En noviembre de este año se cumple el décimo aniversario del primer congreso de la fundación Lo que de verdad importa, creada y presidida por María Franco. Ella nos explica qué es lo que la llevó a idear la fundación, y cómo ésta impulsa proyectos para incentivar valores universales en la sociedad dentro de diversos ámbitos.
– Jaime Sánchez Moreno
La fundadora y presidenta de Lo que de verdad importa, María Franco, estudió Secretariado Internacional, pero reconoce que tuvo la intención de estudiar Periodismo, y que siempre ha tenido vocación de periodista. De hecho, su primera experiencia laboral la ejerció en ABC, en el departamento de Relaciones Externas. “No estudié la carrera porque realmente vivía el mundo del periodismo muy de cerca”, explica. Además, en este periódico descubrió su segunda vocación: organizar eventos para ayudar a los demás.
María es madre de tres hijas. En su trayectoria profesional, trabajó en una empresa que se dedicaba a realizar eventos para ayudar a fundaciones y ONG. Un día una amiga suya le contó el caso de un amigo, Nicholas Fortsmann, un multimillonario estadounidense que también tuvo cáncer, enfermedad que le quitó la vida. Este hombre escribió un libro para sus hijos, titulado What Really Matters, con el fin de que tanto ellos como él mismo apreciasen “lo que de verdad importa” (el título de la obra) para disfrutar verdaderamente de la vida. María recibió el libro gracias a su amiga. Para María el libro supuso una lección vital: “Me llegó al corazón, porque cuando la vida te golpea, piensas lo mismo y reflexionas sobre lo que de verdad importa. […] Es a través de historias lo que ayuda a las personas a descubrir lo que de verdad importa”.
Con la ayuda de otra amiga, Pilar Cánovas, la directora institucional de Lo que de verdad importa, realizó el primer congreso de esta fundación en honor a Fortsmann para transmitir valores a jóvenes universitarios y preuniversitarios, siendo la primera edición de un evento gratuito. El acto se celebró en el Palacio de Congresos del Paseo de la Castellana de Madrid, que se llenó con más de 2.000 asistentes. La convocatoria tuvo un fuerte eco mediático, y ocho ciudades españolas se interesaron en difundir su proyecto. Ahora, la fundación se encuentra en otros seis países: Portugal, Francia, Reino Unido, Austria, Ecuador y Perú.
En los congresos de la ONG se busca que la gente reflexione sobre valores que le hagan ver lo que de verdad importa en situaciones determinadas. Además de dirigirse a los jóvenes mediante congresos, la fundación lleva a cabo iniciativas para niños, como Kliquers, realizada en colegios, y otra donde los voluntarios leen cuentos. Para adultos, charlas sobre historias reales que les estimulen para su vida familiar y laboral. Como novedad, el equipo ha incorporado otra iniciativa, Mi historia de verdad importa, enfocada a gente mayor. “El voluntario y la persona (normalmente mayor) a la que atender firman un convenio comprometiéndose a trabajar codo con codo seis meses. Al voluntario le llamamos narrador y a la persona mayor, protagonista. En visitas semanales, el narrador intenta desgranar la vida del protagonista, hablando con él. El fin es que, pasados esos seis meses, se edite un libro de su vida, del que el narrador regale diez ejemplares al protagonista. Es un legado buenísimo para sus hijos. Para el protagonista es un ‘chute’ de alegría, y para el joven, conocer la historia de una persona que, aunque sea de otra generación, es igual que él y ha vivido lo mismo”.
En la sede de Lo que de verdad importa todos sus integrantes son mujeres, y ellas llevan el “timón” de la fundación. María comenta que este aspecto es casualidad, porque el equipo que la dirige es el que es por compromiso y pasión, y que las mujeres que lo integran trabajan en un clima de mutua colaboración. “Somos siete enamoradas de la causa y trabajamos muchísimo todas juntas. Esta es una fundación de equipo y, sobre todo, de familia, porque cada vez que se unen ponentes se convierten en parte de la fundación. Acabamos de celebrar nuestra gala de décimo aniversario. Fue muy bonita”.
El 17 de febrero se estrenó en los cines una película que en español lleva el nombre de la fundación, dirigida por Paco Arango. Este director ha participado en congresos de la ONG para hablar de su testimonio. En 2005, creó la Fundación Aladina, que se ha unido con Lo que de verdad importa para la recaudación de la película destinada a SeriousFun Children´s Network, una red de campamentos para niños enfermos fundada por el actor Paul Newman.