hechos concretos. Para ello. “debe abrirse camino una valentía creativa, una firme voluntad” de actuar. Precisamente, en Fratelli tutti n. 14 se pregunta Francisco “qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad”, que “han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción” y así se reducen a “meros componentes del lenguaje político”, sin que se consideren verdaderos valores.

Por el contrario, la acción política debería incluir “una dimensión antropológica fundada, que pone al centro la persona” y reconocer el valor de la justicia como “regulador social”. Además, ha pedido que la autoridad no se ejerza con “una visión personal, partidista o nacional”, sino con “un sistema organizado de personas e ideas compartidas y posibles” en busca del bien común.

Refiriéndose a los políticos católicos, el cardenal Parolin ha destacado que a ellos les corresponde identificar “las aplicaciones posibles y concretas de la amistad social y de la cultura del encuentro”; y, aún más decisivamente, comprender que “se trata de dos componentes que se transmiten por medio de comportamientos individuales”, es decir, por medio del testimonio personal.

Todo ello constituye, dijo, “un itinerario interesante y factible”, basado en certezas capaces de conducir hacia el bien común.

Tras la conferencia del cardenal Pietro Parolin y las intervenciones de las demás autoridades presentes, los participantes continuaron sus debates en mesas y grupos de trabajo. El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, clausuró el encuentro con la celebración de la Santa Misa.

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