Cultura

María, “estrella de la nueva evangelización”, ilumina ya Barcelona

La Basílica de la Sagrada Familia y su entorno están de celebraciones, tras la inauguración de la torre de la Virgen María por el cardenal Juan José Omella el pasado día 8. María es la “Estrella de la nueva evangelización”, señaló el Papa Francisco, y la estrella que corona la torre de la Madre de Dios “será un punto de luz” en Barcelona.

Rafael Miner·12 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos
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Foto: Torre de María de la Sagrada Familia de Barcelona. ©CNS photo/Nacho Doce, Reuters

Este año 2021 la Sagrada Familia de Barcelona ha concluido “la torre de la Virgen María. Una gran estrella luminosa cambia el perfil de Barcelona y se levanta para llevar luz y esperanza”. Se trata de “un gran hito en la ciudad”, y por este motivo están celebrándose numerosas actividades, hasta el 4 de enero, con las que “queremos conmemorar este acontecimiento único, que ha sido posible gracias a la inestimable colaboración de entidades públicas y privadas y, muy especialmente, gracias a nuestro barrio”.

Así describe el acontecimiento la web de la Sagrada Familia, y lo corrobora, por ejemplo, Llorenç Bernet, que dirige la Secretaría de Pastoral de la basílica: “Ha sido una celebración muy vivida, tanto por el personal de la Basílica, como desde las calles de Barcelona y también desde los medios de comunicación”, ha señalado a Omnes.

Los actos tuvieron lugar el pasado día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, cuando el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, inauguró la torre de la Virgen María de la Sagrada Familia, con el momento central de la Eucaristía, y la posterior bendición e iluminación, por primera vez, de la segunda torre más alta ya finalizada.

La bendición de la torre de la Madre de Dios se pudo seguir desde todo el mundo, tanto desde la calle de la Marina como en directo. Así puede verse en este breve video.

Durante el acto, se estrenó un arreglo de la pieza Magnificat, realizada por el compositor Marc Timón y cantada por el Orfeó Català.

Colaboración de miles de personas

Ya el día 4, entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche, se pudo contemplar la base de la torre de la Virgen María con sus aproximadamente 800 ventanas iluminadas. Todo gracias a la aportación de 214.582 personas de 85 países que participaron en la acción impulsada por la Sagrada Familia, en la que se invitó participar a todo el mundo a iluminar la torre de manera progresiva. Luego, hasta el día 8, se pudo participar a través de la web estel.sagradafamilia.org, donde todo el mundo pudo hacer clic en un punto de luz simbólico que ayudó a hacer realidad la iluminación.

En el ranking de templos católicos españoles por número de visitantes en 2019, se encuentran entre los primeros la Sagrada Familia de Barcelona, las catedrales de Toledo, Sevilla y Córdoba, la de Santiago de Compostela, por el tirón del Camino de Santiago, la catedral de Burgos, la basílica del Pilar de Zaragoza, la Almudena madrileña, las de Ávila y León, o la de Sigüenza. Fue una información de Omnes publicada a mediados de mayo de este año, en la que se describió cómo la luz comenzaba a volver, tímidamente, a las catedrales españolas, que iban recuperando, gradualmente, su actividad cultural, religiosa y turística, en especial los fines de semana.

Mensaje del Papa Francisco

En un videomensaje enviado con ocasión de la inauguración de la torre de la Virgen, el Papa Francisco ha llamado a María “Estrella de la nueva evangelización”, y “por eso, elevando nuestros ojos a la estrella que corona la torre, los invito a que contemplen a nuestra Madre, ‘porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño’” (Evangelii gaudium, 288).

El Papa quiso saludar “de un modo especial a los más pobres de esa gran ciudad, a los enfermos, a los afectados por la pandemia del Covid-19, a los ancianos, a los jóvenes que por diferentes situaciones ven comprometido su futuro, a las personas que están viviendo momentos de prueba. Queridos amigos, para todos ustedes brilla hoy la estrella de la torre de María”.

“Junto a mis hermanos —el arzobispo cardenal Juan José Omella y sus tres obispos auxiliares—“, añadió el Santo Padre, “ustedes “caminan juntos”, es decir, sinodalmente, tanto los fieles laicos —niños, adolescentes, jóvenes y adultos—, como los miembros de la vida consagrada, los seminaristas, los diáconos y sacerdotes. En este camino sinodal los ilumina desde hoy esta estrella que el gran arquitecto Antoni Gaudí soñó que coronaría la torre de la Virgen María”.

