San Juan de Kety ó Kanty (1390-1473), llamado así en alusión a su lugar de nacimiento en Polonia, también conocido como san Juan Cancio, fue un sacerdote y teólogo polaco que enseñó durante muchos años en la Universidad de Cracovia o Jagelónica, en cuya facultad de Teología estudió en el siglo XX, hasta su ordenación sacerdotal en 1946, san Juan Pablo II. De hecho, el Papa polaco fue muy devoto de san Juan de Kety.
El profesor fue estimado por su austeridad y su amor a los pobres y enfermos. Cuando llegó a profesor de universidad, todos los días daba de almorzar a un pobre. Decía: “Ya viene Jesucristo”. El Papa Francisco, en un mensaje enviado en 2022 al Gran Canciller de la Universidad Pontificia Juan Pablo II de Cracovia, manifestó que su historia está marcada por los logros científicos y educativos y la “espiritualidad creada por sus santos fundadores, profesores y estudiantes”.
Santa Victoria (siglo III), fue una joven cristiana mártir de Tívoli, cerca de Roma, parece que hermana de santa Anatolia. No quiso casarse ni sacrificar a los ídolos, y un verdugo le clavó un cuchillo en el corazón.