La intención de oración del Papa Francisco para el mes de noviembre -distribuida puntualmente por la Red Mundial de Oración del Papa (antes conocida como Apostolado de la Oración)- está dedicada a un tema que suele ser ignorado por los medios de comunicación pero que está muy latente en la sociedad actual, el de los millones de personas que sufren problemas de salud mental.
Se calcula que hay casi 800 millones en el mundo, el 11% de la población, y los trastornos más frecuentes tienen que ver con la depresión (3%) y la ansiedad (4%), que muy a menudo pueden tener el trágico desenlace del suicidio, la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. También hay casos de agotamiento mental y emocional, estrés laboral, soledad, incertidumbre económica, ansiedad por el futuro, impotencia ante la enfermedad…
Por ello, el Papa Francisco ha querido llamar la atención sobre esta enfermedad endémica, esperando que estas personas sean acompañadas adecuadamente. Hay muchos casos, de hecho, en los que «la tristeza, la apatía, el cansancio espiritual acaban dominando la vida de las personas, que se ven desbordadas por el ritmo de vida actual».
El fenómeno, además, se ha agudizado debido a la reciente crisis pandémica provocada por Covid-19, que ha puesto a prueba la resistencia mental y emocional de muchas personas, afectando también a su equilibrio psicológico y provocando situaciones de angustia y desesperación.
A propósito del acompañamiento, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral publicó hace un año un documento sobre cómo mostrar cercanía a quienes «se encuentran en el secreto sufrimiento de la angustia» para «invitarles a saciar su sed con la dulce compasión de Cristo, que se ha hecho prójimo».
Recientemente, el prefecto del mismo dicasterio, el cardenal Peter Turkson, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre de 2021), instó a todos los cristianos a «hacerse cercanos» a quienes sufren trastornos mentales «para luchar contra toda forma de discriminación y estigmatización contra ellos», como ya había instado el Santo Padre en varias ocasiones.
Para lograrlo, es necesario adoptar «un modelo cultural que ponga en el centro la dignidad humana y promueva el bien para las personas y para la sociedad en su conjunto», reiteró el cardenal.
En su intención de oración, el Papa Francisco invita a no olvidar, sin embargo, «que junto al indispensable acompañamiento psicológico, que es útil y eficaz, ayudan también las palabras de Jesús», cuando dice: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar».
La oración final del Papa es que todas estas personas encuentren cuanto antes «una luz que se abra a la vida».
La iniciativa del Pontífice cuenta en esta ocasión con el apoyo de la Asociación de Sacerdotes Católicos de la Salud Mental, una organización que ofrece apoyo espiritual a quienes padecen enfermedades mentales y promueve acciones para evitar cualquier tipo de discriminación que impida su participación activa en la vida de la Iglesia.