Nicolás Fernández de Villavicencio es jefe de mercados de capitales de una empresa. Como veterano de la bolsa española, Nicolás ha formado parte de grandes bancos como el BBVA y el Santander, con doce años de experiencia en este último. En 2004 creó la Fundación Valora, ONG que sigue presidiendo actualmente.
Texto – Jaime Sánchez Moreno
En 2004 el empresario Nicolás Fernández de Villavicencio puso en marcha la Fundación Valora, un organismo que pretende facilitar la realización de donaciones tanto de empresas como de particulares para hacer que algo que ha perdido su utilidad para los donantes satisfaga las necesidades de quienes las reciben.
Según Nicolás, Valora surgió de forma esporádica y casual gracias a un hermano suyo que se dedica al mundo de los dulces para niños (las “chuches”), que importa y distribuye por España. Años antes del nacimiento de Valora, Nicolás recibió la llamada de una amiga suya que le pidió chuches para un rastrillo benéfico. Él preguntó a su hermano si le sobraban chuches, cuya empresa contaba con montañas de distintos productos.
A partir de ahí, realizó una labor de voluntariado en la que repartía productos, destinados en un principio a destruirse, entre aquellas personas que los necesitasen. Sin embargo, se dio cuenta de que este método suponía en parte una pérdida de tiempo. Con la idea de que las donaciones se hiciesen de forma más eficiente fundó Valora.
En torno al aprovechamiento de excedentes, el esquema de Valora sigue el de los mercados financieros. Un software con el que “gestionar todo con solamente dos personas en la Fundación, que busca que la gente se conciencie para dar un uso de algo, que en apariencia no sirve para nada, evitando que vaya a los vertederos, adquiriendo así una segunda vida”. Valora convierte un problema en tres ventajas fundamentales: una acción de Responsabilidad Social Corporativa, un ahorro de los gastos de transporte al basurero o del almacenamiento y una desgravación fiscal en caso de que la donación se valore en libros.
Valora ayuda como plataforma a Karibu Sana!, un proyecto de escolarización en Kenia para niños sin oportunidades de recibir una educación digna. La Fundación no pide dinero a particulares y tiene convenios firmados con varias empresas.
Nicolás cree que “si hubiese reconocido públicamente la existencia de Valora entre 2010 y 2014, me habrían mirado mal”, porque por aquel entonces en un banco no estaba bien visto realizar otra labor alternativa, ya que eso se podría interpretar como que no dedicaba todo su esfuerzo a la entidad. Sin embargo, ahora este aspecto se premia. Considera que en esta conciliación entre oficina y voluntariado Estados Unidos está diez años por delante de España, que también ha progresado en este campo. Ahora todas las empresas tienen una memoria de responsabilidad social, algo impensable hace quince años.
Ensalza la importancia de transmitir a la familia la ayuda a los demás, porque “a la vez se ayuda uno mismo”. Para Nicolás el catolicismo se basa en el ejemplo de Jesús, fuente del comportamiento ético. “Es mi inspiración, porque su vida es la que te enseña esa moralidad que está detrás de este pensamiento: ayudar a los demás para ser feliz”. “Posiblemente si no fuera católico, no existiría Valora”, confiesa. Añade que “si existe, es porque el cristianismo me despierta una serie de inquietudes que de otra manera no lo hubiera hecho”.
Para Nicolás, a muchos no creyentes les resulta muy atractivo de la religión católica lo razonable que es. De hecho, en un cierto aspecto cualquiera puede ser católico casi sin darse cuenta, y el catolicismo destaca por su sencillez. Según él, hay mucha gente que no cree en Dios, pero que podría llegar a ser mejor católica que otras personas que ya creen y practican, ya que la clave humana de un comportamiento recto es la bondad. Sobre el Papa Francisco piensa que “es el ‘Superpapa’, ha roto todos los esquemas, quiere rebajar todo el gobierno de la Iglesia a la altura de los demás haciéndola mucha más simple de entender y más accesible a todo el mundo. Está rompiendo moldes. Me parece un Papa impresionante”.
Estudió en la Regent´s University y en la European Business School de Londres. Tiene opiniones bien formadas sobre diversos puntos de la actualidad, hacia los que también gira nuestra conversación. Por ejemplo, cree que el “brexit” no se producirá. Está convencido de que los británicos buscarán una solución diplomática para que no se escindan del todo; para el presidente de Valora “se han dado cuenta de que se han pasado”.