El santuario de Nuestra Señora de la Tirana es uno de los más famosos de Chile. Data del siglo XVI y sus orígenes están relacionados con la historia de amor de una princesa indígena y un soldado español.
El santuario de Lo Vásquez es otro de los más importantes del país y sus fiestas tienen lugar el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.
Santuario de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana
A 1800 km al norte de Santiago, capital de Chile, en plena Pampa del Tamarugal, se encuentra el pueblo de La Tirana, de escasos 840 habitantes. En este paraje desértico se encuentra un famoso santuario de la Virgen María denominado “La Tirana”.
El santuario tiene sus raíces en los albores de la conquista española y de la evangelización del siglo XVI. Sus orígenes se vinculan a la leyenda de una princesa inca, Ñusta Huillac, una mujer que, de acuerdo a la historia, era considerada una «tirana» por sus drásticas decisiones. Al huir de la expedición de Diego de Almagro, la aguerrida princesa se refugió en los bosques del Tamarugal, donde se convirtió en una líder, atacando a los españoles que se internaban en los bosques. Ñusta Huillac tomó prisionero a uno de ellos, Vasco de Almeida, de quien se habría enamorado. Este hecho motivó su conversión al cristianismo allá por el año 1540.
La verdad sobre la eternidad y, con ello, la prolongación de su amor, la atrae fuertemente y solicita el Bautismo. Por esta razón fue considerada traidora y condenada a muerte junto a Vasco de Almeida. A petición suya, y tomando en cuenta su alta alcurnia, sus verdugos colocaron sobre su tumba una cruz que, años más tarde, descubriría el fraile Antonio de Rondón, que seguía la expedición de Pedro de Valdivia.
La ermita
El clérigo construyó una ermita en el lugar y colocó una imagen de la Virgen, transformándose rápidamente en un lugar de culto a la Madre del Señor por parte de los indígenas. Se convirtió en un lugar donde comenzó a desarrollarse y expresarse la fe en Jesucristo y en el amor a la Virgen. Se iniciaron danzas de tipo familiar y el culto se limitaba a los que vivían en el sector.
Así, esta devoción en el lugar comienza a cobrar mayor fuerza a partir del siglo XVIII, cuando se acrecienta el número de feligreses que quieren rendir culto a la Santa Virgen. El lugar recibe el nombre de Pozo del Carmen de La Tirana o Pozo del Carmelo. Sin embargo, paulatinamente se va abreviando el nombre a “La Tirana”.
La devoción actual
En solo una semana, once meses de silencio y quietud se transforman en devoción, religiosidad, cantos y bailes en este pueblo. Entre el 12 y el 18 de julio la Pampa del Tamarugal se viste con sus mejores galas en honor a su Virgen de La Tirana. Con una fuerte influencia cristiana y andina, la celebración transcurre entre “diabladas”, “bailes chinos”, “morenadas” y “huaynos”, en que más de 220.000 personas visitan a la Virgen en demanda de salud, trabajo y dignidad.
En la actualidad, cerca de 200 cuerpos de baile, provenientes principalmente de las localidades de Iquique, Pedro de Valdivia, Arica, María Elena y Antofagasta, llegan al poblado a renovar su espíritu. La fiesta ofrece una serie de características como la variedad de “compañías” o “hermandades”, que se entremezclan con bailes antiguos, tradicionales y nuevos, dándole un carácter carnavalesco a la celebración. La noche del 15 al 16 de julio –solemnidad de la Virgen del Carmen–, los asistentes se reúnen en la plaza para hacer “la espera del alba” o vigilia. Luego se canta el himno nacional. Ese mismo día tienen lugar la Misa y la procesión, donde decenas de miles de fieles van a entregar ofrendas, encomendar a sus hijos al cuidado de la Virgen, etc. El día 17 termina la celebración con los bailes de despedida.
Desgraciadamente, a causa de la pandemia de COVID, no se ha podido realizar esta antigua fiesta desde el año 2020 al 2022. Como han mejorado mucho las condiciones sanitarias, es muy probable que pueda llevarse a cabo este año.
Peregrinos en el Santuario de Lo Vásquez el 8 de diciembre
Los orígenes del actual Santuario de Lo Vásquez –a 80 km de Santiago, la capital del país– se remontan a la primera mitad del siglo XIX, en la capilla familiar de una hacienda ubicada a la vera del camino que une Santiago con Valparaíso. Allí se colocó una imagen de la Purísima Virgen María. En los archivos parroquiales de Casablanca figuran los primeros bautizos hechos por el párroco en la Capilla de Lo Vásquez en 1849.
La imagen de la Virgen fue coronada en 1951 y el templo se ha transformado en un hermoso santuario donde Nuestra Señora es venerada por miles de chilenos. En la actualidad, las cifras de feligreses que se congregan en torno al 8 de diciembre, día de la Purísima, superan las 800.000 personas, llegando a ser la peregrinación mariana más importante del país, con la participación de muchas instituciones. Muchos peregrinos caminan decenas de kilómetros desde varias ciudades y pueblos de la zona central de Chile para cumplir sus “mandas” (promesas) hechas a Nuestra Señora por algún favor concedido. Muchos millares acuden en esta ocasión al Sacramento de la Penitencia en los numerosos confesionarios que se instalan en dependencias anejas al templo y participan en las Misas que durante dos días se celebran casi sin interrupción.