Título original: The Salisbury Poisonings
Año: 2020
Duración: 4 episodios de 45 min.
País: Reino Unido
Dirección: Saul Dibb
En Wikipedia podemos encontrar estas dos entradas: 1) envenenamiento de Serguéi y Yulia Skripal, y 2) envenenamientos de Amesbury de 2018. En ellas se recogen los hechos que la serie Muerte en Salisbury(The Salisbury Poisonings) desarrolla de un modo bastante fidedigno.
El 4 de marzo de 2018 Serguéi Skripal, un exoficial militar ruso y agente doble de los servicios de inteligencia del Reino Unido, y su hija, Yulia Skripal, fueron envenenados en la ciudad de Salisbury, Inglaterra, con un agente nervioso Novichok. Al hablar de Novichok nos referimos a una familia de agentes nerviosos que se desarrollaron en la Unión Soviética en los años 1970 y 1980. Algunas fuentes los califican como los más mortales que jamás se hayan hecho.
Ahora que vivimos la pandemia del COVID estamos muy sensibilizados en las cuestiones de salud pública. Esta serie de la BBC nos acerca a lo que pudo ser una catástrofe sanitaria y por suerte, no fue.
Los guionistas han realizado una exhaustiva labor de documentación y de entrevistas para contar la historia. Esta arranca en un banco de un parque de Salisbury, donde fueron encontrados inconscientes Serguéi y Yulia. Parecía una sobredosis de droga, caso que la policía encontraba con frecuencia, pero los análisis revelaron que no había rastro de estupefacientes.
La serie sigue la historia de un modo cronológico y la articula desde la investigación policial. Una figura clave es la directora de salud pública de Wiltshire, Tracy Daszkiewicz. Tiene que gestionar la respuesta a una crisis sanitaria que nadie podía esperar. Desde nuestra situación actual es fácil empatizar con ella.
Otro personaje que recorre toda la serie es el policía que acudió a la casa de los afectados y que también se contagió. Tanto ella como los demás personajes clave están retratados en el contexto de su historia familiar. La mujer del policía tiene que hacer frente a la situación con dos hijas pequeñas.
Pero quizá el personaje más interesante es Dawn Sturgess, una madre de familia de clase obrera que lucha contra sus adicciones. Ella se infecta de un modo accidental. En cierta manera la serie es un homenaje a la historia de este personaje, una historia olvidada en el horizonte de un conflicto geopolítico que todo esto ocasionó.
Los actores (MyAnna Buring, Anne-Marie Duff y Rafe Spall) interpretan el papel a la perfección.
Aunque la historia pueda ser conocida, la serie resulta entretenida y el ritmo no decae. Al final de la serie aparecen imágenes reales de los protagonistas de la historia. Los actores resultan más “guapos”, pero para eso está el cine.