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División en la Conferencia Episcopal alemana por el “Comité sinodal”

El cardenal de Colonia y los obispos de Eichstätt, Passau y Ratisbona vetan la financiación prevista para dicho comité, lo que pone en peligro su viabilidad. Sin embargo, tanto el presidente de la DBK como la presidenta del Comité central de los católicos alemanes (ZdK) siguen manteniendo los días 10 y 11 de noviembre de 2023 para dar inicio a dicho Comité.

José M. García Pelegrín·21 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos
obispos alemanes

Foto: Los obispos alemanes en su última visita "ad Limina" junto al Papa Francisco ©CNS photo/Vatican Media

La reunión del Consejo permanente de la Conferencia Episcopal alemana, celebrada los días 19 y 20 de junio, ha puesto de manifiesto el disenso existente dentro de la Conferencia. El cardenal Rainer Woelki (Colonia) y los obispos Gregor Maria Hanke (Eichstätt), Stefan Oster (Passau) y Rudolf Voderholzer (Ratisbona) publicaron al mediodía del martes 20 de junio una declaración en la que explicaban las razones por las que se oponen a financiar el llamado Comité Sinodal, previsto para preparar el Consejo Sinodal.

Como es sabido, en varias ocasiones diversos órganos del Vaticano –especialmente el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y los entonces prefectos del Dicasterio para la Doctrina de la fe, Luis Ladaria, y de los Obispos, Marc Ouellet, en una carta dirigida, con la instrucción expresa del Papa, el 16 de enero de 2023 al presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Mons. Georg Bätzing– prohibieron la creación de tales órganos de gobierno “a nivel nacional, diocesano o parroquial”. A esto hacen referencia ahora los cuatro obispos “disidentes”.

Recuerdan también que en la visita ad limina del pasado noviembre, los obispos alemanes acordaron que llevarían las cuestiones planteadas en el Camino Sinodal alemán para tratarlas en Roma, pero que en ningún momento se habló de un nuevo organismo. “No sería improbable –dicen en su declaración– que se creara ahora un órgano cuyas competencias no están claras, y que al final descubriéremos que no podemos hacerlo así”. Antes de preguntarse por nuevas formas organizativas en Alemania habría que esperar a los resultados del Sínodo universal de la Sinodalidad.

También hacen referencia a que muchas decisiones del Camino Sinodal han causado “malestar entre muchos creyentes de todo el mundo: se trata de cuestiones profundas de doctrina, sobre todo de la doctrina de la Iglesia, de antropología y de los sacramentos. Si siguiéramos adelante aquí en Alemania, la polarización entre los fieles de nuestro país, entre los obispos y en las interacciones de la Iglesia universal no haría más que intensificarse”. Si bien las cuestiones del Camino Sinodal se están tratando también en otros países, sobre todo de Europa occidental, “en todas las partes hay voces que se abogan por mantener la doctrina actual”.

Los obispos titulares de las otras 23 diócesis alemanas están al parecer dispuestos a financiar el Comité sinodal. Ahora bien, como señaló la DBK en un comunicado, la financiación prevista a través de la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD) ha de aprobarse por unanimidad. Es decir, la financiación prevista no será posible por el veto de los cuatro obispos mencionados, por lo que habrá que buscar otra fuente de financiación. Sin embargo, la DBK sigue manteniendo el plan acordado por los presidentes del Camino sinodal –Mons. Georg Bätzing, presidente de la DBK, e Irme Stetter-Karp, presidenta del ZdK– de que la primera reunión del Comité Sinodal tenga lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2023.

En una primera reacción, el ZdK anima a la mayoría de los obispos a encontrar una fuente alternativa de financiación. En este contexto, Irme Stetter-Karp considera “necesarias a largo plazo importantes reformas de la estructura financiera de la Iglesia”. La presidenta del ZdK continúa: “Ya es hora de que el pueblo de la Iglesia y los obispos traten conjuntamente las prioridades y el reparto de fondos”.

Independientemente de que se encuentre o no un modo de financiar y dotar de personal al “Comité sinodal”, con el veto de los cuatro obispos ha quedado claro el disenso causado por el Camino Sinodal alemán en el seno de la DBK.

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