Cultura

Rafael Matesanz, sacerdote y poeta

Han pasado 21 años desde la muerte de Rafael Matesanz Martín, sacerdote y poeta de reconocido prestigio. Su figura y obra van cobrando el justo relieve cultural que se merecen. 

José Miguel Espinosa Sarmiento·23 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
poesia y sacerdocio

Foto: Álvaro Serrano / Unsplash

Natural de la localidad segoviana de Prádena (España). Nació el 22 de octubre de 1933. Creció en un ambiente cristiano rodeado de la belleza de sierra. En su poema Prádena de mis raíces expresa su raigambre serrana en la que supo ver la huella del Creador: 

Amo a mi pueblo, Señor, /todo en él me habla de Ti:/ los enebros monjes del bosque,/ fieles siempre a su oración sálmica de silencio verdeoscuro/ y a su austera soledad contemplativa;/ los robles, monumentos vegetales a la fortaleza,/ armados caballeros de la paz,/ con cicatrices nobles en las entrañas/para hospedar palomas recoletas y pájaros tímidos;/ los acebos, Navidad permanente del paisaje serrano,/ cuya sonrisa se aviva/con los gélidos vientos del norte/. Las cuevas, hermosura pétrea de sus entrañas fértiles.

La honradez y reciedumbre de las gentes, junto a los demás elementos del entorno despertarían en él su vocación poética, y poco después a los 17 años, la vocación sacerdotal. Se licenciaría en  Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Varias parroquias de la diócesis de Segovia se beneficiaron de su ministerio. También los jóvenes de Acción Católica, las jóvenes de la Residencia de Misioneras de Acción Parroquial, los miembros del Apostolado Rural, las cistercienses de San Vicente el Real.

Fue el alma, por muchos años, de la veneración a la Virgen de la Fuencisla, Patrona de la ciudad, desde su cargo de vicepresidente de la real cofradía. Y su trabajo por más de tres décadas en el Instituto Andrés Laguna de Segovia es muy de destacar por la siembra de verdad, libertad, amor y belleza que esparció entre sus alumnos.  

Su faceta creativa era constante. Se conservan pequeñas agendas donde escribía sobre la marcha aprovechando la inspiración del momento. No sólo inspiración, sino trabajo, pues busca sinónimos, tacha y corrige, en tantos endecasílabos que une como destacado sonetista. Entre las obras publicadas se pueden destacar: Esta luz (1969), Alto silencio (1989), Segovia, Hogar con Madre (1983), En el hogar de Dios (1993), Cartas al Cielo (1999), Paraíso Filial(1999). Tiene una gran colección de poemas, la mayoría sin publicar. Entre sus galardones destaca el XVII Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística (1997).

Su arte poético supo unir el amor a Dios con el amor al hombre y al paisaje, en esa fusión vital como sacerdote y  poeta. En su obra, la hondura, la sencillez, y la ternura se conjugan con el asombro gozoso de sus convicciones como hombre de fe. 

Son conocidos los sonetos que D. Rafael escribió en los 36 días que estuvo ingresado en el Hospital aquejado de una enfermedad mortal, que vivió ejemplarmente. En ellos aparece la enfermedad como rotura, decadencia, llanto, derrota, bancarrota, cruz, dolor. Su diálogo con Dios le lleva a centrarse en Él, sentir mejor su presencia,  aceptar el designio divino,  pedirle fortaleza,  buscar su rostro, darle gracias. También se muestra como un balance de su vida: le consagró sus primaveras, se sabe prendido en sus hogueras de amor, sembró cariño a Dios, espera alcanzar la locura de amor divino que estuvo buscando. 

Pudo celebrar su última Santa Misa el día 23 de diciembre de 1999 en el 38 aniversario de su ordenación sacerdotal. Al amanecer del viernes 31 de diciembre entregó su alma a Dios. Quiso merecer este epitafio: Su tiempo siempre fue Navidad;/ sus pasos, apertura de caminos; su mirada, sembradura de sonrisas; su corazón, hogar de la PALABRA. A modo de testamento escribió en su último soneto: Hemos de ser perenne primavera/ que recibe al Amor, tres veces santo/ Dios es Amor ¡sabéis! Y tanto, tanto, / que cata el árbol y lo recupera.  

Contamos con este valioso instrumento de evangelización: la poesía de un sacerdote contemporáneo enamorado de su vocación.

En el blog https://rafaelmatesanz.blogspot.com/ se pueden encontrar y disfrutar sus obras literarias.

El autorJosé Miguel Espinosa Sarmiento

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