La Sagrada Familia de Nazaret

El Pontífice manifestó asimismo que se unía “a vuestras oraciones que, como innumerables rosas, se representan a los pies de María en esa hermosa basílica. Rezo para que cada uno de ustedes haga que Barcelona sea más habitable y acogedora para todos. Encomiendo de manera especial a aquellas personas que desempeñan roles de mayor responsabilidad. Que la Virgen María les obtenga sabiduría, prontitud en el servicio y amplitud de miras. Que Santa María vele con su estrella luminosa por las familias. Ella, formando la Sagrada Familia de Nazaret junto al Niño Jesús y a san José, vivió situaciones similares a tantas familias como las de ustedes”.

“Gaudí lo representó en el portal de la esperanza”, señaló el Papa, “expresando con el rostro de los obreros los sufrimientos y las dificultades que los ponían en comunión con los que sufrió la Sagrada Familia, el destierro a Egipto de tantos pobres que buscan un futuro mejor o huyen del mal; la muerte de tantos inocentes que se unen a los de Belén. Que la Virgen María vele por sus hogares, por sus escuelas, universidades, oficinas, comercios, hospitales, cárceles. Desgranando la corona de los dolores de la Virgen no dejen de rezar por los pobres, los excluidos, porque ellos están en el corazón de Dios. Y tantas veces nosotros somos responsables de la pobreza y de la exclusión de ellos. Aprovechemos para examinarnos, cuánta responsabilidad tenemos en esto”.

Finalmente, Francisco animó al pueblo barcelonés a no dejar de lado a los ancianos. “No se olviden del árbol, no se olviden de los ancianos. Un árbol sin raíces no crece, no florece. No descartemos a los ancianos, no son material de descarte, son memoria viva. De ellos viene la savia que hace crecer todo. Ayudemos al diálogo entre jóvenes y ancianos, para que sea traspasada esa sabiduría que los hará crecer y florecer. Que Dios los bendiga y que la Virgen Santa, nuestra Madre Inmaculada, los cuide. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias”.

“Emblema de Barcelona, Europa, el mundo”

Con la torre de María serán 9 las torres finalizadas de las 18 de que dispondrá el templo. Ésta es la segunda torre más alta de la Sagrada Familia, de 138 metros de estatura, solo superada por la de Jesucristo, que llegará hasta los 172 metros de altura y tendrá en el punto más elevado una gran cruz de cuatro brazos, ha informado la web del arzobispado de la Ciudad Condal. Y a ello se refirió, entre otros temas, el cardenal Juan José Omella.

El arzobispo de Barcelona recordó que la Sagrada Familia fue “el centro de la vida profesional” de Gaudí, en la que trabajó “durante 43 años y los doce últimos de manera exclusiva”. “Gaudí, conocido como el arquitecto de Dios, puso los fundamentos de un templo que sería, años más tarde, uno de los más hermosos e impresionantes de todo el planeta. Un templo que lleva más de cinco generaciones en construcción”, manifestó el cardenal Omella.

“Decir Gaudí es decir Sagrada Familia. Y decir Sagrada Familia es decir Barcelona”, prosiguió el cardenal Omella, informó cope.es. “Esta basílica se ha convertido en un importante patrimonio artístico, cultural y social. Sin pretenderlo, el templo de la Sagrada Familia es el emblema de Barcelona, de Europa, del mundo. […]. Y hoy tenemos la suerte de poder inaugurar y bendecir la torre dedicada a la Madre de Dios”.

“Un punto de luz en Barcelona”

El arzobispo de Barcelona señaló en su homilía que Santa María formó, junto al Niño Jesús y san José, “la Sagrada Familia de Nazaret” y que “los tres vivieron penurias y dificultades que unidos pudieron superar con la confianza puesta en Dios”. La pandemia “nos ha demostrado que somos débiles y vulnerables y, por ello, hemos tomado conciencia de nuestra pequeñez. Lo que también nos ha enseñado esta pandemia es que nos necesitamos los unos a los otros”.

“Santa María, nuestra Madre, es un apoyo para muchas familias que necesitan una mano amiga que las ayude a superar las contrariedades que les depara la vida” y “quiere ser nuestra luz en medio de la oscuridad”. Desde hoy, concluyó el cardenal, la estrella que corona la torre de María “brillará y será un punto de luz en la noche barcelonesa. Pero la torre de su Hijo Jesucristo va a seguir poco a poco creciendo en altura hasta superar significativamente a la de María (más de 30 metros)”.

“Cuando miremos el templo desde el mar hacia la montaña, es decir, mirando hacia la fachada de la Gloria, solo veremos la torre de Jesucristo. María seguirá allí, aunque no la veamos, detrás de su Hijo Jesucristo. Santa María, como buena madre y excelente discípula seguirá al lado de su Hijo cediéndole a él todo el protagonismo”, añadió.

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