La cercanía del nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, y el inicio de un nuevo ciclo de catequesis durante todo el Jubileo sobre el tema ‘Jesucristo, nuestra esperanza’, el belén en los hogares, la oración por la paz, la cercanía a las víctimas y familiares del archipiélago de Mayotte devastado por un ciclón, y su reciente viaje a Córcega, han marcado la Audiencia del Papa Francisco esta mañana en el Aula Pablo VI.
Un Aula Pablo VI en el que se encontraban este miércoles cercano a la Navidad, junto al Papa, las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, y en torno a 900 miembros de la Herrmandad de Nuestra Señora del Rocío, acompañados por el obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez, en recuerdo de la peregrinación de san Juan Pablo II a la Virgen del Rocío en 1993.
En Córcega, “la fe no es un asunto privado”
Sobre su reciente viaje a Córcega, el Papa ha destacado que fue “recibido calurosamente, me impresionó particularmente por el fervor de la gente, donde la fe no es un asunto privado, y por el número de niños presentes: ¡una gran alegría y una gran esperanza!”. Un tema, el de la natalidad y la infancia, en el que ha insistido Francisco de modo especial en este año 2024.
En su llamamiento a la paz, poco antes de dar la Bendición, el Romano Pontífice pidió que “recemos por la paz, no podemos dejar que la gente sufra por las guerras, Palestina, Israel, y todos aquellos que sufren, Ucrania, Myanmar, no olvidemos de rezar por la paz, para que terminen las guerras, pidamos al Príncipe de la Paz que nos dé esta gracia, la paz en el mundo, la guerra es siempre una derrota”.
Abuelos y ancianos: que no estén solos en Navidad
En sus palabras a los peregrinos de lengua portuguesa, el Papa ha subrayado otro tema que lleva en el corazón, y que tiene relación con la asunto abordado en la catequesis de hoy: “La genealogía de Jesús nos hace pensar en nuestros antepasados, en nuestros abuelos y en la riqueza de todos los ancianos. Son un don de Dios que debemos agradecer y cuidar. No dejemos que se encuentren solos durante las próximas fiestas navideñas. ¡Que la Virgen y San José les protejan!”.
La infancia de Jesús
El tema abordado por el Papa esta mañana ha sido ‘La infancia de Jesús – Genealogía de Jesús (Mt 1,1-17). La entrada del Hijo de Dios en la historia’.
Así lo ha sintetizado el Santo Padre: “Hoy iniciamos un nuevo ciclo de catequesis para el Año jubilar, con el tema ‘Jesucristo nuestra esperanza’. En esta primera parte reflexionamos sobre la infancia de Jesús, que encontramos narrada en los primeros capítulos del Evangelio de Mateo y de Lucas. Mientras Lucas describe los acontecimientos desde la mirada de María, Mateo lo hace desde la perspectiva de José, y esto se evidencia, sobre todo, por la genealogía”.
La figura de María: de Ella nació Jesús
Los Evangelios de la infancia, ha señalado el Papa, relatan la concepción virginal de Jesús y su nacimiento del vientre de María; recuerdan las profecías mesiánicas cumplidas en él y hablan de la paternidad legal de José, que injertó al Hijo de Dios en el ‘tronco’ de la dinastía davídica”.
“En la genealogía que presenta Mateo, donde se mencionan tanto a hombres como a mujeres, se destaca la figura de María, que marca un nuevo inicio: de ella nació Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios”.
Recuerdo agradecido a nuestros antepasados
El Papa Francisco ha subrayado que “a diferencia de las genealogías del Antiguo Testamento, en las que sólo aparecen nombres masculinos, porque en Israel es el padre quien impone el nombre a su hijo, en la lista de Mateo de los antepasados de Jesús también aparecen mujeres”.
“Lo que Mateo destaca”, ha manifestado, “es que, como ha escrito Benedicto XVI, ‘a través de ellas… el mundo de los gentiles entra en la genealogía de Jesús: se manifiesta su misión a los judíos y a los paganos» (La infancia de Jesús, Milán-Ciudad del Vaticano 2012, 15)”.
Al concluir su catequesis, el Papa ha alentado a que “despertemos en nosotros el recuerdo agradecido hacia nuestros antepasados. Y, sobre todo, demos gracias a Dios, que, a través de la Madre Iglesia, nos ha generado a la vida eterna, la vida de Jesús, nuestra esperanza”.